“Este premio supone un reconocimiento a la contribución del Instituto en el conocimiento y avances en prevención, diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y los trastornos psicóticos”, asegura Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Gregorio Marañón y jefe del servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente en declaraciones a Gaceta Médica, quien ha recogido el galardón en la categoría de Mejor Unidad de Esquizofrenia de los Premios BiC 2024.
Celso Arango, María Luisa Cuesta, jefa del Área de Enfermería, y Lola Charles, de AMAFE, fueron los encargados de recoger el premio de mano de Mercedes Navío, gerente asistencial de Hospitales de la Comunidad de Madrid, y Charo Perucha, de ROVI, compañía que apoya este galardón.
En este marco, Arango señala que en el Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del centro hospitalario son pioneros en la investigación en psicosis desde una perspectiva global y longitudinal. Como ejemplo, siguen a la mayor cohorte mundial de personas con primeros episodios de psicosis de inicio en la infancia y la adolescencia. Además, coordinan el programa AGES de primeros episodios de psicosis de la Comunidad de Madrid y han desarrollado programas de detección de riesgo de psicosis e implementado un programa de tratamiento en psicosis adolescente.
“Algunos de nuestros aspectos diferenciales son el implementar programas clínicos que se basan en intervenciones que han demostrado ser eficientes en investigaciones realizadas por nosotros mismos”, menciona. De hecho, ha garantizado que el hecho de que sus investigaciones colaborativas permitan desarrollar múltiples proyectos de investigación en coordinación con centros de excelencia nacionales e internacionales o la capacidad de seguimiento longitudinal de pacientes es otro aspecto diferencial.
Un equipo volcado con la humanización
En lo relativo al equipo, ha mencionado que hay profesionales que se dedican a asistencia y profesionales que se dedican a investigación, aunque en un importante porcentaje desarrollan ambas tareas. “Eso permite que las preguntas que surgen en la clínica se traduzcan en proyectos de investigación y que los hallazgos de la investigación den forma a programas asistenciales pioneros y basados en la evidencia”, asegura el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Gregorio Marañón. Así, subraya que cuentan con un equipo multidisciplinar y altamente motivado en el que, junto con profesionales de la psiquiatría y la psicología, trabajan enfermeras, técnicos de laboratorio, técnicos de imagen, biólogos, genetistas o expertos en ciencia de datos entre otros. “Este equipo nos permite llevar a cabo proyectos sofisticados a nivel tecnológico y de expertise en diferentes áreas y ser competitivos a la hora de conseguir proyectos y de publicar en revistas de alto impacto”, afirma.
Según el jefe del servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del centro hospitalario madrileño, disponen de múltiples iniciativas compartidas con su comisión de usuarios que engloba a asociaciones de personas con trastornos mentales y a sus familias. “Muchas de ellas están enfocadas hacia la humanización y respeto a las personas a las que ofrecemos nuestra amplia cartera de servicios”, subraya Arango. Ejemplos concretos de éstas, destaca la unidad de hospitalización abierta, la enfermería específica de salud mental en las urgencias, el proyecto contenciones cero, la hospitalización domiciliaria o la apertura de espacios verdes para realizar terapias.
Más inversión, flexibilidad y profesionales de excelencia
Alzando la vista al futuro, ha explicado que uno de los aspectos prioritarios que están desarrollando es la mejora en la prevención y la detección precoz de la psicosis. “Hemos implementado programas de detección y tratamiento de alto riesgo de psicosis en coordinación con Atención Primaria, así como mejorado la detección y tratamiento de factores de riesgo de esta patología, como el acoso escolar, en colaboración con la Consejería de Educación y fundaciones como la Fundación Alicia Koplowitz”, sostiene.
No obstante, para lograr avanzar, Arango reivindica que se necesita que se cumplan una serie de requisitos: que siga habiendo inversión en investigación en psiquiatría, que se potencie la flexibilidad en la gestión de los recursos de investigación, se acelere la adopción en la clínica de los hallazgos en investigación y se favorezca la atracción de profesionales de excelencia.
Este premio cuenta con el respaldo de ROVI, desde donde indican que “nuestro compromiso con la salud mental es absoluto. En una patología como la esquizofrenia, contar con un tratamiento eficaz es determinante para que las personas que la padecen puedan desarrollar su proyecto de vida, cada vez menos condicionado por su diagnóstico”. “En ROVI estamos especialmente orgullosos de haber desarrollado un tratamiento eficaz y bien tolerado, de acción prolongada, que ya está encontrando una gran acogida en Europa y estamos investigando una nueva formulación, con una pauta de administración más duradera, con la que aspiramos a ofrecer nuevas soluciones que impacten positivamente en la vida de todas estas personas que padecen una enfermedad tan grave”, añaden. “Para ROVI, el Premio BiC en la categoría de Esquizofrenia representa una magnífica oportunidad de reconocer y agradecer a todos los profesionales sanitarios que trabajan desde la excelencia para ofrecer la mejor atención y cuidados a las personas con esquizofrenia”, concluyen.