En la categoría de “Mejor Servicio de Farmacia Hospitalaria”, el Premio BiC 2024 ha sido otorgado al Hospital Universitari I Politèctic La Fe. Javier García Pellicer, jefe del servicio de Farmacia del centro hospitalario, indica a GM que reciben este reconocimiento “con profunda gratitud y humildad”. “Este premio valida el esfuerzo colectivo y el compromiso diario de cada uno de nuestros profesionales por ofrecer una atención farmacéutica y asistencial de excelencia”, enfatiza. Además, recalca que, más allá del reconocimiento en sí, “lo interpretamos como un estímulo para seguir mejorando y como una responsabilidad para mantener los estándares de calidad que nos han llevado hasta aquí”.
En palabras de García Pellicer, hay varios factores característicos del servicio, que le permiten alcanzar esta posición de referencia. Al respecto, ha destacado su compromiso y orientación al paciente, tanto en la atención directa como en el soporte especializado que proporcionan a otros servicios clínicos del hospital, alineados con la cultura y valores del Hospital al que pertenecemos. Asimismo, incide en su fortaleza en la gestión integral de los procesos farmacoterapéuticos, mediante la combinación de rigor científico-técnico y eficiencia en la gestión de recursos. “Esto junto con la integración y colaboración estrecha con el resto de los servicios clínicos del hospital, nos permite dar respuesta a las necesidades de un hospital de alta complejidad, garantizando la calidad y seguridad en todos nuestros procesos”, garantiza el jefe de servicio de Farmacia.
Innovación y mejora continua
Por otro lado, también remarca su compromiso con la innovación y la mejora continua. “Participamos activamente en proyectos de investigación, ensayos clínicos, así como en el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías que optimizan la atención farmacéutica que proveemos”, sostiene. Por último, saca a colación la visibilidad y liderazgo público de diferentes componentes del servicio, junto con el creciente empoderamiento de otros componentes, no tan conocidos anteriormente, que trasladan una imagen de cohesión grupal y de excelencia, en diferentes ámbitos asistenciales.
Motivo de todo ello, para Garcia Pellicer el principal activo del servicio es su capital humano. “Contamos con un equipo multidisciplinar altamente cualificado y comprometido, que combina experiencia y juventud”, indica. “Nuestros profesionales destacan no solo por su formación técnica, sino también por su capacidad de adaptación a los nuevos retos que plantea la farmacia hospitalaria moderna”, enfatiza. De hecho, insiste en que la formación continua y la investigación son “pilares fundamentales” que les permiten estar a la vanguardia en nuevas terapias y procedimientos.
150 personas que dan respuesta a pacientes y a otros servicios
Indagando en cómo se organiza el equipo y cuántas personas lo conforman, García Pellicer señala que está estructurado en diferentes áreas funcionales interconectadas, cada una especializada en aspectos específicos de la farmacia hospitalaria. Entre ellos, menciona atención farmacéutica general y oncohematológica, atención farmacéutica a pacientes externos, elaboración y acondicionado de medicamentos, nutrición parenteral pediátrica y de adultos, ensayos clínicos, farmacocinética y farmacogenética, gestión logística, y gestión del conocimiento. Además, destaca procesos transversales como docencia, investigación y calidad y seguridad en el uso de los medicamentos. También pone sobre la mesa el piloto del proceso transversal de atención farmacéutica y pacientes con enfermedades raras.
“La coordinación entre estas áreas es fundamental para garantizar una atención integral. El equipo al completo consta de unas 150 personas y está conformado por farmacéuticos especialistas, residentes en formación, personal de enfermería con diferentes categorías, técnicos de farmacia y personal administrativo”, recalca. Paralelamente, incide en que “esta estructura nos permite dar respuesta a las necesidades tanto de los pacientes como del resto de servicios del hospital de manera eficiente y coordinada”.
Apuesta por la tecnología para mejorar la atención al paciente
Desde el servicio de La Fe han implementado diversas mejoras significativas en los últimos años ligadas con la calidad de la atención al paciente. Así, García Pellicer destaca la digitalización de procesos y la incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la seguridad y trazabilidad en la preparación y dispensación de medicamentos. También corrobora que han reforzado la atención farmacéutica no presencial para determinados grupos de pacientes. “Nos ha permitido mantener un seguimiento estrecho de nuestros pacientes externos”. También señala que han ampliado los horarios de atención a estos pacientes externos, “para adaptarnos mejor a las necesidades de algunos de ellos”. Además, remarca que han potenciado la integración del farmacéutico en los equipos multidisciplinares de diferentes patologías, “lo que permite una optimización de los tratamientos y un mejor seguimiento de los resultados en salud”.
Para García Pellicer es crucial que la Administración continúe apostando por la innovación tecnológica y la digitalización de los servicios de farmacia hospitalaria, así como por la incorporación de la inteligencia artificial (IA). “Sería importante también reforzar las plantillas de profesionales para poder abordar los nuevos retos que plantean las terapias innovadoras y la medicina personalizada”, reivindica. Entre otras de las peticiones ha mencionado que es necesario promover una mayor integración de los sistemas de información entre niveles asistenciales, facilitando la comunicación entre Atención Primaria y hospitalaria. Por último, enfatiza que es esencial el apoyo a la investigación y a la formación continuada de los profesionales para mantener la excelencia en la atención farmacéutica.
Transformación profunda de la profesión
El jefe de servicio de La Fe afirma que, en la actualidad, las innovaciones en el servicio se centran principalmente en la medicina personalizada y la farmacogenética, además de la incorporación de nuevas terapias avanzadas, y el desarrollo de procesos asistenciales integrales. “La acreditación por parte de organismos oficiales, con criterios exigentes y reconocidos de calidad, de cada área del servicio por separado, es otra de nuestras líneas de desarrollo”, explica.
“El futuro lo afrontamos con optimismo y con responsabilidad, apostando por la innovación tecnológica, pero sin perder de vista nuestro objetivo principal: mejorar la salud y calidad de vida de nuestros pacientes”, subraya. Asimismo, hace hincapié en que la farmacia hospitalaria afronta retos “apasionantes” en diferentes horizontes temporales. A corto plazo,” debemos adaptarnos al ritmo creciente de aparición de nuevas terapias y garantizar su implementación segura y eficiente”. Y, a medio plazo, “el desafío está en la integración efectiva de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial en nuestra práctica asistencial diaria, así como en el desarrollo y expansión de la farmacia personalizada”.
A largo plazo, “nos enfrentamos a una transformación profunda de la profesión”. Por un lado, garantiza que será fundamental consolidar el papel del farmacéutico hospitalario como profesional sanitario clave en los equipos multidisciplinares. Por otro, insiste en que se deben adaptar a un entorno tecnológico cada vez más sofisticado, donde la IA y el Big Data “transformarán nuestra práctica diaria”. Al respecto, destaca desde sistemas predictivos para anticipar necesidades de medicación y prevenir eventos adversos hasta la automatización avanzada de procesos logísticos y de preparación de medicamentos. “Esto requerirá nuevas competencias profesionales, como el manejo de herramientas de análisis de datos complejos y la interpretación de modelos predictivos para la toma de decisiones clínicas”.
También sostiene que deberán abordar la integración de la medicina personalizada basada en biomarcadores y perfiles genéticos con sistemas de soporte a la decisión clínica cada vez más sofisticados. “Todo ello manteniendo el equilibrio entre la innovación tecnológica y el factor humano, crucial en la atención sanitaria, y contribuyendo a la sostenibilidad del sistema sanitario sin comprometer la calidad asistencial”, corrobora. “El paciente seguirá siendo el centro de nuestra actividad, pero las herramientas y métodos para atenderlo evolucionarán significativamente”, concluye García Pellicer.