Más de 800 especialistas han reclamado la llegada de un Plan Nacional sobre Patologías del Hígado que actualmente no existe. Así lo han defendido en el marco del 48 Congreso de la Asociación Española del Estudio del Hígado (AEEH), donde se abordan los principales retos en relación con este tipo de patologías. Como se ha apuntado, la estrategia de Gobierno y CC. AA. ha estado enfocada hacia la hepatitis C, “con gran éxito sin duda, pero es preciso establecer nuevos consensos y estrategias en torno a otras enfermedades hepáticas menos conocidas y particularmente en torno al hígado graso, la gran epidemia silente ligada a la obesidad y la diabetes que amenaza con aumentar gravemente los casos del cáncer del hígado”, ha explicado el presidente de AEHH, José Luis Calleja.

La llave para mejorar los resultados en relación con todas las patologías hepáticas tiene dos nombres: prevención y diagnóstico precoz. Y es sobre estos dos pilares sobre los que los especialistas de la AEEH están avanzando ya en un borrador de Estrategia que quieren presentar al Ministerio de Sanidad con la intención de que pueda ser discutido con las comunidades autónomas y finalmente aprobado en el Consejo Interterritorial.

El éxito del Plan de Hepatitis C de 2015 es el modelo que se quiere reproducir ahora, ampliado al resto de enfermedades hepáticas y con una especial atención en la Enfermedad Hepática Metabólica (EHmet) o esteatosis hepática, más conocida como hígado graso, y que, según los últimos datos disponibles (2016), afecta a uno de cada cuatro españoles.

“Aunque no todos los deberes están hechos en hepatitis C y hace falta seguir avanzando en la implementación de las estrategias de microeliminación que nos ayuden a llegar al objetivo de cero hepatitis en los plazos previstos por la OMS, tenemos que ampliar el foco y empezar a pensar de una forma más general e integrada en todas las patologías del hígado, muy vinculadas al consumo de alcohol, hábitos de alimentación poco saludables y un estilo de vida sedentario, afirma el presidente de la AEEH, catedrático de Medicina de la UAM y jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, José Luis Calleja, para quien “en estas enfermedades es especialmente cierto ese viejo dicho de que prevenir es curar”.

Preocupación por el impacto del hígado graso

A los especialistas les preocupa particularmente la progresión del hígado graso, que afecta a más de diez millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.000 presentarían ya una cirrosis hepática. Un avance imparable que es especialmente alarmante por su incidencia sobre el cáncer de hígado. Ahora mismo, la enfermedad del hígado graso es la tercera causa de este tipo de cáncer, pero los expertos consideran probable que sea la primera en una década, dado el avance de su prevalencia.

La enfermedad del hígado graso necesita además un abordaje multidisciplinar. En ausencia de un tratamiento curativo, se hace aún más necesario optimizar las estrategias que se han mostrado eficientes para evitar la progresión de la enfermedad: reducción de peso y ejercicio. Pero para ello se necesitan unidades multidisciplinares, donde haya especialistas que pueda prescribir la dieta y el ejercicio físico (Unidades de Rehabilitación Hepática) orientadas a conseguir los resultados que se necesitan.

Unidades multidisciplinares, una necesidad para evitar la progresión de la enfermedad mediante la reducción de peso y ejercicio en ausencia de un tratamiento curativo

La preocupación sobre el hígado graso es doble por su impacto en adolescentes y jóvenes, segmento en el que estudios recientes han estimado que hasta ocho de cada diez personas con sobrepeso presentan ya hígado graso, y se encuentran en riesgo de desarrollar una cirrosis a edades tempranas. La obesidad y el sobrepeso son, precisamente, junto la diabetes tipo 2, el colesterol y la presión arterial alta (HTA), los principales factores de riesgo de la Enfermedad Hepática Metabólica. A todo ello se añade el relevante impacto socio-económico de esta patología. El estudio de O´Hara et al. (2019) ha estimado los costes totales que generarán la atención a los pacientes diagnosticados con EHmet en España entre 3.600 millones y 5.600 millones de euros (en función de si se incluyen o no los gastos de estos pacientes asociados a otras enfermedades).

Si los expertos prevén que el hígado graso va a convertirse en la principal causa de cáncer de hígado en menos de una década es porque la presencia de cáncer de hígado en pacientes con hígado graso en España se ha triplicado en la última década. El cáncer de hígado es el segundo tipo de cáncer que más años de vida resta a la población y cada año se diagnostican en España 6.600 nuevos casos de cáncer de hígado, la mitad ya en estadios avanzados, lo que reduce cinco veces sus posibilidades de supervivencia. El cáncer de hígado representa el 2,3 por ciento de todos los tumores y el sexto en orden de frecuencia, pero el temor de los especialistas es que su prevalencia crezca si no se frena la epidemia de hígado graso ligada a obesidad y diabetes. El hepatocarcinoma es el tumor primario del hígado más frecuente, suponiendo entre el 80-90 por ciento de los casos de esta patología, seguido del colangiocarcinoma.


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