Desde el inicio de la pandemia, hace ya dos años, numerosos profesionales médicos han reparado en el incremento de la incidencia de la escabiosis o sarna en las consultas de Atención Primaria y dermatología de nuestro país. Pero no solo eso, sino que los casos que llegan hasta los hospitales “se muestran más rebeldes a los tratamientos.”

Eliseo Martínez, dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV, responde a las cuestiones de Gaceta Médica acerca de esta enfermedad altamente contagiosa y las diferentes líneas de tratamiento.

Eliseo Martínez, dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

La sarna, es un trastorno de la piel que es causado por pequeños ácaros llamados “sarcoptes scabiei.” Esta afecta por igual a niños, adultos, mujeres, hombres y personas de todo tipo de clase social y nivel educativo. De hecho Martínez explica que uno de los mitos a derribar de la escabiosis es que se sigue relacionando la enfermedad con falta de higiene y pobreza. “No es así para nada, es algo que se contagia de persona a persona, como otra infecciones, en caso de la COVID-19 se contagia vía respiratoria y en el caso de la sarna se contagia por contacto de piel con piel.”

Picor como principal síntoma

El principal síntoma es el picor, aunque el dermatólogo explica que esta es principal causa en consulta de dermatología y puede relacionarse con diferentes patologías. “Yo tengo muchos pacientes que consultan por picor, y una pequeña proporción son sarna, osea que no todo lo que pica es sarna.”

Sin embargo, Martínez explica que el picor que tienen estos pacientes, tiene algunas características especiales: no afecta a la cara ni al cuero cabelludo, es típico que afecte partiendo del cuello hacia a bajo, a excepción de los lactantes que si que les puede afectar en la cara. Además, es muy característico también que pique más por las noches que por el día.

Y las zonas típicamente afectadas, son las manos, los dedos, las muñecas, aunque puede afectar a todo el cuerpo. “Los pacientes suelen venir con heridas incluso por los rascados.”

¿Pero se sabe por qué ha aumentado el número de casos de sarna en España?, Eliseo Martínez explica que no hay datos rigurosos ni muchos estudios para afirmarlo con contundencia, pero “la percepción de los médicos en las consultas es que la incidencia ha aumentado.”

Asimismo, indica que desde el punto de vista del aumento de casos, no sería algo exclusivo de la pandemia. Y es que desde 2014 existen registros que apuntan la tendencia a la alta en escabiosis.

“El por qué se está produciendo no es del todo conocido, la principal hipótesis está relacionada con la pandemia, con el cambio de hábitos, al pasar más tiempo en casa hace que mantengamos más contacto con los convivientes y eso promueve la infección del parásito dentro de la unidad familiar”

Eliseo Martínez, dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

Además añade como otra de las hipótesis barajadas entre los profesionales, la tardanza en acudir al médico de atención primaria por la saturación del sistema. “Los pacientes han tenido una época de peor o más dificultad de acceso a los médicos y esto ha hecho que acudan más tarde y que por tanto haya acumulado mayor cantidad de parásitos en piel y hayan tenido mayor capacidad de infección para otras personas.”

Por otro lado, subraya que esto ha derivado en que algunos casos hayan sido más difíciles de tratar porque han acumulado un mayor número de ácaros en piel.

Resistencia a los tratamientos

Por otro lado, el coordinador del Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV pone de manifiesto que esta nueva oleada de casos de sarna tienen algo es común, y es que los casos están siendo más rebeldes a los tratamientos.

“Cada vez estamos ofreciendo tratamientos de tercera línea porque los habituales parecen que no están siendo tan eficaces”

Eliseo Martínez, dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

Martínez explica que no saben si esto puede deberse en parte a que el acceso de los pacientes a la consulta se está demorando, en el contexto de la sobresaturación del sistema sanitario y quizás cuando llega, la carga de parásitos es superior, lo que hace que precisen más dosis de tratamiento o terapias adicionales.

“No está bien medido exactamente si esta falta de respuesta es porque haya una mayor carga de parásito o porque el parásito haya podido desarrollar algún tipo de resistencia o porque el paciente no tenga una buena adherencia. En qué medida esto puede estar influyendo o no,  no lo tenemos claro, pero si que estamos viendo sarnas más rebeldes de las que veíamos antes”, indica.

Asimismo, Eliseo Martínez apunta que hasta ahora las revisiones y publicaciones científicas de mayor nivel, sitúan la eficacia de los tratamientos de tradicionales en más del 90 por ciento y añade que “no hay estudios que avalen la perdida de eficacia de los tratamientos habituales pero la percepción de la consulta es que está siendo más difícil de tratar porque nos están llegando pacientes que vienen con un tratamiento apropiado del centro de salud y que a pesar de ello, siguen con los síntomas de sarna.”

Por otro lado, pone de manifiesto que de forma generalizada hay una mayor resistencia del ácaro a los tratamientos y esto hace que aumente la complejidad de los mismos. Pero el problema es que en el caso de la escabiosis no se puede cuantificar la resistencia a los antivirales como en el caso de infecciones bacterianas con los antibióticos.

El coordinador del Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV, recalca que existe un consenso por parte de los dermatólogos españoles de que la sarna está siendo más rebelde a los tratamiento, sin embargo este no tiene aún un sustento científico como para elevarlo a algo concluyente.

Líneas de tratamiento

Las principales líneas de tratamiento aprobadas y financiadas, son dos: en primer lugar la permetrina tópica al 5 por ciento, que según explica Martínez, siempre se ha considerado de primera línea y es un tratamiento de probada eficacia y con un perfil de seguridad muy bueno.”

El tratamiento consiste en lo siguiente, se le administra al paciente la crema desde el cuello hasta los pies, una noche y se repite el tratamiento a los siete días. Además, es importante que lave la ropa en agua caliente a 60 grados, ya que “los parásitos mantienen capacidades para vivir en la ropa y en la sabanas durante un tiempo.”

La siguiente línea es la ivermectina oral, un medicamento que durante muchos años se ha usado en dermatología formulado ya que no estaba comercializado en España. Martínez apunta que de forma relativamente reciente han sacada un preparado ya comercial que se puede prescribir y que está financiado. La dosis se calcula en función al peso, y a los pacientes se les recomienda que tomen la medicación un día y repetir la toma a los siete días. Normalmente se pauta a parte una crema para complementar.

El dermatólogo señala que este tratamiento deben de seguirlo todas las personas que convivan en la unidad familiar, “a veces esto supone un problema porque hay personas que pueden tener el parásito y no presentar picores y se muestran reacias a tomar el medicamento.”

Por último, en tercera línea se está utilizando vaselina azufrada en torno al 8 o 10 por ciento. “Esta vaselina tiene sus inconvenientes por un lado, hay menos estudios que avalen su uso, estamos recurriendo a ella ya cuando son pacientes que nos falla todo, es más costosa para el paciente porque no está financiada y es más incomoda quizás de aplicar porque hay que aplicarla dos veces al día durante tres días seguidos y se repite el proceso a la semana”, apunta.


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