Las terapias dirigidas, la inmunoterapia u otros avances en medicina personalizada está permitiendo un mejor abordaje de los pacientes con cánceres de la sangre, como el mieloma múltiple (MM) o la leucemia linfocítica crónica. Esta ha sido una de las conclusiones que se han puesto de manifiesto en la II jornada Avances en Onco-Hematología, organizada por Johnson & Johnson en el País Vasco.

“La medicina personalizada nos está permitiendo tener mejores resultados que con las terapias convencionales y, en muchos casos, con menos efectos secundarios que la quimioterapia”, señaló Cristina Barrenetxea, adjunta de Hematología del Hospital Universitario de Basurto (Bilbao), y una de las coordinadoras del encuentro. Del mismo modo, José María Guinea, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario Araba (Vitoria) y también coordinador del encuentro, coincidía, “hemos mejorado la supervivencia y calidad de vida de nuestros pacientes, incluso en los que tenían peor pronóstico”.

Durante el evento, los participantes tuvieron la oportunidad de examinar las estrategias de tratamiento para la leucemia linfocítica crónica (LLC) y los avances que se han producido en la última década. A pesar de la mejora drástica en los resultados de los pacientes, la enfermedad continúa estando caracterizada por episodios sucesivos de progresión y la necesidad de tratamiento.

Tratamientos finitos, claves para los pacientes con LLC

José María Guinea explicó que “el objetivo del tratamiento es prolongar la supervivencia de nuestros pacientes con la menor repercusión en su calidad de vida”. Además, el especialista también recordó que no todas las personas con LLC necesitan un tratamiento inmediato. “Esta enfermedad, aunque es neoplásica, solo hay que tratarla cuando el paciente presente una serie de síntomas o cuando detectemos una evolución rápida”, añadió. “Cada vez conocemos mejor la enfermedad y la célula tumoral, lo que nos permite aplicar tratamientos más dirigidos. En la mayoría de las guías terapéuticas, la quimioterapia ha desaparecido en los tratamientos iniciales”, apuntó durante el evento.

“Cada vez conocemos mejor la enfermedad y la célula tumoral, lo que nos permite aplicar tratamientos más dirigidos. En la mayoría de las guías terapéuticas, la quimioterapia ha desaparecido en los tratamientos iniciales”

José María Guinea, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario Araba

Entre las combinaciones de tratamientos para pacientes con LLC se han incorporado a la primera línea de abordaje los de duración finita debido a las ventajas que aportan en cuanto a seguridad, supervivencia y calidad de vida. “Poder decir a un paciente que su tratamiento no es crónico para toda la vida, sin merma en la eficacia, permite ofrecer una mejora a su calidad de vida porque tiene una fecha en la que sabe que lo suspenderemos”. Asimismo, el hematólogo también señaló el beneficio que este tipo de terapias pueden suponer para el sistema sanitario: “aporta una mayor eficiencia, ahorrando gastos, sin disminuir la calidad y seguridad”.

Además, dentro de los tratamientos de primera línea, destacan también los inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton, los cuales, “nos permiten abordar de manera más efectiva a pacientes con diversas alteraciones que previamente indicaban una baja probabilidad de respuesta a la quimioterapia convencional”, explicó Guinea. El especialista defendió el uso de estos inhibidores como el mejor enfoque inicial cuando los pacientes presentan alteraciones genéticas específicas.

En el encuentro se resaltó la importancia de que los nuevos tratamientos de primera línea para LLC presenten una mejor adaptación al tipo de paciente y a las características de su enfermedad. Algunos de ellos son orales, lo que es un beneficio claro para la calidad de vida del paciente y que éste pueda hacer vida normal.

Inmunoterapia para pacientes mayores con MM

Algunos tipos de cánceres de la sangre, como el mieloma múltiple (MM), afectan principalmente a personas mayores, lo que puede complicar su abordaje por parte de los especialistas debido a la posible presencia de otras enfermedades concurrentes, el uso de múltiples medicamentos o una mayor fragilidad física de los pacientes.

En este sentido, Barrenetxea señaló que “las terapias más agresivas, como los trasplantes de progenitores hematopoyéticos, generalmente se excluyen para personas mayores de 65-70 años. Sin embargo, la inmunoterapia no está limitada solo a personas jóvenes, como sucede con otros tratamientos”. Además, agregó que “la edad está dejando de ser un obstáculo por sí sola en la gestión de estas enfermedades hematológicas”.

“Actualmente existe una amplia gama de medicamentos que actúan sobre diferentes blancos terapéuticos y con diversas formas de administración, lo que ha llevado a un control efectivo de la enfermedad en la mayoría de los casos”

Cristina Barrenetxea, adjunta de Hematología del Hospital Universitario de Basurto

En la reunión también se examinaron las opciones terapéuticas basadas en la inmunoterapia disponibles para pacientes recién diagnosticados con MM, así como para aquellos que experimentan una recaída. “Es crucial conocer el enfoque terapéutico previo del paciente con mieloma múltiple, de modo que podamos buscar medicamentos dirigidos a blancos específicos que no hayan sido abordados en tratamientos anteriores”, señaló la especialista. Barrenetxea también recordó que “actualmente existe una amplia gama de medicamentos que actúan sobre diferentes blancos terapéuticos y con diversas formas de administración, lo que ha llevado a un control efectivo de la enfermedad en la mayoría de los casos”.

A pesar de ello, el MM sigue siendo una enfermedad incurable que afecta a aproximadamente 3.000 nuevos pacientes cada año en España.


También te puede interesar…