La metil-prednisolona administrada en dosis altas es de gran utilidad para evitar muertes e intubaciones en pacientes con neumonía grave por COVID-19. Así lo muestra un estudio español publicado en la revista científica “Plos One”. Lo ha realizado el Grupo de estudio COVID compuesto por profesionales sanitarios de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes, Medicina Interna, Epidemiología Clínica, Unidad de Enfermedades Infecciosas y Reumatología del Hospital Universitario Cruces, del IIS Biocruces Bizkaia, la Universidad del País Vasco y el CIBERESP.

El objetivo principal de este estudio era analizar el efecto de un ciclo corto de pulsos de metil-prednisolona (MP) durante la segunda semana de enfermedad (semana 2) en pacientes con neumonía grave por coronavirus. Además, se pretendía identificar qué pacientes y en qué momento evolutivo de la enfermedad se podían beneficiar de este tratamiento.

Reducción de la mortalidad en casos graves

El estudio observacional se realizó con 343 pacientes con neumonía por COVID-19 ingresados en los servicios de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas del Hospital durante los meses de marzo y abril de 2020. Para el estudio, se escogió a pacientes con neumonía COVID-19 y marcadores inflamatorios elevados cuando fueron ingresados. Después, se comparó a los pacientes que recibieron semana-2-MP (125-250 mg / d x3) con los que no lo recibieron, con los puntos de tiempo finales hasta la muerte y tiempo hasta la muerte o intubación endotraqueal.

Los resultados mostraron una disminución de la mortalidad o de la probabilidad combinada de muerte o intubación de más del 60 por ciento en los pacientes tratados con pulsos de metil-prednisolona durante la segunda semana tras el inicio de los síntomas. Este efecto se observó únicamente en aquellos con elevación de los parámetros analíticos de inflamación y que presentaban deterioro respiratorio.

Ayuda para aliviar la presión hospitalaria

Esta investigación también ha extraído otros datos relevantes. La mortalidad global de la serie fue del 7,5 por ciento, aumentando hasta el 14 por ciento en los pacientes con mayor perfil de gravedad. Ambas cifras están muy por debajo de lo observado en la mayoría de estudios publicados, según menciona Osakidetza (Servicio Vasco de Salud). Por otro lado, sólo el 2 por ciento de los pacientes que no presentaban datos analíticos de inflamación fallecieron.

Además, este estudio permite identificar a un subgrupo de pacientes con neumonía por COVID 19 con buen pronóstico, aquellos que durante la primera semana de enfermedad no alteran los parámetros analíticos de inflamación y mantienen una buena función respiratoria. Estos pacientes serían, de hecho, susceptibles de seguimiento domiciliario con vigilancia activa, lo que podría contribuir a aliviar la presión sobre los hospitales.

En conclusión, la administración de pulsos de metil-prednisolona al inicio de la segunda semana en pacientes graves (aquéllos con parámetros inflamatorios elevados y disminución de la saturación de oxígeno) disminuye drásticamente la mortalidad y la necesidad de intubación, y, por tanto, de ingreso en UCI.


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