El abordaje del cáncer es una de las prioridades en la sociedad y, de hecho, una de las bases de la presidencia española en la Consejo Europeo. Por ello, la investigación contra esta enfermedad está viviendo uno de sus mejores momentos, nuevas terapias, crecimiento en tratamientos existentes, como es el caso de la fotofarmacología, que con el paso del tiempo se va a erigir como una alternativa real. Esta área emergente se basa en el desarrollo de fármacos fotosensibles. Esta tecnología combina los medicamentos con moléculas que hacen de interruptores y modifican la estructura, y por tanto la actividad biológica con la luz reduciendo notablemente los efectos tóxicos.

Investigadores del IQAC del CSIC han desarrollado una serie de moléculas fotosensibles logrando un efecto más localizado y controlado reduciendo los efectos tóxicos

En este sentido, Investigadores del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado una serie moléculas fotosensibles, que se pueden activar con luz externa de forma reversible, logrando así un efecto mucho más localizado y controlado. Esta investigación, publicada en la revista Journal of Medicinal Chemistry, apunta a que la fotofarmacología allana el camino a terapias altamente específicas que podrían abrir nuevas vías para el tratamiento del cáncer.

Este estudio se centró en una diana común en oncología, las enzimas histonas desacetilasas (HDAC). Cuando estas enzimas son reguladas erróneamente, impiden la expresión de ciertos genes, como los supresores de tumores. Por lo tanto, las células son más propensas a convertirse en células cancerosas. Por ello se están desarrollando múltiples medicamentos orientados a la inhibición de las HDAC mal reguladas para así frenar el avance de esta enfermedad.

“Esta terapia va a ser una alternativa sólida para el tratamiento de ciertos tipos de cánceres, aunque aún está en fase inicial. Son estudios in vitro, pero los resultados son esperanzadores”

Laia Josa Culleré, investigadora del grupo Química Médica y Síntesis del IQAC

Cánceres subcutáneos, cérvix, mama leucemia y colon

Laia Josa Culleré, investigadora del grupo Química Médica y Síntesis del IQAC señala que esta terapia va a ser un “alternativa sólida para el tratamiento de ciertos tipos de cánceres. Ya que disminuiría notablemente los efectos secundarios, evitando los efectos tóxicos en todo el cuerpo”. Además, la investigadora destaca lo novedoso de esta investigación, “hasta la fecha, este tipo de fármacos se encuentran en fase experimental para aplicaciones en retina o dolor, pero no hay muchos estudios con buenos resultados en oncología”.

“Las moléculas que hemos desarrollado se activan con luces dentro del rango visible y altas longitudes de ondas. Es decir, luces con colores como el verde o el rojo”

Laia Josa Culleré, investigadora del grupo Química Médica y Síntesis del IQAC

De hecho, señala que se pueden convertir en una respuesta para el tratamiento de cánceres subcutáneos, tumores muy superficiales. “En nuestro caso iluminaríamos por encima de la piel para iluminar la zona del tumor, con la diferencia de que las moléculas que hemos desarrollado se activan con luces dentro del rango visible y altas longitudes de ondas. Es decir, colores como el verde o el rojo. Anteriormente las moléculas existentes requerían luz ultravioleta o luz azul para activarse, una luz que penetra muy poco”. No obstante, Josa Culleré señala que estas moléculas también podrían ser útiles para el tratamiento de cáncer de cérvix, mama, leucemia y colon. Aunque, los resultados mostraron un aumento de la muerte de las células cancerosas tras la iluminación con luz verde, la investigadora señala que la investigación “aún está en una fase inicial. Son estudios in vitro, aunque los resultados son esperanzadores”.

Perspectivas de futuro

A pesar de ello, la investigadora apunta que aún tienen que encontrar moléculas para progresar ensayos en vivo. “Tenemos que diseñar todos los equipos médicos para poder llevarlo a cabo. Como muy pronto en 10 años o así lo veríamos aplicado en la clínica” señala Josa Culleré. Sin embargo, asevera que es una investigación con mucho potencial, pero aún hay que trabajar con doctores, clínicos, bioingenieros, investigadores etc. “Hay un camino por recorrer. Va a llegar a la clínica, pero poco a poco”, sentencia la investigadora.

“Creemos que el estudio de estas moléculas fotosensibles es importante para llegar a establecer una prueba de concepto en vivo sobre el uso de la fotofarmacología para tratar el cáncer de forma más eficaz y segura. La fotofarmacología se va a erigir como una alternativa real para el tratamiento del cáncer”. concluye Laia Josa Culleré.


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