En el marco de la Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA), organizada por el grupo GEICAM de Investigación del Cáncer de Mama y coordinada por los doctores José Enrique Alés Martínez, Lourdes Calvo Martínez, Pedro Sánchez Rovira y Ricardo Sánchez-Escribano Morcuende, se han puesto en valor las novedades y avances que se han alcanzado durante el último año. Desde el alto rendimiento de la inteligencia artificial (IA) en el cribado y diagnóstico precoz de cáncer de mama, hasta la personalización de estos cribados mediante la determinación de determinadas mutaciones genéticas.

En esta línea, el oncólogo José Enrique Alés, coordinador de RAGMA24, destacó que dicho evento se realiza con el fin de dar difusión a los avances en cáncer de mama, “de cara a toda la sociedad, porque a fin de cuentas para eso es para lo que trabajamos, para las personas con cáncer y para las personas que algún día puedan tenerlo”. “Este año ha habido muchas noticias y, aunque no todos los avances son espectaculares, cada grano de arena cuenta, y es lo que hace que la cifra de supervivencia y de protección cuando el cáncer de mama se detecta en una fase más temprana vayan aumentando año a año”, recalcó el especialista.

Izq a dcha: José Ignacio Sánchez Méndez, cirujano del Hospital Universitario La Paz; Montserrat García-Closas, profesora de epidemiología del Institute of Cancer Research and Imperial College de Londres; José Enrique Alés, coordinador de RAGMA24; Solveig Hofvind, jefe de la sección de cribado del cáncer de mama y responsable del BreastScreen Norway del Registro de Cáncer de Noruega; y Paula González, representante de FECMA.

Impacto de la IA

En el caso de uso de la IA, la especialista Solveig Hofvind, jefa de sección de cribado del cáncer de mama y responsable del BreastScreen Norway del Registro de Cáncer de Noruega, presentó los resultados de un estudio llevado a cabo en el país nórdico sobre 661.96 exámenes mamográficos digitales. Este concluye cómo el uso de la IA puede conducir a una detección más temprana de los cánceres de mama. “El conjunto de datos incluyó 3.807 cánceres de mama detectados por cribado y 1.110 cánceres de mama de intervalo, es decir, aquellos que se diagnosticaron entre una mamografía de detección de rutina y la siguiente”, explicó Hofvind.

“Cuando se dividieron en dos los exámenes realizados y la IA utilizó el 50 por ciento como umbral para la puntuación baja frente a la alta, se identificaron como positivos el 99,3 por ciento de los tumores detectados por cribado y el 85,2 por ciento de los cánceres de intervalo”, especificó la experta. Así, también aclaró que se consideraron negativos el 17 por ciento de los resultados positivos, 2.725 de 16.040.

Más de 200 mutaciones

Los expertos esperan que en un futuro la IA permita personalizar los cribados, pero todavía se necesitan más estudios. No obstante, esta personalización depende en gran medida de la genética y de los avances en esta área. Los recientes estudios que se han realizado a gran escala permiten determinar con mucha precisión el riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres con mutaciones en genes de alto riesgo como BRCA1 y BRCA2.

Montserrat García-Closas, profesora de epidemiología del Institute of Cancer Research and Imperial College en Londres, apuntó que “el conocimiento sobre el riesgo y qué variantes en estos genes y cuantos genes están involucrados es bastante pobre dada la importancia que tienen, ya que pueden estar asociados a riesgos muy altos”. El actual conocimiento sobre el genoma y las alteraciones que puede haber en el mismo ha permitido avanzar mucho en el entendiendo sobre el mismo y su impacto. “Se ha avanzado mucho para entender cuál es esta parte de susceptibilidad, a la que llamamos poligénica, y aquí no estamos hablando de una mujer en específico, sino de la suma de muchas alteraciones pequeñas y, hasta ahora, se han descubierto hasta 200 que se pueden traducir en un índice de riesgo poligénico”, apuntó García-Closas.

La especialista subrayó que la puntuación de riesgo poligénico (PRS) puede mejorar la capacidad para predecir el riesgo de cáncer de mama, especialmente cuando se combina con factores de riesgo tradicionales como los antecedentes familiares, factores hormonales y de reproducción, y densidad mamaria en una mamografía. “La PRS podría conducir a programas de cribado personalizado según riesgo en lugar de depender únicamente de pautas basadas en la edad. En la actualidad, ensayos clínicos como WISDOM en EE. UU. y MY-PEBS en Europa están evaluando los beneficios prácticos, los costes y la eficacia de utilizar estos índices de riesgo poligénicos para mejorar la cuantificación del riesgo individual y se esperan resultados en los próximos cinco años”, aseguró.

Menos es más

Por su parte, José Ignacio Sánchez Méndez, cirujano en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, quiso destacar que, en ocasiones “en cáncer de mama menos es más”. El especialista señaló que “en la mama desde los años 70 hemos venido contando que hacer cirugía conservadora más radioterapia era equivalente a hacer una mastectomía, qué es lo que se estaba haciendo hasta entonces, pero esta idea ha costado bastante consolidarse”. Evidentemente, el tratamiento para cada paciente deberá ser manejado según sus necesidades, sin embargo, “que cada vez hay datos más sólidos para afirmar que, en igualdad de circunstancias, la cirugía conservadora más radioterapia proporciona mejor supervivencia global”, subrayó.

Asimismo, la crioablación es otra de las técnicas mininamente invasivas que está demostrando muchos beneficios para algunas pacientes. “Una técnica de ablación con frío permite realizar la destrucción tumoral en consulta a través de una incisión de menos de dos milímetros, como tratamiento quirúrgico definitivo para un grupo seleccionado de pacientes”.

El experto destacó el estudio SENOMAC que ha confirmado la validez de las conclusiones del estudio ACOSOG Z0011 sobre la no necesidad de completar la disección axilar cuando hay menos de tres ganglios centinelas afectos, en escenarios poco representados o no contemplados en el mismo como la mastectomía o la infiltración periganglionar.

RAGMA24

Las diferentes sesiones de RAGMA tratarán los aspectos más importantes en el tratamiento del cáncer de mama, destacando las valiosas contribuciones de GEICAM. “Por ejemplo, los estudios de GEICAM nos han permitido identificar qué subgrupo de pacientes con cáncer de mama triple negativo realmente se benefician del tratamiento con capecitabina, lo que representa un avance significativo hacia la medicina personalizada”, explicó Alés.

Otros progresos incluyen la introducción de agentes dirigidos a pacientes con tumores que tienen alteraciones específicas, como inavolisib para mutaciones en PIK3CA o elacestrant para mutaciones en ESR1. Por otro lado, a medida que se recopilan datos sobre subgrupos menos frecuentes de pacientes con cáncer de mama o con predisposición a desarrollarlo, es posible establecer mejor los riesgos reales para ciertas poblaciones y, en el futuro, a nivel individual, señaló Alés. Por ejemplo, se estima que el riesgo real de desarrollar cáncer de mama para portadoras de mutaciones patogénicas en BRCA2 puede ser un 15-20 por ciento más bajo de lo que se pensaba anteriormente.

En el campo de los anticuerpos conjugados con citotóxicos, se continúan ampliando las indicaciones de los medicamentos existentes, como sacituzumab govitecán o trastuzumab deruxtecán (T-DXd), y se investiga activamente con nuevos compuestos, como datopotamab deruxtecán (Dato-DXd).


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