La irrupción del brote de Covid-19 ha generado disrupciones en otras enfermedades. Una de las que más ha sufrido este impacto, por su alcance y magnitud, es el cáncer. Para abordar cómo ha afectado la pandemia al abordaje de esta enfermedad, la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia) reunía este miércoles a varios expertos en la materia en un seminario online.
Análisis de la situación
Según Bettina Ryil, fundadora de de la Red Europea de Pacientes de Melanoma, el primer paso para trabajar en esta materia sería ver qué impacto ha tenido la irrupción de este nuevo coronavirus en los tratamientos de pacientes de cáncer. Ryil afirmaba que lo que es seguro es que se han producido irregularidades en los mismos, por lo que es urgente monitorizarlas y tratar de solventarlas lo antes posible.
Martin Seychell, subdirector general de Salud y Seguridad Alimentaria en la Comisión Europea consideraba que lo importante es pensar en el período posterior a la crisis de Covid-19. En este sentido, señala que hay que aclarar de qué manera se va a recuperar el abordaje de estos pacientes. Considera que una de las enseñanzas positivas que puede dejar este crisis es que la sanidad debe ser considerada como una inversión y no como un gasto. Esto, según Seychell ayudará a atender a los pacientes tanto de cáncer como de otras afecciones en caso de futuras crisis.
También Ryil aportaba esta perspectiva ‘positiva’ respecto a los aprendizajes que puede dejar la crisis del coronavirus. Y es que opinaba, que a pesar de toda el impacto negativo del virus, es importante poner en valor las necesidades del sector sanitario, así como poner en marcha estrategias en las que los pacientes sean prioritarios.
Colaboración multidisciplinar
La directora de la Efpia, Nathalie Moll, señalaba que, teniendo en cuenta el ‘estrés’ generado por la pandemia, en necesario contribuir desde diferentes ámbitos. Así, instaba a no trabajar únicamente a nivel de I+D o suministros, sino detectando las necesidades de los sistemas sanitarios para poder cubrirlas. Siguiendo este hilo, aludió al pragmatismo y al trabajo conjunto como herramientas para conseguir soluciones eficaces. Y es que, según resaltaba Moll, una de las peculiaridades de esta pandemia es que la situación es muy cambiante. Por ello, planteó la necesidad de estar alerta constantemente para ver los retos que vayan surgiendo semana a semana.
Una de las áreas a mejorar, según Matti Aapro, presidente de la European CanCer Organization (ECCO) es la comunicación a pacientes en tiempos de Covid-19. Aapro coincidía con Moll en que detectar las necesidades sanitarias para reorganizar los recursos es fundamental. Aseguraba que es necesario mantener un diálogo fluido con la CE en el que el cáncer tenga un papel protagonista, para no dejar de lado a estos pacientes en plena pandemia.
Covid-19 y Plan Europeo de Cáncer
La creación de un plan de cáncer a nivel europeo es uno de los proyectos más esperados a nivel sanitario. A este respecto Moll incidía en el carácter disruptivo de la Covid-19 en el seguimiento del cáncer, para tener en cuenta estas situaciones excepcionales e incluirlas en el plan. La directora general de la Efpia considera que es comprensible la paralización de los procesos en otras enfermedades puesto que este nuevo coronavirus ha irrumpido de improvisto. No obstante, opinaba que la prioridad una vez pase este primer impacto es recuperar el tiempo perdido con los pacientes de cáncer.
Martin Seychell se mostraba de acuerdo con Moll en esta idea. Por ello indicaba que en cuanto se reduzca la gravedad, urge que todos los agentes implicados se pongan al día con el Plan Europeo de Cáncer. Explicaba que en este período se han interrumpido, por ejemplo, procesos de cribado que son muy importantes para controlar la incidencia del cáncer. Asimismo, sobre los programas de cribado, Seychell precisaba que habrá que analizar el impacto de la detención de los programas de cribado según se vaya recuperando la normalidad.
Sobre el Plan Europeo de Cáncer, Matti Aapro animaba a que, cuando se reanude el trabajo, se tengan en cuenta todas las voces que tienen algo que decir al respecto.
Aprender de la experiencia
Al hablar de las consecuencias de esta crisis, Martin Seychell apuntaba que el objetivo es que esta crisis no dure más de lo que está destinada a durar. Para ello, indicaba que es fundamental aprender de la experiencia, viendo lo que ha sucedido en otras ocasiones para no cometer los mismos errores. Seychell explicaba que una de las consecuencias de este tipo de situaciones, es que dejan al desnudo a los sistemas sanitarios. Esto también es útil para detectar debilidades y solventarlas.
En pacientes de cáncer las áreas prioritarias a reforzar según Seychell son la y el diagnóstico, para identificar a todos aquellos pacientes que necesitan tratamiento. Además, también aludía a la necesidad de recuperar el tiempo perdido en materia de innovación. Y es que, consideraba que una de las mayores dificultades residiría en encontrar la fórmula para acercar la innovación a pacientes de una manera eficiente. En este sentido, puntualizaba, incluir estos puntos en un Plan Europeo de Cáncer, es fundamental.
Nathalie Moll también incidía en recuperar el acceso a la innovación. Para ello señalaba como aspecto fundamental revisar la asignación de recursos financieros. Así se evitaría el ‘malgasto’ que se ha detectado en algunos sistemas sanitarios y poder optimizar los recursos disponibles. Sobre este aspecto, Bettina Ryil animaba a aprovechar el potencial que ofrece el trabajo colaborativo para aplicarlo a investigación y asistencia sanitaria.
Detectar y compartir las ‘best practices’
Dentro del Plan Europeo de Cánver, según Matti Aapro, también sería indispensable prestar atención a las inequidades por territorios. Siguiendo este hilo resaltaba que hay países con sistemas sanitarios más sólidos que permiten, dentro del contexto actual, prestar más atención a los pacientes oncológicos. Por ello, concluyó, es imperativo esforzarse en detectar las mejores prácticas en cada territorio para poder extenderlas a otros lugares y alcanzar así una mejora global.
En este sentido, Nathalie Moll afirmaba que poner en común las líneas de actuación en oncología dentro de la situación actual para ver qué opciones están reportando mejores resultados, puede ser de gran ayuda. Medir los resultados, puede ser de gran utilidad, exponía Bettina Ryil, para evaluar qué alternativas funcionan mejor. El objetivo final, concluía Moll, es que con todo esto se desarrollen métodos de actuación que más allá de situaciones excepcionales permitan prestar atención a todo el ecosistema sanitario.
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