Seguridad/ Es necesario gestionar el riesgo por ser inherente a la actividad sanitaria

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redaccion Madrid | viernes, 15 de marzo de 2013 h |

La Consejería de Sanidad de Valencia trabaja en la implantación en todos los departamentos de salud de la comunidad de un Sistema de Notificación de Incidentes y Eventos Adversos (Sinea), tal y como ha señalado el secretario autonómico de Sanidad, Manuel Escolano.

Se trata de un sistema en el que de manera confidencial, ágil y voluntaria, los profesionales pueden notificar los efectos adversos, aunque no hayan generado un daño. Una vez notificados, toda esta información se canaliza con el objetivo de recopilar y analizar las incidencias y así poder adoptar medidas de mejora. El sistema no es punitivo, por lo que las notificaciones las puede realizar cualquier profesional en contacto con el proceso asistencial, tanto desde los centros de salud como desde los hospitales.

Escolano, durante la Jornada Gestión de la Seguridad del Paciente, ha recordado que mejorar la seguridad es una de las prioridades del sistema sanitario valenciano. Precisamente con esta finalidad se puso en marcha en 2009 el Plan de Gestión de la seguridad del Paciente de la Comunidad Valenciana, que contempla la implantación de diversas prácticas seguras (higiene de manos, listado de verificación quirúrgica, prevención de úlceras por presión, etc.), así como la puesta en marcha del Sinea.

Para el secretario autonómico, la seguridad del paciente ha ganado protagonismo en los últimos años, al ponerse de manifiesto que los eventos adversos ligados a la asistencia sanitaria son un problema de salud pública. Se trata de un componente fundamental de la calidad asistencial y debe estar presente en la actividad diaria de los gestores sanitarios. El riesgo es algo inherente a la mayoría de las actividades sanitarias, por tanto se hace necesario gestionarlo. El objetivo de la gestión de riesgos es identificar estas situaciones e implantar barreras para su reducción y prevención. Es decir, evitar los eventos adversos evitables y disminuir las consecuencias de los inevitables.

En este sentido, el abordaje de la gestión de riesgos incluye el fomento de la notificación interna, tratar la seguridad del paciente como un problema de equipo y no individual y con un enfoque de sistema y no punitivo.