| lunes, 18 de marzo de 2013 h |

El Servicio de Neumología del Hospital de Sant Pau de Barcelona ha aplicado por primera vez en España la termoplastia bronquial en pacientes con asma grave o muy grave, refractarios a los tratamientos habituales, que representan entre un 3 y un 5 por ciento del total de pacientes asmáticos.

La técnica utiliza un broncoscopio flexible por vía endoscópica, a través de nariz o boca, para introducir un catéter conectado a un aparato de radiofrecuencia que genera calor y se aplica directamente en contacto con la mucosa bronquial. “De manera protocolizada y paulatina, se aplica calor en todos los bronquios visibles y alcanzables con el broncoscopio, para disminuir la capacidad de contracción de los bronquios a partir de la reducción de su musculatura, que se logra por ablación”, explica Alfonso Torrego, jefe de la Unidad de Broncoscopia de Sant Pau.

El procedimiento, que se realiza de manera ambulatoria, disminuye el riesgo de padecer ataques de asma pero no es curativo, ya que las capas de musculatura son milimétricas y el catéter no puede alcanzar los bronquios más pequeños. Por tanto, no elimina la medicación, pero sí reduce de forma muy significativa el uso de la inhalación de rescate, como explican las propias pacientes que han recibido esta terapia de forma pionera, y mejora los síntomas y la calidad de vida.

Según detalla Torrego, la termoplastia requiere tres sesiones que se realizan en días diferentes de una misma semana, y a continuación ofrece una eficacia continuada que se ha comprobado en otros grupos europeos en estudios de seguimiento a cinco años. En principio, consideran que no será necesario planificar un segundo tratamiento, si bien es algo que podrán comprobar a largo plazo.

En cuanto a posibles contraindicaciones de la termoplastia, Torrego señala que no existen demasiados supuestos formales, si bien pacientes que coexisten con otras enfermedades pulmonares, como el tabaquismo, dejarían de ser candidatos a ella. Aunque se trata de una técnica bastante segura, durante las primeras horas se producen efectos secundarios transitorios como empeoramiento de la tos o mayor mucosidad, que mejoran en pocos días.

De momento, son 5 pacientes los que se han beneficiado de este procedimiento desde el tercer trimestre de 2012 en el Hospital de Sant Pau.