José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 15 de mayo de 2015 h |

Un estudio presentado en la European Stroke Conference confirma la superior eficacia del tratamiento endovascular sobre la sonotrombolisis en el abordaje de los ictus isquémicos. En el trabajo, realizado por expertos del Departamento de Neurología de la Universidad de Friburgo (Alemania), se incluyeron 132 pacientes que habían sufrido o una oclusión en la bifurcación carotídea o un accidente severo en la arteria cerebral media. 59 de los pacientes recibieron sonotrombolisis (rt-PA intravenoso más ultrasonidos) y 73 pacientes recibieron tratamiento endovascular (rt-PA intravenoso más el empleo de un stent).

El objetivo principal del estudio era evaluar la independencia funcional de los pacientes depués de un periodo de neurorrehabilitación. La principal conclusión de la investigación fue que los pacientes que siguieron tratamiento endovascular tenían 3,89 veces más probabilidades de alcanzar la independencia funcional. Asimismo, el estudio también muestra que la probabilidad de alcanzar esta independencia funcional es 5,61 veces más elevada en los pacientes con oclusión en la bifurcación carotídea, mientras que, en el caso de los pacientes que habían sufrido un accidente severo en la arteria cerebral media, la probabilidad era sólo 1,07 veces mayor.

Cambio de paradigma

Como señala Elena López-Cancio, adjunta del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, en los últimos meses “se está produciendo un cambio de paradigma en el tratamiento de estas patologías, ya que, recientemente, han aparecido estudios que señalan la superioridad del tratamiento endovascular sobre la sonotrombolisis”. A pesar de que los abordajes endovasculares se practican de forma habitual desde hace años, esta experta apunta “a que era muy necesario que hubiera más evidencia científica sobre su verdadera eficacia”.

López-Cancio también comenta que, aunque la sonotrombolisis es una terapia que se realiza desde hace muchos años y no es invasiva, las probabilidades de lograr una adecuada recanalización de la arteria son relativamente bajas, “del 10-30 por ciento”. De todos modos, añade López-Cancio, este abordaje se sigue practicando de forma habitual.

A juicio de esta experta, sería necesario mejorar los circuitos de derivación de pacientes para que aquellos que se pueden beneficiar de un tratamiento endovascular “lleguen cuanto antes mejor a los centros donde se pueden llevar a cabo”.

Reperfusión vs. recanalización

Otro de los trabajos destacados ha sido un estudio multicéntrico liderado por investigadores de la Universidad de Lyon (Francia), que señala que la reperfusión obtiene mejores resultados que la recanalización en la evolución de la zona de penumbra de los pacientes que han sufrido un infarto cerebral.

Salvador Pedraza, del Instituto de Investigación Biomédica de Girona, ha participado en este estudio y comenta “que pensábamos que la reperfusión era consecuencia de una buena recanalización, y que ésta era el factor clave en la recuperación”. Pero los resultados del estudio “muestran que no es así, ya que la reperfusión es más importante, y no siempre es resultado de la recanalización”. En este trabajo se incluyeron 42 pacientes con infarto cerebral y oclusión arterial. Tras el tratamiento con rt-PA intravenoso, los investigadores vieron que “14 pacientes que no se recanalizaron sí consiguieron reperfundirse”. Otro dato relevante es que, en los pacientes reperfundidos, “la zona de penumbra crecía un 5-10 por ciento, mientras que en el resto crecía un 40 por ciento”.

Este experto señala que, probablemente, en la posibilidad de alcanzar la reperfusión es muy importante el papel de la circulación colateral. “Por eso, sería necesario desarrollar estrategias para potenciarla, aunque los ensayos clínicos que se han llevado a cabo hasta ahora en este sentido no han logrado buenos resultados”.

Hiperlipidemia y riesgo de sangrado

Por otro lado, un estudio liderado por Rafael Pérez Noguera, médico residente del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla, señala que la hiperlipidemia puede ser un factor de riesgo de sangrado en pacientes que han sufrido una hemorragia intracraneal. En el estudio, que incluyó 89 pacientes, vieron que “de los pacientes con más riesgo de sangrado, el 52,9 por ciento presentaban hiperlipidemia”, comenta este experto.

Pérez Noguera señala que la hiperlipidemia se suele asociar a otros factores de riesgo, como el síndrome metabólico, lo que podría explicar esta relación. Asimismo, añade que “la presencia de hiperlipidemia podría ser un factor a tener en cuenta a la hora de decidir si se administran terapias anticoagulantes a estos pacientes”.

El tratamiento endovascular es especialmente eficaz
en la oclusión de la bifurcación carotídea

Señalan que la reperfusión
es más importante
que la recanalizacion
tras un infarto cerebral