CANTABRIA
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REDACCIÓN
Madrid
Las Unidades Funcionales de Seguridad del Paciente y Gestión de Riesgos impulsadas por la Consejería de Sanidad de Cantabria han servido para coordinar diversas actuaciones relacionadas con la seguridad del paciente, como la elaboración de un manual de cuidados de úlceras por presión y heridas crónicas, el control de la infección nosocomial, el control del dolor posquirúrgico de los pacientes durante su estancia hospitalaria y el sistema de identificación de pacientes mediante brazaletes.
Evaluación de proyectos
Según ha explicado el titular del ramo, Luis Truan, durante la inauguración de la “Segunda Jornada Resultados de la implantación de estrategias de seguridad del paciente en Cantabria” —organizada por la Subdirección de Desarrollo y Calidad Asistencial del Servicio Cántabro de Salud (SCS) para evaluar las actuaciones realizadas e incorporar a la actividad asistencial las acciones de mejora obtenidas en la implantación de estrategias de seguridad clínica— el objetivo de estas unidades era “potenciar, desarrollar y evaluar” acciones dirigidas a impulsar una práctica asistencial segura y se ha complementado con el proyecto de atención al paciente polimedicado, la reducción de errores de medicación mediante la prescripción informatizada y la formación básica de los profesionales.
Por su parte, la subdirectora de Desarrollo y Calidad Asistencial del SCS, Felisa Lois, ha insistido en que la seguridad clínica no es sólo un objetivo sino que representa una innovación en la forma de realizar, organizar y planificar las actividades, pues trabajar en seguridad es “sinónimo” de trabajar en calidad.
En esta tarea de promocionar la cultura de la seguridad clínica, según Lois, la implicación de los profesionales es “fundamental” y ésta se está demostrando con la participación en varios cursos de formación de más de 6.000 trabajadores del SCS, por lo que el reto inmediato es buscar también la complicidad de los ciudadanos para que sean corresponsables en el cuidado de su salud.
Resultados favorables
Por el momento, la predisposición de unos y otros parece favorable y así lo reflejan los resultados de la evaluación de la adhesión de profesionales a la utilización del brazalete identificativo, así como los datos de la encuesta realizada a los pacientes durante la “Semana de Adhesión a la Identificación de Pacientes”, celebrada la última semana de noviembre de 2010. Ambos cuestionarios han constatado las opiniones positivas y la implicación de la mayoría de los consultados respecto a la identificación inequívoca de los enfermos.
Valdecilla como ejemplo
En cuanto a la seguridad del medicamento, durante el encuentro se han presentando los datos de la implantación de la receta electrónica —cuyo proceso finalizará durante este año, según previsiones de la consejería—y los resultados del programa de seguridad del paciente polimedicado desarrollado bajo la coordinación de la Unidad de Farmacovigilancia, destacando la experiencia desarrollada en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander con su sistema de prescripción electrónica asistida (PEA), que está reduciendo los errores en la prescripción durante sus cuatro años de progresiva puesta en marcha.
