CONFERENCIA
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Cecilia Ossorio
Barcelona
La meta del Pacto por la Sanidad se desdibuja empañada por los retrasos. Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida y presidente de la Comisión de Sanidad y Consumo en el Congreso, no tiene prisa y considera que hay que tener flexibilidad en la fase final de la negociación.
“En 2010, mejor antes del verano que a finales de año, tendremos las líneas fundamentales del pacto listas”, aseguró a GM en el marco de la conferencia “Pacto por la Sanidad Pública” que impartió en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Llamazares se muestra optimista y cree que habrá pacto con las comunidades autónomas y en el ámbito político, pero hace hincapié en que debe ser ambicioso y no un pacto “de mínimos”, como teme. A su juicio, los principales obstáculos serán la financiación y el debate sobre los modelos de gestión.
Un punto fundamental es que “sería insuficiente” que el pacto quedase únicamente en el actual, entre comunidades autónomas y administración central. “Tiene que haber acuerdos tan fundamentales como los recursos humanos, el gasto farmacéutico, la racionalización o la gestión”, puntualizó. Además, Llamazares quiere que se aborde el tema de la formación sanitaria, pues “si la formación de los profesionales se degrada, cuestionamos uno de los pilares del sistema sanitario de nuestro país, y corre el peligro de degradarse por algunas iniciativas privadas escasamente pensadas”, indicó.
Dos son los elementos esenciales que, en su opinión, tendrían que sentar las bases del pacto. Uno es que se tenga en cuenta el acuerdo político parlamentario y “más allá de un acuerdo de gestión, haya un acuerdo estratégico”. El otro, el paso de una estructura de expertos a una “participada” por los ciudadanos y los propios profesionales.
Estos ámbitos de negociación no están libres de riesgos. En el de CC.AA. y Administración central, el riesgo es el acuerdo de mínimos; en el de la participación social, el riesgo corporativo, de oponer las fuerzas internas a la ciudadanía; y en el contexto parlamentario, está el riesgo del bloqueo. “Si la posición del PP radica en el ‘o hay nueva financiación o no hay acuerdo’, seguramente no lo haya, porque no está en la perspectiva abrir una nueva financiación”, subraya.
Llamazares no cree que el sistema sanitario esté en crisis: “Es una paradoja que cuando nosotros vamos otros vuelven, que se acepte como moderno en nuestro país el planteamiento privatizador, y que EEUU se plantee si no es necesario introducir un mayor equilibrio entre lo privado y lo público”.
Asimismo, aboga por que Sanidad ejerza una competencia de dirección de carácter general. En su opinión, el actual fondo de cohesión envuelve una carcasa, no una dirección sanitaria. También sugiere incluir en el pacto un calendario de convergencia del gasto sanitario nacional con el gasto medio de la UE.