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Dos miembros del Pleno de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) estudian la posibilidad de dimitir. El secretario y el vicesecretario, Emilio Villa y Antonio Ramos, plantearon esta posibilidad ante la división que existe en la actualidad en el órgano directivo en torno a la reforma de los estatutos, según han explicado fuentes internas del colegio. De confirmarse las renuncias, la presidenta, Sonia López Arribas, quedaría en una posición más que delicada. Una dimisión más y tendría que convocar elecciones.
Los estatutos dictan en su artículo 19 que en el caso de que se produzcan vacantes en más de la mitad de los miembros de la Junta Directiva, deberán convocarse nuevos comicios. Ya el pasado mayo cuatro vocales presentaron su dimisión. Tres renuncias más y la presidenta se vería obligada abandonar el cargo.
La incapacidad de la Junta para presentar un nuevo texto para modificar las relaciones contractuales entre el colegio y las empresas han agotado la paciencia de Ramos y Villa. Ante las cerca de 50 enmiendas, el órgano directivo decidió la redacción de un nuevo texto para la modificación de los estatutos. Acordaron entonces que los contratos de una cuantía superior a 20.000 euros deberían recibir un apoyo del 51 por ciento de la Asamblea y que durante votación la presencia de compromisarios debería ser del 30 por ciento como mínimo, según las mismas fuentes.
El redactado nunca convenció a López Arribas que decidió suspender la Asamblea de Compromisarios del pasado viernes 28 de junio, explican miembros del Colegio.
Un contable en el Icomem
Las cuentas del colegio se han convertido en otro tema de debate habitual y de distanciamiento en la Junta. A pesar de la oposición insistente de la presidenta, la Junta Directiva ha decidido la contratación de los servicios de un contable para la supervisión de las cuentas, según han explicado fuentes de la corporación. López Arribas ha tratado de evitar en vano su asistencia al colegio.
El pasado viernes el contable comenzó acudió a la sede de la institución para desempeñar su función y conocer la situación real de la institución.
Sierra insiste
Por su parte, El Icomem respondió la semana pasada al compromisario Guillermo Sierra que no le entregará la documentación que requirió en mayo. En una carta sin firma, el colegio argumenta que no puede facilitarse esa información amparándose en el derecho a la intimidad y en la Ley de Protección de Datos.
Como respuesta, Sierra ha enviado una nueva carta a la presidenta en la que insiste en que la Asamblea de Compromisarios es un órgano interno de la institución. “Tenemos la obligación de supervisar. No puedo cumplir con mi función si no me dan los datos”, destaca.
El descontento general en el Colegio de Médicos de Madrid se ha expandido hacia la Comisión de Estomatología. Su presidente, Julio González Iglesias, que apoyó en su día la candidatura de la actual presidenta, Sonia López Arribas, lamenta que no se hayan visto cumplidas las promesas que en su día le hizo la entonces candidata.
González Iglesias ha expresado su decepción con la actuación de López Arribas al frente del colegio y la acusa de no haber cumplido hasta ahora con ninguno de los puntos de la campaña electoral que le llevaron a ocupar el cargo.
Entre estas propuestas se encontraba la creación de la propia comisión y la cesión de la antigua sede del Icomem, situada en la calle Esparteros. “Tardaron más de un año en crear la comisión y no han puesto un céntimo de presupuesto todavía”, afirma el presidente de la Comisión de Estomatología.
Uno de los objetivos de los estomatólogos era la utilización de la nueva sede para impartir cursos de formación, pero lamentan que no se les haya facilitado el material necesario para desempeñar esta tarea. “No tenemos medios y en una situación tan precaria no podemos hacer ninguna planificación”, insiste.
