Aproximadamente el 2 por ciento de la población padece alopecia areata (AA), una enfermedad autoinmune que puede causar la pérdida de cabello no solo en la cabeza, sino también en las pestañas, cejas y barba. Los pacientes que la sufren afirman que no solo pierden el pelo, sino que también experimentan “una pérdida de identidad y falta de autorreconocimiento”. El cabello es un rasgo que puede definir la identidad y la imagen social de las personas, y su pérdida tiene un fuerte impacto en la salud mental de los afectados.

Por todo ello, Lilly, en colaboración con la Asociación Alopecia Comunidad de Madrid y la ilustradora e influencer Pedrita Parker (@pedritaparker), ha lanzado la iniciativa ‘No es solo pelo’. Una campaña que recrea algunos de los “pelos más famosos de la historia” mediante siluetas de personajes icónicos y muestra qué sucedería si estos personajes perdieran su característico cabello. El objetivo es destacar visualmente el papel que el pelo juega en nuestra vida diaria al definir y reconocer nuestra imagen exterior. Esta iniciativa busca fomentar la empatía hacia los pacientes que viven con alopecia areata, con el propósito de romper estigmas sociales.

Este proyecto también persigue visibilizar e incrementar la percepción de la alopecia areata como una enfermedad que va más allá de un problema estético. Invita a reflexionar sobre las consecuencias de los estereotipos y percepciones de la sociedad en cuanto al papel del cabello en nuestras vidas. Según Sergio Vañó, ex-presidente del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y Secretario General de la Sociedad Europea de Investigación en Tricología se trata de una de las formas más “devastadoras” de alopecia, ya que “cambia completamente la forma que el paciente tiene de verse a sí mismo. Y la forma en que los demás le ven. Por ello es común que sus conocidos les pregunten si están enfermos o si ha recibido quimioterapia. Por tanto, el impacto emocional y sobre la calidad de vida suele ser muy grande”.

Más allá de lo estético

La alopecia areata es una patología que afecta a hombres y mujeres de cualquier raza, género y edad. Esta enfermedad tiene consecuencias significativas en la salud mental, provocando en algunos casos ansiedad, estrés, depresión y/o déficits sociales y funcionales; e incluso, puede llevar a ideación suicida, intentos autolíticos o suicidio.

En este sentido, la carga de la AA a largo plazo se extiende a múltiples aspectos de la vida, incluyendo la disminución de la autoestima, como reporta el 32,9 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad. Además, los pacientes señalan la estigmatización y reconocen dificultades en las relaciones personales con familia y amigos, así como en la realización de actividades diarias. Las mujeres, en comparación con los hombres, tienden a experimentar con mayor frecuencia una calidad de vida gravemente deteriorada. Por su parte, los pacientes menores de 40 años reportan un mayor impacto en su vida cotidiana en comparación con los mayores de 40. Para el 51,5 por ciento de las personas con AA, hablar con otras personas o con un profesional sanitario es el mecanismo más utilizado para enfrentar su patología, seguido de la realización de ejercicio o la práctica de algún deporte.


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