La irrupción del Covid-19 en nuestro país ha roto los esquemas también a los centros de atención primaria. En las comunidades autónomas más afectadas, como la Comunidad de Madrid, Cataluña o la Comunidad Valenciana, los médicos de familia han asumido ya el seguimiento domiciliario de los pacientes afectados por la infección que no precisan hospitalización.

Pero no ocurre así en todas las regiones. Lorenzo Armenteros, miembro de la Comisión Permanente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica la situación a GM.

“En este momento no hay una estrategia común; hay estrategias parciales y muy en la línea, pero hace falta una estrategia común, que todos podamos tener un protocolo de acción en base a la mejor actuación y a la equidad con los pacientes”, reclama.

Armenteros asegura que el papel asumido por los centros de salud en esta crisis sanitaria resulta muy heterogéneo. “Depende, sobre todo, del número de afectados en las comunidades autónomas”, explica.

Consultas telefónicas

Eso sí, hay prácticas que ya están en marcha en todas ellas. Por ejemplo, destaca que se han cambiado las consultas presenciales a telefónicas y que el consejo de no acudir a los centros sanitarios es común en todas ellas.

Lorenzo Armenteros (SEMG).

Los centros de salud están actuando, según explica Armenteros, a dos niveles. Por un lado, proporcionando información y desarrollando la actividad diaria que se pueda realizar por teléfono. Por otro, realizando el seguimiento de algunos de los pacientes que pueden estar en cuarentena o con sintomatología moderada.

En este caso, el médico de familia realiza llamadas periódicas para dar la tranquilidad al paciente de que está vigilado por personal sanitario.

Por otra parte, en los lugares más afectados, como la Comunidad de Madrid, se ha puesto en marcha un dispositivo especial para minimizar el contacto con posibles enfermos contagiados.

De este modo, una pareja de médico y enfermera recibe en el centro a los pacientes con sintomatología respiratoria, optimizando los medios de protección. A partir de ahí, se hacer un triaje y se determina si el paciente debe recibir atención hospitalaria.

En las comunidades con mayor número de afectados la primaria hace el seguimiento de los casos leves en domicilio


No obstante, en opinión de Armenteros, es básico trazar un plan común que permita compartir las mejores prácticas para que todos los médicos de familia puedan ofrecer asistencia con idéntico criterio.

IInvestigadores y docentes

El aumento de casos y la saturación de la atención hospitalaria también está haciendo mella en primaria. Los equipos, mermados de antemano, se enfrentan a nuevas bajas o casos de aislamiento en sus plantillas.

José María Molero.

José María Molero, miembro del Grupo de Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), plantea como apoyo la incorporación de profesionales que en estos momento realizan otro tipo de actividades.

“No hay más médicos de primaria o pediatras, pero habría que pensar en recuperar a médicos que no pueden ejercer directamente, porque tienen algún tipo de problema de salud crónico que les impide estar físicamente en la consulta, pero que pueden atender el teléfono, por ejemplo”.

También se puede recurrir a médicos que están volcados en la investigación y la docencia, que no se hacen ahora mismo, para reforzar los equipos en la medida de lo posible. Habría que analizar estos casos y proporcionar la cobertura legal correspondiente para que puedan prescribir.

De igual modo hace hincapié en las dificultades para acceder a los equipos de protección para los profesionales, lo que exige limitar la atención domiciliaria, para evitar nuevos contagios.

En la Comunidad de Madrid un profesional de medicina y de enfermería hacen el triaje en problemas respiratorios


Otra medida necesaria, en su opinión, es diseñar algún tipo de estructura de atención a pacientes mayores y con comorbilidades que, sin revestir gravedad, carecen de medios en su domicilio para seguir un aislamiento.

No se trata de derivar al hospital, sino de garantizar que tienen una atención adecuada durante esta etapa, con la supervisión del médico de familia, subraya.

Para finalizar, considera fundamental habilitar o establecer algún mecanismo para que los pacientes en situación grave puedan ser trasladados de la manera más rápida posible al hospital.

En muchos casos, subraya, el 112 acumula muchas horas de retraso y la solución de emplear un transporte privado dispara el riesgo de nuevos contagios, concluye.


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