No por anunciada, la noticia fue bien recibida. Tras el proceso de adjudicación de plazas MIR, 459 de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) se han quedado sin cubrir, más del doble que en la convocatoria anterior. En esta ocasión, el Ministerio de Sanidad ofertaba 2.492 plazas de Familia, 37 más que el año pasado, un reparto récord que se traduce también en un récord de vacantes desiertas. “Si manteniendo las mismas condiciones aumentamos el número de plazas, queda un mayor porcentaje; es estadística pura”, lamenta la presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Pilar Rodríguez Ledo.

El proceso de elección de plaza por parte de los aspirantes para los próximos cuatro o cinco años acabó el viernes, 19 de abril, con un total de 473 sin cubrir. 12 eran de Medicina Preventiva y Salud Pública, mientras que dos correspondían a Medicina del Trabajo. Las restantes fueron de Familia, que prolonga otro año más una situación delicada: el 18,4 por ciento de las plazas ofertadas (2.492) se han quedado vacantes. Para el miércoles, 24 de abril, está programada una sesión extraordinaria de ‘repesca’ para aquellos que no hubieran sido adjudicatarios de plaza y aspirantes del cupo de extracomunitarios.

La precariedad que atraviesan los centros de salud está teniendo ahora un reflejo en la elección de plazas de residente. Según el informe del Ministerio de Sanidad, Cataluña es la comunidad donde más plazas se han quedado desiertas, con 98. Le sigue Castilla y León, donde 81 se han quedado vacantes. También superan el medio centenar Andalucía (64), Galicia (63) y Extremadura (61). Sólo la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Cantabria han conseguido cubrir todas sus plazas. “Está claro que no se llenan las expectativas, porque la necesidad de recursos humanos y de formar a futuros médicos de Familia es inmensa”, reitera Rodríguez Ledo.

“Esto no refleja un desprestigio, sino unas condiciones laborales que a la población joven no le parecen apetecibles”

Ante este escenario, las sociedades científicas de Atención Primaria (AP) coinciden en el diagnóstico: el problema es de condiciones, no de desprestigio. Para la responsable de la SEMG, “esto no refleja un desprestigio de la especialidd, ni mucho menos, sino unas condiciones laborales que a la población joven no le parecen apetecibles”. Rodríguez Ledo recuerda que las encuestas de satisfacción conceden a los profesionales de AP “una puntuación, al menos, igual que la mejor de las especialidades, cuando no superior”.

Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) muestran su “preocupación” por la tendencia de los últimos años. “Esperábamos este año una mejor respuesta”, admite María José Gamero, miembro de la junta directiva, aunque recuerda que “la situación en Atención Primaria no ha cambiado mucho”. Actualmente, la especialidad ofrece “las mismas condiciones que en años anteriores”, lo que ha llevado a los residentes a “valorar otras opciones”. “En muchos casos, prefieren no escoger Medicina de Familia por sus condiciones e, incluso, prefieren no elegir nada”, lamenta Gamero. En la convocatoria de 2023, más de 200 personas renunciaron a su plaza tras elegirla.

Esfuerzos insuficientes

Las sociedades de AP coinciden en que la gestión del problema por parte del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas no es la adecuada. Una de las principales conclusiones es que aumentar el número de plazas MIR de MFyC, como han demandado en numerosas ocasiones algunas CC. AA., no se traduce necesariamente en más aspirantes que quieran elegir esta especialidad. Desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) inciden en que esta situación “no sólo va de números, va de condiciones laborales y de entornos formativos”, y reiteran que “es tiempo de buscar soluciones consensuadas entre todas, de planificar con visión real de futuro y no de ocurrencias”.

En esa misma línea, desde semFYC instan a las administraciones involucradas en el proceso de designación de las plazas MIR a que empiecen a trabajar en la búsqueda de “soluciones efectivas, responsables y concretas” para comenzar a ya aplicar en la convocatoria y diseño del MIR 2025. “En este futuro diseño MIR debe tenerse en cuenta que cualquier aumento en las plazas MIR debe ajustarse a los datos demográficos de las facultades de Medicina y a las necesidades futuras del Sistema Nacional de Salud (SNS), abordando de forma sosegada las realidades actuales y futuras para satisfacer las necesidades sanitarias de nuestra ciudadanía”, demandan en un comunicado.

Además, un informe del ‘Observatorio de la Academia de Medicina Familiar y Comunitaria de España (AMFE) en la universidad española, 2023’, revela que la MFyC se imparte como asignatura en el 82,9 por ciento de las facultades y, en aquellas en las que se imparte, es obligatoria en el 94 por ciento de los casos. Según el estudio, aún hay siete facultades de las 41 analizadas (44 facultades existentes en España) que no disponen de la asignatura de MFyC, un 17,1 por ciento de las participantes. “En muchas facultades, Medicina de Familia tiene tres créditos, o seis en el mejor de los casos. A veces están incluidas en otros departamentos y otras ni siquiera la imparten médicos de Familia”, explica la presidenta de la SEMG. “Esto no es suficiente para que el estudiante conozca la especialidad”, continúa.

“No es que no la elijan, es que no se hace en la medida en que necesitamos para cubrir las deficiencias a las que hemos llegado”

La especialidad más numerosa

En cualquier caso, las sociedades de AP coinciden en que no debe perderse de vista que más de 2.000 nuevos residentes han optado por esta especialidad. “No es que no la elijan, es que no se hace en la medida en que necesitamos para cubrir las deficiencias a las que hemos llegado”, explica Rodríguez Ledo. “A pesar de las condiciones que tenemos en Primaria, de la falta de recursos humanos, de falta de inversión, de la sobrecarga de tareas, de la falta de reconocimiento y de que los estudiantes no conocen suficientemente la Medicina de Familia y la Atención Primaria en la universidad; a pesar de todo eso, más de 2.000 personas han elegido Familia”, recuerda.

En la semFYC el análisis es el mismo: “Medicina Familiar y Comunitaria es la especialidad que han elegido más candidatos”. En este sentido, la Junta Permanente de la sociedad recalca que las plazas ofertadas superan considerablemente a otras especialidades (multiplica por 18 la media de todas) y precisa que de ofertar la misma cantidad de plazas, “habría agotado su oferta mucho más rápido”. “La oferta de Medicina Familiar y Comunitaria multiplica por cinco la oferta de Pediatría, la segunda especialidad con más plazas, y por seis la de Anestesia y Medicina Interna, las terceras y cuartas especialidades con mayor oferta. Claramente es un tema de oferta y demanda”, reitera.

Pese a las dificultades por cubrir el cupo de residentes, especialmente en zonas de la España vaciada, las sociedades científicas no renuncian a la idea de revertir esta situación. Desde semFYC dan la bienvenida a los nuevos residentes, quienes a partir de ahora “forman parte de una de las mejores especialidades médicas, donde sus Unidades Docentes estarán esperándolos con ilusión y motivación”. La SEMG, en palabras de su presidenta, felicita a los R1 “porque han sido valientes y han escogido una especialidad que, probablemente, no conocen lo suficiente, pero que, sin duda, es una de las más maravillosas”. Y a quienes aún no se han decidido por MFyC, los anima a que la conozcan porque “las condiciones laborales se cambian, pero el contenido de una especialidad es el que es”. Por su parte, desde SEMERGEN subrayan que Familia “no tiene límites” y que permite a los profesionales “satisfacer todas sus aspiraciones como médicos”.


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