Pregunta. Después de más de un año de pandemia, ¿se empieza a recuperar el ritmo en las consultas de reumatología? ¿Cómo se ha llevado a cabo la ‘vuelta’ de pacientes al hospital?

Respuesta. Esta vuelta es un proceso que iniciamos hace tiempo y que todavía no hemos terminado hasta que la situación no esté controlada de una forma clara. Sí puedo decir que hemos recuperado muchísima de la normalidad que teníamos antes de la pandemia.

En nuestro caso, la actividad que tenemos en estos momentos es ya completamente normal, desde hace tiempo. En Madrid, a partir de otoño, hemos ido aproximándonos poco a poco a la normalidad y en este momento la práctica clínica de cara a los pacientes es normal, con algunas pequeñas modificaciones que se quedarán.

Es verdad que ahora hacemos consultas virtuales, pero en este momento las estamos haciendo ya con un criterio más práctico, no con un criterio de obligación/necesidad que es lo que ocurrió durante la pandemia.

En este momento lo que estamos haciendo es que aquellos pacientes que pensamos que tienen características adecuadas para este tipo de consulta bien por la patología que tiene o bien porque lo que se busca es una revisión para un tema muy específico que se puede a través de la web, en esas situaciones sí que estamos realizando visitas virtuales que antes no hacíamos.

“Es difícil saber si se quedaron pacientes sin atender. De vez en cuando sí que nos llega información de pacientes que en algún momento perdieron la revisión, pero yo creo que eso sí lo vamos recuperando y el porcentaje de personas en esta situación es cada vez más pequeño”

Las sesiones clínicas sí que todavía tienen un componente de virtualidad, muchas de ellas son como mínimo mixtas. Esto tiene una parte positiva: la conexión a las sesiones con gente en sitios lejanos. Nuestro hospital concretamente en este aspecto tiene una ventaja y es que está disgregado, tenemos varios centros en Madrid, pero la idea es volver por lo menos a la semipresencialidad. 

Por otro lado, es difícil saber si se quedaron pacientes sin atender. De vez en cuando sí que nos llega información de pacientes que en algún momento perdieron la revisión, pero yo creo que eso sí lo vamos recuperando y el porcentaje de personas en esta situación es cada vez más pequeño.

La reumatología es una especialidad muy clínica. Recibimos mucha información de ver cómo el paciente entra en la consulta. Necesitamos tocar al paciente, la exploración física sigue siendo un elemento clave. Queremos volver a lo que era la práctica habitual, con consultas presenciales en la mayor parte de las ocasiones, aunque en algún caso las e-consultas que nos plantean desde AP también es algo que se ha implantado e iremos aprendiendo a sacar el mejor partido y cuál es el escenario más adecuado para las mismas.

P. ¿Cómo ha afectado la COVID a los pacientes con enfermedades reumáticas en general y a los de artritis reumatoide en particular?

R. Lógicamente la pandemia ha afectado a todo el mundo. El impacto que ha tenido desde el punto de vista del confinamiento, de las restricciones, de las dificultades sociales, de alejarse de la familia o los amigos, etc., ha sido grande.

Hemos analizado el comportamiento de los pacientes con enfermedades reumáticas, en parte a la patología y en parte a los tratamientos inmunosupresores, y hemos sacado como conclusión que, más allá de la enfermedad o del tratamiento, los principales factores de riesgo son la edad y la presencia de comorbilidades. Muchos pacientes con enfermedades reumáticas tienen comorbilidades, aparte de las normales, relacionadas con las propias enfermedades como la afectación pulmonar o renal. Esto tiene un impacto muy importante, más que la propia enfermedad en sí.

En cuanto a los tratamientos hay algunos datos discordantes, hay algún tratamiento que confiere peor pronóstico o algunas terapias biológicas como el retucsimab. A veces los corticoides pueden tener un efecto dual, curiosamente, pero creo que el mensaje, lo que define la evolución de los pacientes, son las comorbilidades y los factores de gravedad que se dan en la población general.

P. ¿Qué se ha consolidado después de los tratamientos de ensayo y error de los primeros meses?

R. Es cierto que se pusieron en marcha múltiples estudios para analizar el impacto de tratamientos que utilizamos en reumatología sobre tratamientos que son capaces de bloquear una parte importante de los COVID graves, que es la respuesta inflamatoria gran parte mediada por la producción de citoquinas.

En este sentido, se han probado diferentes fármacos, los resultados son menos satisfactorios que la esperanza que teníamos inicialmente, al final los únicos que han demostrado un perfil de eficacia eran algunos patrones específicos.

Pero es cierto que ninguno ha aportado esa ventaja grande que pensamos que podía tener. Es cierto que tenemos que tener en cuenta que los estudios son complicados porque es posible que haya algunas subpoblaciones de pacientes con COVID con características definidas que sí que sean capaces de beneficiarse de estos tratamientos, pero los estudios no han sido capaces de determinarlo con toda la claridad que nos hubiera gustado.

P. En relación al EULAR, ¿va teniendo mayor peso la reumatología española?

R. Lógicamente esto es una carrera a largo plazo, tener una mayor participación de EULAR, consiste en tres vías. En primer lugar, desde el punto de vista institucional, hablar con profesionales de Eular para llamar la atención sobre la reumatología española, que debe tener más presencia.

En segundo lugar, una tarea informativa, porque hemos notado que muchos de los reumatólogos todavía no conocen en profundidad lo que es Eular. Medidas en este sentido se están poniendo en marcha, y una tercera: conseguir que la especialidad de reumatología tenga un mayor peso dentro de la investigación porque esto es lo que hace que al final se seleccione a gente.

Es una carrera a largo plazo, en la que lo más importante es tratar de poner medios para que los reumatólogos más jóvenes consoliden una carrera de investigación, es una de las líneas estrategias de mi presidencia.

Por ejemplo, hemos hecho cosas muy importantes en este sentido, una inversión en becas para que la gente pueda salir al extranjero o para que puedan completar su formación en centros de excelencia españoles, hablamos de cerca de un millón de euros de inversión.

La unidad de investigación de la SER está invirtiendo en proyectos de investigación específicos cerca de 1,5 millones de euros, cifras muy importantes que hasta el momento no habíamos tenido y que sin duda es el fruto no solamente de una serie de medidas puestas en marcha sino de una trayectoria que se va consolidando, es una de las vías que debe estar a largo plazo en la SER.

P. En relación EULAR, ¿qué medidas específicas están impulsando?

R. Fundamentalmente, hemos puesto en marcha una comisión formada por personas que han tenido una trayectoria importante y que por diferentes vías han tenido participación en Eular, lo que están haciendo es una serie de recomendaciones para difundir entre los socios e identificar gente joven y tener una mejor presencia en Eular.

En el próximo congreso, que se celebrará en octubre, hemos invitado a presidentes de sociedades europeas para que nos expongan sus conocimientos en sus áreas especificas y para fortalecer ese vínculo.

P. ¿Qué expectativas hay de cara al congreso?

R. El Congreso está programado programado para la semana alrededor del 20 de octubre. Estamos en unas circunstancias de incertidumbres pero soy muy optimista, estoy convencido de que podremos hacer un congreso presencial.

En ese congreso, todos los médicos vamos a estar vacunados, el personal de la industria farmacéutica, el personal de la SER también por el perfil de edad, la evolución de la pandemia es muy favorable pero tenemos un área de incertidumbre que no podemos controlar.

“(De cara a un próximo congreso presencial) Soy optimista, pero cauto, y tenemos planteados diferentes escenarios por si acaso”

No se descarta que con la relajación de medidas de verano pueda haber un pico de incidencia y evitar que se haga, pero estoy convencido de que en el peor de los casos podremos hacer un congreso mixto en el que haya una parte presencial y una parte virtual. Los congresos no es solo transmisión de conocimientos, son la posibilidad de conocer a compañeros, intercambiar impresiones, hablar de proyectos futuros y con el formato virtual no se ha podido llevar a cabo en los congresos durante la pandemia. Soy optimista, pero cauto, y tenemos planteados diferentes escenarios por si acaso.

P. ¿Cómo están estrechando lazos con Iberoamérica?

R. Sin duda, uno de los más importantes ha sido uno de nuestros grandes proyectos, BIOBADASER. Se establecen conexiones con sociedades científicas iberoamericanas para poder compartir el proyecto y bases de datos en relación con reuniones o estudios futuros.

Aparte de invitar a especialistas internacionales a la mesa Eular, hemos hecho un cambio en la Revista de Reumatología Clínica, nuestro principal instrumento de divulgación que parte de acuerdo con la Sociedad Mejicana de Reumatología, con la que tenemos lazos muy importantes,

Además, hemos puesto un apartado importante dentro de la reumatología clínica, donde queremos dar prioridad a guías de práctica clínica, recomendaciones de las diferentes sociedades iberoamericanas, y dar un protagonismo todavía mayor en nuestra revista, que es la mas importante del mundo desde el punto de vista de investigación en reumatología en habla hispana.

P. ¿Van a realizar otro tipo de colaboraciones?

R. Las enfermedades autoinmunes sistémicas son un grupo muy importante del tipo de enfermedades que tenemos, porque, aunque no son muy frecuentes sí que son enfermedades potencialmente serias y para las que tenemos tratamientos. Dentro del manejo de este tipo de enfermedades, estamos convencidos de que la multidisciplinariedad es una fortaleza.

En este sentido, aparte de las actividades que hemos hecho con otras sociedades, estamos tratando de establecer líneas de colaboración más estrechas con la Sociedad Española de Nefrología, e incluso tenemos pensado reuniones con sociedades del ámbito de enfermedades multisistémicas o medicina interna.

“La colaboración basada en la unión de las sociedades que ya existen es fundamental”

Es muy importante reforzar las colaboraciones con estas sociedades, porque la forma de abordar este tipo de patología es estableciendo reuniones y canales fluidos de comunicación entre estas sociedades y no, por ejemplo, proyectos que hemos visto que se están desarrollando como sociedades específicas de enfermedades autoinmunes. Consideramos que esto no va realmente en el mejor camino de mejorar, en el camino de establecer colaboraciones. La colaboración basada en la unión de las sociedades que ya existen es fundamental.

P. ¿Va teniendo el paciente un mayor peso a la hora del diagnóstico y del tratamiento?

R. Es algo de lo más importante. Ya ha ocurrido. Los pacientes cada vez tienen más información y un papel más activo a la hora de tomar decisiones terapéuticas. Uno de los pilares clave es la información.

Dentro de la SER, tenemos INFOreuma donde actualizamos información de las enfermedades reumatológicas.

Por otra parte, en relación con elaboración de guías de práctica clínica, cada vez hacemos tanto a nivel nacional o europeo, contamos con participación de pacientes. Sin duda, la participación de los pacientes es cada vez más importante y tendrá un protagonismo mayor. Continuamente desarrollamos actividades en esta línea y no debemos mencionar ninguna en especial, porque tenemos muchas actividades en continuo.

P. ¿Cuál es su visión sobre la formación de los especialistas durante la residencia?

R. Evidentemente, la SER considera que la FSE es quizá uno de los aspectos más importantes de la reumatología del futuro. Cuidamos mucho la formación de los residentes de reumatología. Desarrollamos actividades de forma continua en técnicas diagnósticas, pero también cursos con un seguimiento y en donde además se miden las habilidades que van desarrollando los residentes. Nuestro apoyo a los MIR es clave.

“(Elección MIR 2021) Las cosas no deben hacerse así. Debe hacerse con todas las garantías y con consenso”

Desde el punto de vista de elección de plaza, es una opinión personal, no de la SER, creo que el proceso de elección de una plaza para un MIR es uno de los momentos más importantes de su vida que va a definir su vida profesional. Cualquier cambio debe ser consensuado y acordado con ellos. Sobre el proceso de este año, viendo la gran oposición que ha tenido, completamente lógica porque en el mejor de los casos ha supuesto una gran incertidumbre, considero que las cosas no deben hacerse así, debe hacerse con todas las garantías y con consenso.

P. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la especialidad?

R. Los retos son múltiples, no cabe duda de que estamos en un ámbito de la sociedad que va cambiando, en ese sentido, es muy difícil saber cuales son los retos futuros. Podemos hablar de los presentes, hay algunos que son muy claros.

Tenemos la necesidad de ser lo suficientemente flexibles para adaptarnos, la COVID ha sido clave en este aspecto. Creo que hemos sido capaces de adaptar la cantidad de actividad formativa desde la SER, que no se ha visto limitada en lo más mínimo, tenemos datos de seguimiento del Congreso Nacional, de los cursos que hemos hecho, seguimiento con el tema de la virtualidad ha sido mayor.

En este sentido, no cabe duda de que por lo menos tenemos una estructura que es capaz de responder rápidamente.

“Hasta el momento hasta no ha habido los avances que hace unos años sospechábamos que podía haber en medicina personalizada en reumatología”

En segundo lugar, seguimos como reumatólogos y como científicos apoyando nuevas áreas de manejo de las enfermedades y terapias. Hay temas como la medicina personalizada, por otra parte, áreas de patologías relacionadas con el envejecimiento y fundamentalmente la artrosis, donde va a haber un desarrollo importante y tenemos que adaptarnos. Tenemos que ser conscientes de que hay que desarrollar más la investigación para jugar en primera liga.

P. ¿Qué papel tiene la medicina personalizada dentro del ámbito de la reumatología?

R. Lo he mencionado porque no cabe duda de que es uno de los retos. La medicina del futuro va en esa línea. A medida que tenemos terapias mas sofisticadas, más especificas que identifican un mediador clave de la enfermedad, debemos saber cuales son los pacientes que mas se van a beneficiar de esa terapia.

Las enfermedades reumáticas son heterogéneas y hay distintos perfiles, por lo que esta es la vía por la que queremos ir, aunque hasta el momento no ha habido los avances que hace unos años sospechábamos que podía haber, no ha sido tan satisfactorio.

Esos factores de individualización de los tratamientos aún no están descubiertos, se está haciendo mucha investigación, incorporando nuevas tecnologías, que seguramente van a ser los que nos darán la clave, tanto desde el punto de vista de estudios patogénicos de enfermedades todas “las ómicas”: las genómicas, la proteómica, la metabolómica…

Por otra parte, el adaptar esta tecnología de big data identificando ese factor de individualización que esté en áreas que no hemos sospechado aún. Esa tecnología nos va a poder aportar soluciones de cara al futuro. A corto plazo todavía no vemos situaciones muy específicas, pero estoy seguro de que en algún momento habrá una especie de explosión.

Lo cierto es que todavía hablamos de futuro, no de presente.


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