La figura del médico-investigador cuenta con serias dificultades en España. Este colectivo profesional representa una minoría que continúa perdiendo miembros a diario. En nuestro país no hay una concienciación de que, para poder investigar, el profesional debe tener ciertas facilidades de cara a compaginar su actividad asistencial con la investigadora. Motivo de ello, desde la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), en representación de especialistas de reconocida trayectoria en distintas disciplinas de la oncología en este país, han denunciado tanto la falta de apoyo institucional como de financiación y reconocimiento en el SNS.

Sin apoyo institucional

La Ley de Ciencia actual reconoce tanto la figura estatutaria del médico-investigador como el desarrollo de su carrera laboral. Sin embargo, ni las propias CC. AA. ni el Gobierno lo llevan a la práctica y lo implementan. Según Ignacio Durán, coordinador del Programa de Oncología Genitourinaria del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, “la culpabilidad es compartida”.

De hecho, insiste en que, aunque en esta ley se haya mejorado sobe el papel cómo tiene que ser la estructura de un médico-investigador, se ha quedado ahí. “Nuestro propio sistema de salud es muy complejo, porque no tenemos un solo sistema, tenemos 17, cada comunidad tiene una coyuntura particular, con una gestión de recursos diferente, el tipo de hospitales que existen en cada comunidad es muy variado…”. No obstante, Durán remarca que, aunque tengamos 17 sistemas que dependen de 17 consejerías, “tendría que haber un impulso general, nacional, desde el propio Gobierno. Deberían apostar por la implementación, ponerse unos plazos y dar las facilidades a las CC. AA. para que lo puedan llevar a cabo”.

Sin presencia en el SNS

Esta pérdida de apoyo institucional hacia el personal médico que combina la labor asistencial con la investigación clínica se produce a pesar de que estos profesionales están en una situación ventajosa para potenciar la innovación en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes oncológicos. La presidenta de ASEICA e investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Marisol Soengas, ha enfatizado las “llamadas de alerta que se están realizando desde distintos países, incluido España por los numerosos retos administrativos, profesionales y de financiación a los que se enfrenta este colectivo”. 

Además, todos los expertos han lamentado que todavía no exista esta categoría de personal médico-investigador en el SNS que ampare a estos profesionales.“Todavía no está definida una trayectoria profesional clara para poder progresar en la carrera profesional del colectivo médico-investigador. La incertidumbre laboral es uno de los desafíos más importantes en la carrera del médico-investigador en nuestro país”, ha recalcado Rafa López, vicepresidente de ASEICA.

En este sentido, también han apuntado que la no-regulación de un tiempo protegido para la investigación provoca que más del 80% del personal médico-investigador no pueda compaginar su labor asistencial con labores científicas, o lo haga a un coste de desgaste muy alto. “Muchos profesionales abandonan esta carrera por falta de oportunidades y la desigualdad en la proyección laboral y salarial con respecto al personal puramente asistencial”, ha recordado el oncólogo Ignacio Durán.

La investigación oncológica

En este posicionamiento también han reclamado la necesidad de un “reconocimiento de la investigación en la trayectoria profesional” y de “tiempo protegido” para investigar en beneficio de los pacientes oncológicos. Esta situación es similar en todas las especialidades, pero toma especial relevancia en la oncológica, dado que el cáncer a día de hoy se sitúa como una de las principales causas de muerte. De hecho, uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres lo va a desarrollar a lo largo de su vida.

La pérdida constante de estos profesionales que investigan sobre el cáncer en los hospitales españoles impacta negativamente sobre los casi 300.000 nuevos casos de cáncer que se diagnostican en España al año. Por ello, han incidido en que se implemente la figura del médico-investigador en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, han hecho hincapié en que es necesario que las diferentes instituciones reconozcan a este colectivo y no le den la espalda.

Falta de financiación

Por lo que respecta a la financiación, ASEICA ha recordado que España tan solo dedica un 1,42 por ciento del PIB a I+D+i, una marca que queda muy lejos de las aspiraciones de llegar, como mínimo, al 2,4 por ciento. Esto tiene un impacto muy importante en la puesta en marcha de proyectos de investigación puntera y en proyectos colaborativos de investigación con los hospitales, entre otras. Además, han señalado que con un 75 por ciento de los proyectos de la Estrategia Especial en Salud por debajo de 65.000 euros anuales, no es posible una investigación globalmente competitiva. Además, falta apoyo y formación en innovación y transferencia de resultados.

Los desafíos

Entre los desafíos que han remarcado está la inexistencia de una trayectoria definida que establezca cómo avanzar en la carrera profesional del colectivo médico-investigador. El 70 por ciento de los profesionales señalan la incertidumbre laboral como uno de los desafíos más importantes. Una de las mayores barreras con las que se encuentran es que no existe la categoría de especialista médico-investigador en el SNS.

Los profesionales también demandan la falta de tiempo protegido para la investigación. De hecho, el 80 por ciento considera que la carga asistencial impide dedicar tiempo a la investigación. Además, reclaman que hay una escasa o inconsistente valoración de la labor investigadora por parte de los organismos pertinentes. Como consecuencia directa, muchos médicos desisten de la investigación al obtener más proyección con la labor puramente asistencial.

A ello, hay que añadirle la falta de programas de investigación clínica y traslacional, con carencias tanto en los programas de las universidades como en las residencias y la falta de financiación en España a esta disciplina. Tampoco existen suficientes proyectos colaborativos entre centros hospitalarios y académicos. Además, reclaman la ausencia de apoyo y formación en innovación y transferencia de resultados.

Soluciones y propuestas de mejora

Para mejorar este panorama, desde ASEICA proponen determinadas soluciones y propuestas de mejora. En primer lugar, consideran indispensable establecer la categoría del Médico-investigador en el SNS, con las labores bien definidas entre la dedicación asistencial y el tiempo protegido para la investigación. Además, recalcan la necesidad de que se reconozca la trayectoria profesional de investigación para acabar con la desventaja profesional con respecto al personal únicamente asistencial y garantizar la investigación como un factor para estabilización de plazas en el SNS.

Otra de las propuestas de mejora es el aumento de la financiación para proyectos individuales y colaborativos, además de la disminución de la brecha salarial con respecto al personal asistencial sin dedicación investigadora. Regular la acreditación de Servicios o Departamentos Clínicos como medio para que los respectivos servicios de salud reserven un número de plazas a los al colectivo médico-investigador en los hospitales también es crucial. Además, también consideran que es esencial que se desarrollen programas de formación científica en las facultades de Medicina y que se facilite la actividad innovadora en oncología dentro del SNS.


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