La inspección sanitaria ha sido el elemento protagonista de la Jornada “La inspección Sanitaria. Hacia un nuevo modelo organizativo”, organizada por el Ilustre Colegio de Médicos de la Comunidad de Madrid.

En ella han tenido lugar varias mesas de debate, en las que han intervenido diferentes expertos y autoridades en el campo de inspección sanitaria.

Por ejemplo, Pedro Irigoyen, viceconsejero económico de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que ha recalcado la importancia de la autonomía de esta área, y ha añadido que con una inspección fuerte “podremos controlar el gasto público”.

Sobre este tema, el viceconsejero ha explicado que el gasto sanitario consolidado, sumando los impuestos especiales, el IVA y el IRPF, en 2002 fue de 105,955 mil millones de euros, mientras que en 2018 fue de 191,154 mil millones de euros.

“El gasto sanitario en 2009 cae rotundamente, y qué casualidad, que coincide con la ley de financiación del Gobierno de Zapatero. Hay quienes creen que es mejor subir los impuestos para solucionar el descontrol del gasto público, pero yo creo que esto sólo hace un efecto palanca en la población”, ha señalado el viceconsejero económico.

Centrándose en el futuro de la inspección sanitaria, Irigoyen ha afirmado que, para tener un sistema sanitario sostenible, es necesario que los gestores públicos “incrementen la financiación y sean eficientes en la gestión del gasto público”.

Por último, el viceconsejero ha asegurado que una buena inspección sanitaria “puede contribuir a mejorar la sostenibilidad”, y, con ello, “podremos contener el gasto público”.

“Debemos dotar a la inspección de independencia y autonomía para que se centre en la calidad y seguridad sanitaria”, ha concluido Irigoyen.

Ley de Equidad

En esta jornada también ha participado Julián García Vargas, ex ministro de Sanidad en el Gobierno de Felipe González.

En su intervención, Vargas ha hecho un repaso por la evolución de la inspección sanitaria a lo largo de su trayectoria. Además, ha opinado sobre la Ley de Equidad, de la que ha señalado que “en líneas generales, parece ir en la buena dirección”.

También ha añadido que espera que las Comunidades Autónomas “hayan superado sus reticencias y permitan garantizar el derecho fundamental a la salud de todos los ciudadanos”.

Colaboración público-privada

En la misma mesa en la que ha participado Irigoyen han intervenido Roberto Sabrido, gerente de coordinación e inspección del SESCAM, y Manuel Molina, gerente del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Sabrido ha mencionado los retos futuros que tiene la inspección sanitaria: una mayor complejidad del proceso asistencial, trabajo en un equipo multidisciplinar, aumento cronicidad y polimedicación, y la penetración de las tecnologías información. “Garantizar la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria con una desburocratización”, ha señalado.

En cuanto a Molina, ha indicado que la inspección sanitaria tiene que “adaptarse” a los cambios que se han ido produciendo en el sector sanitario, y que esta jornada era “necesaria” y estaba “bien planteada”. En declaraciones a Gaceta Médica, ha señalado que “queda claro que hay una serie de funciones inherentes a la inspección sanitaria, como el control de centros y servicios sanitarios”, ha explicado.

“La independencia y autonomía de la inspección sanitaria es clave”, ha afirmado Molina, y ha añadido que se debe buscar la “actuación en todos los ámbitos del Sistema Nacional de Salud”. “Es importante que haya una agencia dedicada a la inspección sanitaria que dependa directamente del consejero”, ha señalado.   

Por último, sobre la colaboración público-privada, el gerente del Hospital Virgen del Rocío ha señalado que es “un firme defensor” de este binomio, y que el éxito pasa por colabora de forma eficiente siendo la administración pública la que “realice el seguimiento y control”.

“La inspección puede hacer más eficiente el sistema sanitario público”, ha finalizado el gerente del Hospital Virgen del Rocío.


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