“Una formación de calidad y rigurosa es lo que va a permitir que tengamos un desarrollo profesional de calidad”. Así lo aseguró Jorge Taboada, de OSI Bilbao-Basurto, durante el XXII Congreso Nacional y XI Congreso Internacional de la Sociedad de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS).

Docencia en las universidades

La formación de los profesionales comienza en las universidades. Y para ello, es importante que los docentes transmitan sus conocimientos y experiencias a los futuros médicos. Al mismo tiempo, la docencia en las universidades supone una oportunidad para los sanitarios que quieren dividir su carrera en dos vertientes: la parte académica y la parte asistencial.

Tenemos que estar con el ojo atento de lo que pasa en la Universidad, porque es una oportunidad que nuestros profesionales no deben perder”, apuntó Javier Castrodeza, especialista del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, durante la mesa ‘Formación. ¿Es adecuada la calidad de la enseñanza en Medicina Preventiva y Salud Pública en nuestras universidades?’.

Castrodeza describió el escenario actual de los profesores de universidad en España, donde hay “muy pocos catedráticos vinculados, unos seis u ocho, y profesores titulares no muchos más”. Así, mencionó los cuerpos docentes que se pueden encontrar en las universidades: el ayudante doctor; profesor asociado; profesor sustituto; permanente laboral; emérito, visitante y distinguido; titular de universidad; y catedrático.

“Hasta ahora había una ley que ordenaba los aspectos académicos de las universidades, que era la LOU, y ahora hay otra que regula el futuro de los profesores de nuestras universidades“, indicó Castrodeza en referencia a la Ley Orgánica 2/2023 del Sistema Universitario (LOSU). Además, añadió, el 18 de julio se publicó el Real Decreto 678/2023 por el que se regula la acreditación estatal para el acceso a los cuerpos docentes universitarios y el régimen de los concursos de acceso a plazas de dichos cuerpos.

En concreto, Castrodeza profundizó en un artículo en concreto de la LOSU, el 70. Un artículo que establece que la plaza del personal de los cuerpos docentes universitarios que esté vinculada a los servicios asistenciales y de salud pública de instituciones sanitarias, en áreas de conocimiento de carácter clínico asistencial, se considerará como “un solo puesto de trabajo”.

Por ello, Castrodeza apuntó a la compatibilidad como el reto más acuciante en este ámbito. De este modo, pidió a las sociedades científicas que hagan llegar la necesidad a los sindicatos y a los órganos de dirección, tanto de los servicios sanitarios como de las universidades, de “hacer un esfuerzo por habilitar procedimientos tutelados que permitan más fácilmente la compatibilidad“.

Formación en la residencia

Por su parte, Jon Ander González, especialista de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Cruces de Barakaldo, explicó cómo es la formación de la residencia de los preventivistas. “El programa formativo incluye cinco ámbitos: medicina preventiva, programas de salud pública, calidad y gestión, epidemiología e investigación. Somos un perfil muy diverso”, aseguró.

En este sentido, considera que el programa es “muy bueno y capacita para muchos puestos de trabajo“. De hecho, puntualizó, “este congreso es un reflejo de lo que podemos hacer los preventivistas y a todo lo que nos podemos dedicar. Por ejemplo, nuestra especialidad es la única que aborda el cambio climático en relación con la salud”.

Tal y como indicó, la especialidad está “normalmente bien valorada” por los residentes y, aunque el salario es “inferior” al de otros compañeros que realizan urgencias, por ejemplo, tiene una ventaja: “la calidad de vida que hay que poner en valor y que otras especialidades no tienen”, apuntó González.

Sin embargo, uno de los problemas de esta especialidad es la poca visibilidad. “Es importante que los estudiantes nos conozcan. Existe mucha gente que quiere hacerlo, pero no somos capaces de llegar y acaban eligiendo nuestra especialidad más porque han podido y no porque hayan querido”, afirmó González.

“Somos una especialidad real y debemos reivindicar la especialidad en todos los foros, explotar y fomentar las relaciones con los colectivos estudiantiles por nuestro futuro y supervivencia, y afrontar los cambios necesarios en la especialidad para hacer frente a los retos de nuestros sociedad”, concluyó.

Gestión sanitaria

Finalmente, Jon Guajardo, vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), puso de manifiesto la importancia de las organizaciones sanitarias integradas, como la OSI Barrualde Galdakao, a la que perteneces. “Son muy complejas, porque manejan un gran volumen de recursos técnicos, humanos, materiales y de datos, y presupuestos millonarios”, expresó.

Su misión es “intentar cubrir las necesidad de salud de la ciudadanía y hacerlo con calidad“, en un contexto, además, en el que existen grandes amenazas que acechan al SNS. Y, para llevarlo a cabo, se requiere contar con gestores con altas capacidades. “Es importante tener buenos gestores y buenas gestoras que se centren en los objetivos importantes: accesibilidad y cobertura; eficacia y efectividad; adecuación y seguridad; continuidad asistencial, eficiencia y sostenibilidad del sistema, resultados en salud y calidad de vida, satisfacción y experiencia del paciente y gestión basada en valor”, enumeró Guajardo.

De este modo, señaló las características y habilidades que debería tener un gestor sanitario:

  • Liderazgo sólido: con capacidad de tomar decisiones difíciles cuando sea necesario.
  • Conocimiento de la atención sanitaria.
  • Habilidad para gestionar y liderar un equipo diverso de profesionales sanitarios y no sanitarios.
  • Habilidades de comunicación.
  • Habilidades de resolución de problemas.
  • Gestión financiera.
  • Ética y responsabilidad.
  • Adaptabilidad: tecnología e innovación.
  • Empatía: ser compresivo y empático con los pacientes y los profesionales.
  • Visión estratégica.
  • Habilidad para trabajar bajo presión.
  • Habilidad para colaborar: trabajar en equipo.

En este sentido, incidió Guajardo, el papel de SEDISA es “intentar poner unos criterios: buscamos que los gestores estén profesionalizados, tengan una visión de transformar el sistema para tener las mejores organizaciones sanitarias”.


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