El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha dado de alta a su último paciente Covid-19. Como ha señalado el centro a través de las redes sociales, la zona de aislamiento del hospital queda totalmente vacía. “Gracias al esfuerzo de cientos de profesionales que han sabido doblar la curva y garantizar la salud de todos. Y de vosotros, que habéis mantenido el #QuedateEnCasa“.

El propio gerente del Hospital, Manuel Molina, ha reiterado el esfuerzo de los profesionales. Unos equipos que, según dice a GM, han sabido diferenciar los distintos circuitos de pacientes. No se olvida tampoco de la ciudadanía que “ha sabido acudir al hospital en el momento en el que era realmente necesario”.

A juicio de Molina estos buenos resultados se han obtenido gracias a la preparación. Precisamente, considera que el doble circuito diferenciado de pacientes ha sido una de las claves del éxito de esta pandemia.

El Hospital, comenta, habilitó varias plantas del hospital y preparó otras de reserva. Ahora, ha llegado el momento de volver a la normalidad. De hecho, explica el gerente, ya se están incorporando y el abordaje de las distintas patologías está siendo normalizado. A pesar de esta crisis, el hospital no ha superado el 50 por ciento de su capacidad real.

A partir de ahora el centro mantendrá el doble circuito, porque, como recuerda Molina, no hay que bajar la guardia.

Por su parte, el director de enfermedades infecciosas y microbiología, José Miguel Cisneros, explica que la curación es una magnífica noticia. “Todos los profesionales estamos muy contentos por lo que significa”. Es decir, que es posible vencer al virus. Pero para ello, recuerda, “la mascarilla es nuestro escudo”. Para Cisneros es un ejercicio de responsabilidad que hay que seguir manteniendo.

Esta noticia se produce días después de que la UCI de este centro también quedara libre de pacientes ingresados por el SARS-CoV-2. Durante la pandemia, según medios locales, a finales de marzo, el ospital registró el mayor número de enfermos, abriendo así varias plantas del hospital.

A pesar de la situación, las unidades de cuidados intensivos no sufrieron ningún impacto en su capacidad. A principios de abril, en el pico de la infección en la provincia, llegaron a ocuparse treinta camas de UCI de personas con Covid-19 en el Virgen del Rocío.