El Hospital Universitari Vall d’Hebron ha puesto en marcha la planta de hospitalización de Salud Mental para la Infancia y Adolescencia. Con el objetivo de reforzar la atención a la salud mental, este servicio atenderá a todos los niños y jóvenes que requieran un ingreso por trastorno mental en la ciudad.
En palabras del conseller de Salut, Manel Balcells, “presentamos con ilusión esta unidad que lleva tres meses en marcha porque es algo más que una planta, ya que no teníamos una Unidad de infancia y Adolescencia en Psiquiatría. Hoy cubrimos una deuda pendiente histórica por el hospital y la ciudadanía. Esta Unidad es una apuesta del Departamento y del Gobierno por la salud mental infanto-juvenil. El recurso conlleva un incremento que permite dar continuidad asistencial y dar salida a las necesidades de internamiento de agudos y del hospital de día“.
Asimismo, Balcells ha añadido que “hoy es un día importante porque presentamos un incremento de un recurso por el hospital para barrios de índice socioeconómico bajo, con unos 80.000 jóvenes y adolescentes de referencia”. Albert Salazar, gerente del Hospital Universitari Vall d’Hebron, indica que “en un momento en el que la salud mental nos interpela, ofrecemos una atención de calidad a la salud mental de los niños y los adolescentes las 24 horas del día, siete días a la semana, en un área de alta complejidad social“.
Cobertura y profesionales
La nueva planta de hospitalización ofrece cobertura en el Área Integral de Salud de Barcelona Nord, conformada por los distritos de Nou Barris, Sant Andreu y Horta-Guinardó, con una población de referencia de 80.000 personas entre niños y adolescentes. Aquí, Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría apunta que “se atiende a 12 de los 18 barrios con indicadores socioeconómicos más desfavorecidos“. Merche Rodríguez, supervisora de Psiquiatría explica que en esta planta “la seguridad prevalece en todos los espacios: las superficies son lisas, los acabados redondeados y existe un circuito de cámaras de videovigilancia que que centraliza el equipo de enfermería”.
Además de las ocho camas con las que cuenta para ingreso, Ramos-Quiroga destaca que “el hospital de día ayuda a agilizar las altas; también la coordinación con la red de salud del territorio”. La planta cuenta con diferentes espacios, como el Espai Blau para trabajar traumas y emociones y dispone de sesiones de realidad virtual.
En cuanto a la dotación de personal de la nueva unidad, cuenta con dos psiquiatras, dos psicólogas clínicas, un administrativo, un celador, un TCAI, dos enfermeras, una trabajadora social, un terapeuta ocupacional y un docente que mantiene contacto con los respectivos centros educativos de los y las pacientes.
Datos del servicio
Desde el centro hospitalario alertan de que se han disparado las conductas autolesivas y apuntan que el primer paciente que ingresó fue una adolescente con depresión mayor. Aquí, el psiquiatra Marco Ferrer precisa que “más que una idea planificada de suicidio, a menudo estamos ante una conducta impulsiva y poco calculada que busca la desconexión, el alivio inmediato de un malestar emocional. Provocarse dolor físico es una forma de liberar emociones que no se saben gestionar ni expresar y causan sufrimiento”.
Siguiendo con los datos, desde el Vall d’Hebron concretan que de las 249 urgencias psiquiátricas atendidas durante los primeros tres meses de funcionamiento de la planta de hospitalización de psiquiatría infanto-juvenil, 41 ingresaron, siendo la estancia media en la planta de hospitalización de diez días. Ferrer señala que “a idea es que los pacientes puedan volver a su entorno habitual lo antes posible. Ingresamos cuando necesitamos un elemento de contención, pero todo lo que se pueda hacer en casa, con hospitalización a domicilio y apoyo de los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil del territorio, mejor”.
En cuanto a los trastornos que se han atendido desde que la planta se puso en funcionamiento, se encuentran pacientes con trastorno bipolar, conductas autolesivas, adicciones a las redes sociales y trastornos de la conducta alimentaria, trastornos del espectro autista y algunos trastornos psicóticos.
