Los servicios de urgencias suponen uno de los principales puntales del sistema sanitario español. De hecho, tras la pandemia se ha visto que su capacidad está alcanzando unos límites desconocidos hasta la fecha. Diferentes causas, como la actual situación de escasez de personal sanitario o la saturación de las urgencias hospitalarias han puesto de manifiesto la necesidad de utilizar convenientemente este servicio. El uso inadecuado por parte de la ciudadanía incide en la capacidad de este sistema sobrecargado.

La coordinadora de divulgación de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Rosa Pérez, ha subrayado, en una entrevista para Gaceta Médica, que “el uso adecuado de los recursos sanitarios es indispensable para el mantenimiento de los mismos y para garantizar una asistencia equitativa, responsable y sostenible”. De este modo, Pérez ha puesto de manifiesto la importancia de una correcta utilización de las urgencias para evitar la saturación del sistema sanitario y garantizar una atención eficiente. Así, ha incidido en que estos servicios están diseñados para atender casos con riesgo vital.

Por ello, ha expuesto que una sobrecarga en estos servicios puede tener consecuencias negativas para todo el sistema sanitario. “Disponemos de profesionales altamente capacitados para actuar en situaciones críticas, y es crucial que esos recursos se utilicen de manera óptima para que puedan atender a quienes realmente lo necesitan”, ha añadido.

Educación sanitaria

La coordinadora ha enfatizado en la necesidad de mejorar la educación sanitaria en la población. El objetivo es simple: conocer cuándo acudir a urgencias y cuándo es mejor buscar ayuda en otros niveles de atención. “El saber cuidarse y cuidar de los nuestros es esencial para mantener una buena salud. Nuestra salud no debemos dejarla en manos del sistema sanitario. Las riendas de nuestro bienestar las debemos tomar nosotros y nosotras”, ha afirmado Pérez.

Por ello, ha propuesto que la educación para la salud debería ser parte integral del sistema formativo. De hecho, ha comparado su importancia con otras materias básicas. Entre los conocimientos esenciales que debería conocer la ciudadanía, ha resaltado el cuidado de la alimentación, la mejora de los hábitos y saber actuar ante una emergencia.

Impacto del mal uso de urgencias

En las últimas semanas, han surgido en redes sociales diversas críticas surgidas de algunos profesionales sobre el uso excesivo de los servicios de urgencias para casos no prioritarios. Un “problema real y preocupante”, tal y como ha admitido Pérez. “Una atención primaria reforzada y de calidad hace posible un sistema sanitario más eficiente y sostenible”, ha abundado. Por este motivo ha reclamado un mejor acceso a la atención primaria, lo que podría reducir la afluencia innecesaria a urgencias.

Pérez ha insistido en que esta sobrecarga en los servicios de urgencias puede retrasar la atención a quienes realmente la necesitan. También afecta a la calidad del servicio. Por esta razón, SEMES Divulgación trabaja en campañas educativas para ayudar a la población a reconocer los síntomas que requieren atención urgente y saber cuándo es mejor acudir a otros servicios sanitarios.

Responsabilidad personal

Por último, Pérez ha enfatizado la importancia de que las personas asuman la responsabilidad de su propia salud. “Es de vital importancia que las personas recuperen el control de su salud”, ha comentado. En su opinión, la educación y la prevención son claves para evitar situaciones de emergencia y mejorar la salud general de la población.

Este tipo de iniciativas tienen la intención de proporcionar una atención de calidad en casos de emergencia. Para ello, es fundamental educar a la población para utilizar estos servicios de forma eficiente y responsable. “La prevención es nuestra mayor satisfacción”. Así, Pérez ha concluido resaltando que, aunque los profesionales de urgencias siempre estarán disponibles para ayudar, el autocuidado es la mejor herramienta para mantener la salud.


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