La medicina del sueño ha ganado relevancia en los últimos años debido a su impacto significativo en la salud general de las personas. Además es un disciplina muy amplia que puede ser abordada desde varias especialidades, lo que supone que tiene una influencia transversal en la salud de las personas. De hecho, los trastornos del sueño son cada vez más comunes en la sociedad y se prevé que su prevalencia aumente con el paso de los años lo que pone sobre la mesa la importancia de controlar los factores de riesgo y malos hábitos que fomentan estos desórdenes. Por ello, Carlos Egea Santaolalla, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, coordinador de la Alianza del Sueño y jefe de Neumología y de la Unidad Funcional de Sueño de la OSI Araba, subraya la importancia de homogeneizar la medicina del sueño dentro del sistema sanitario, así como mejorar la situación mediante la educación de la sociedad y la implantación de medidas legislativas que tengan en cuenta la trascendencia de la salud de la medicina sueño.

Carlos Egea Santaolalla, Presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, Coordinador de la Alianza del Sueño y Jefe de Neumología y de la Unidad Funcional de Sueño de la OSI Araba

Influencia de la sociedad en los trastornos del sueño

En este sentido, Egea destaca que la sociedad actual, y particularmente la cultura española, contribuye negativamente a los trastornos del sueño. “Comemos mucho, dormimos poco y estamos expuestos a muchas horas de luz”, afirma. Estas prácticas afectan la concepción y la importancia del sueño tanto en la sociedad como entre los profesionales sanitarios. Para mejorar la percepción del sueño, el especialista sugiere dos estrategias principales: la educación y la legislación. En primer lugar, es esencial educar a los ciudadanos sobre la importancia del sueño. “Hay que explicar científicamente para qué sirve el sueño”, dice. No se trata solo de descansar, sino de un proceso vital que afecta nuestro envejecimiento, esperanza de vida e inteligencia. Iniciativas como “Wake Up America” en Estados Unidos pueden servir de ejemplo.

En segundo lugar, es necesario legislar para proteger el tiempo de sueño. Esto implica racionalizar nuestros horarios, tanto a nivel laboral como personal. “Vivimos casi dos horas de diferencia con nuestro sol”, señala, lo que afecta nuestros ritmos biológicos. Además, se deben evaluar y ajustar los horarios de niños y adolescentes, así como los de sus padres, para fomentar una vida más equilibrada.

Reconocimiento de la medicina del sueño

La administración tiene un papel crucial en la mejora de los hábitos de sueño. Egea propone racionalizar los usos horarios y evaluar si los ciudadanos están a favor de cambiar nuestro horario a uno más racional y ecológico. Además, es esencial evaluar y ajustar los horarios de adolescentes y niños, así como los de sus padres, para fomentar una vida más equilibrada.

La medicina del sueño aún no es una especialidad reconocida en España, a diferencia de Estados Unidos, Alemania y Francia. Sin embargo, Egea considera que no es necesario aspirar a ese reconocimiento formal. En su lugar, propone crear un área común donde converjan todos los profesionales relacionados con la medicina del sueño. “Es una disciplina muy joven que necesita homogeneizarse”, explica. Por ello, señala que es fundamental que los futuros médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud reciban pautas concretas sobre el sueño y los tratamientos disponibles. La medicina del sueño es un área de competencia específica que abarca varias especialidades médicas, como otorrinolaringología, psiquiatría, neumología, neurología y odontología. Esta transversalidad es beneficiosa, ya que permite la colaboración entre diferentes campos para abordar los problemas del sueño de manera integral.

Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño más comunes son el insomnio y el ronquido. El insomnio, que afecta al 15 por ciento de la población, se manifiesta como dificultad para iniciar o mantener el sueño y tiene repercusiones diurnas significativas. Por su parte, el ronquido, afecta a la mitad de los hombres y al 36 por ciento de las mujeres, y se le debe de dar la relevancia que merece ya que puede evolucionar hacia la apnea del sueño, una condición con serias implicaciones cardiovasculares y de somnolencia diurna. Además, Egea explica que el ronquido se debe a una combinación de factores evolutivos y hábitos tóxicos, como la obesidad y el consumo de alcohol. Asimismo, añade que la evolución genética ha reducido el espacio en la cara para las vías respiratorias, lo que contribuye a los problemas de ronquido y apnea del sueño.

El especialista explica que el tamaño de la cabeza no varía a lo largo del tiempo y está compuesto de dos partes: cara y cerebro. Si el cerebro va aumentando, la cara va disminuyendo. Y eso hace que la lengua y todos los aparatos de la cara tengan menos espacio para su hábitat y, por lo tanto, tener problemas a la noche cuando se relajan todos los músculos. Lo que se puede provocar una tendencia a roncar.

No en vano, los trastornos del sueño tienen un impacto profundo en la salud más allá de la salud mental. El insomnio, por ejemplo, puede llevar a trastornos mentales en el 50 por ciento de los casos. Además, la somnolencia diurna es una causa común de accidentes de tráfico y afecta la productividad y las relaciones sociales, a pesar de ello, la somnolencia diurna es un trastorno muy infravalorado

Perspectivas de futuro

En cuanto a las perspectivas de futuro de la medicina del sueño tiene una visión optimista sobre el futuro de disciplina en España. Está trabajando para que se reconozca como un área de competencia específica dentro de las diferentes especialidades médicas. Además el especialista señala que los principales retos incluyen informar a la ciudadanía sobre los hallazgos científicos, influir en la legislación para proteger el tiempo de sueño y homogeneizar la formación de los profesionales de la salud en esta área.

En conclusión, la medicina del sueño es una disciplina emergente que requiere una mayor atención tanto de la sociedad como de los profesionales sanitarios. A través de la educación y la legislación, es posible mejorar los hábitos de sueño y, en consecuencia, la salud general de la población. La visión y el trabajo de Egea son fundamentales para avanzar en este campo y asegurar un futuro más saludable para todos.


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