La adaptación a la pandemia por parte de los servicios hospitalarios no solo ha golpeado a la organización y gestión de los equipos de profesionales, sino también a la capacidad asistencial de las infraestructuras sanitarias. Construcciones a contrarreloj como el Hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal en Madrid, o la anexión de hospitales satélite asociados a principales centros sanitarios de Cataluña son algunos de los ejemplos que han tenido lugar en los últimos meses. Sin embargo, ¿los cambios han venido para quedarse o se materializarán nuevos modelos para el futuro sanitario? GACETA MÉDICA repasa junto a diversos arquitectos las estrategias con las que deberán contar los hospitales del futuro en los próximos años.

Investigación y docencia, muros de carga en arquitectura sanitaria

La arquitectura sanitaria ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de la historia, sin embargo apostar por el tripartito “investigación, docencia y asistencia” debe ser un pilar que se mantenga en las construcciones sanitarias, según destaca Bernardo Tapia, arquitecto de Pardo Tapia, que ha trabajado en la reforma y ampliación del Hospital Universitario de Araba (Vitoria) junto a Estudio Beldarrain y Chile 15 Arquitectos.

El experto defiende que las estructuras publicas deberían aprovechar el margen de maniobra y las holguras para entender los hospitales como un “espacio abierto, que no tenga una única solución”, y se conformen de acuerdo con las distintas necesidades que el paciente precise.

Por ello, establecer presupuestos “conceptuales”, además de los económicos, puede ser un elemento que favorezca la adaptación, del papel a la realidad, de las nuevas ideas arquitectónicas. En este contexto, el arquitecto resalta una propuesta arquitectónica de la Oficina de Arquitectura Metropolitana (OMA, por sus siglas en inglés), que entiende los “hospitales plataforma de servicios” como hospitales del futuro.

Este concepto comprende el hospital como un prestador de servicios, de forma que pueda reducir su superficie, concentrar la labor de las especialidades médicas y fomentar la interacción con los pacientes a través de herramientas inteligentes.

“La idea de hospital como alojamiento de pacientes desaparecería”

Bernardo Tapia, arquitecto de Pardo Tapia

Según esta propuesta, esta sería una de las finalidades, ya que impulsa un modelo que apuesta por contar con áreas medicalizadas en zonas residenciales y pacientes no tengan que desplazarse, sino que la asistencia sanitaria llegue hasta la puerta domiciliaria de cada paciente.

Construir un pilar social

Esta idea se contrapone con el modelo que defiende Lluc Gómez, de Enero Arquitectura, de entender el futuro de los hospitales como un espacio en el que “sentirse como en casa”. Este estudio de arquitectura ha trabajado en la construcción del Centro de Protonterapia de Pozuelo de Alarcón y, en este marco, la arquitecta apuesta por fomentar la humanización y las interacciones sociales en los hospitales.

“Estamos muy acostumbrados a que los hospitales sean muy fríos y poco humanos”

Lluc Gómez, de Enero Arquitectura

Transformar las emociones de los usuarios de los hospitales, tanto los profesionales que trabajan como los pacientes que asisten, es uno de los aspectos clave de la arquitectura, según la experta. Por ello, la filosofía que vertebra el pensamiento de Enero Arquitectura es analizar cómo puede influir el entorno social en la atención a los pacientes, de forma que “la arquitectura genere salud”.

“La arquitectura puede afectar a nuestras emociones: el ruido puede generar estrés y el silencio puede favorecer el sentimiento de soledad”, insiste, motivo por el cual es necesario estudiar el potencial que puede aportar la humanización de los espacios en la recuperación del paciente.

Modular los espacios para poder elegir qué tipo de interacción se prefiere con el entorno es una de las apuestas en este sentido. Por ejemplo, poder disponer de salas de espera con tabiques de vidrio y adecuar espacios más reducidos a gusto de todos los usuarios.

Por otro lado, la integración de los espacios naturales en la arquitectura se vuelve uno de los pilares: “Proponemos generar cubiertas vegetales que puedan utilizar tanto los profesionales sanitarios como los pacientes para generar una evasión del entorno hospitalario”, indica Gómez.

En este contexto, aprovechar la luz natural puede ser de gran ayuda para humanizar los espacios: contar con amplios ventanales en gran parte del hospital o, incluso, en los propios quirófanos puede favorecer a reducir el estrés o a sobrellevar el ingreso hospitalario.

Sostenibilidad y sectorización, ejes estructurales

La sostenibilidad también es uno de los ejes que vertebrará los hospitales del futuro, a pesar no haber sido una de las prioridades de la arquitectura sanitaria. Son cada vez más las estructuras que generan energía limpia a través de placas solares o la geotermia. Así lo ha explicado lo indican Arsenio Hueros, junto a Sofía Toledo, ambos de Hueros Toledo Arquitectos, quienes destacan la necesidad de aprovechar las capacidades que ofrece cada edificio y repensar cómo continuar alargando su vida útil. Estos arquitectos han trabajado en la rehabilitación del CMA y Quirófanos del Hospital Infantil Virgen del Rocío en Sevilla.

A pesar de aprovechar este tipo de recursos, Hueros destaca que la construcción de hospitales en un futuro cercano estará orientada en torno a edificios que sean “fácilmente modificables”, para no influir en la asistencia hospitalaria.

“En sanidad están continuamente apareciendo especialidades y conformándose grupos de trabajo, por lo que es necesario saber cómo adaptar los espacios desde la arquitectura”

Arsenio Hueros, arquietecto de Hueros Toledo Arquitectos

Edificios a la altura de la profesionalidad sanitaria

En este sentido, su compañera de profesión, Toledo, destaca que “la arquitectura sanitaria tiene como aspecto diferenciador que nunca está totalmente terminada”, debido a que tiene que ser capaz de adaptarse a las necesidades de los pacientes y contar con recorridos alternativos que faciliten la asistencia en caso de imprevistos.

Por ello, edificios “de doble peine”, que son torres longitudinales con pasillos transversales, o circulaciones en anillo son algunas de las tipologías “más eficaces”, según explican, ya que ayudan a poseer recorridos alternativos para los usuarios.

A pesar de las modificaciones que sufran las estructuras sanitarias, para Hueros la arquitectura sanitaria del futuro deberá proporcionar construcciones de alta calidad porque “en España, tenemos una calidad profesional que está muy por encima de la calidad de los edificios y se merecen poder desarrollar su labor con más calidad desde el punto de vista arquitectónico”.

Quirófanos del Hospital Infantil Virgen del Rocío en Sevilla, reforma de Hueros Toledo Arquitectos.

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