La Coordinadora de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental y Adicciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Mercedes Navío, analiza con GACETA MÉDICA el futuro Plan de Prevención del Suicidio que avanzó en su discurso de investidura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso.

Pregunta. La presidenta ha anunciado que este año se pondrá en marcha el Plan de Prevención del Suicidio en la Comunidad de Madrid, ¿en qué punto está ahora?

Respuesta. En la última década estamos realizando acciones en materia de prevención del suicidio en todos los niveles y en línea con las recomendaciones que hacen las estrategias europeas y de lo que preconiza la Organización Mundial de la Salud.

Ha llegado el momento de hacer una generalización de todas estas actuaciones y una sistematización interinstitucional de las acciones y campañas de prevención e intensificación de las mismas con facilitadores sociales, poniendo el énfasis en la mejora de la detección, en la que llevamos tiempo trabajando, y en la continuidad asistencial integral a diferentes niveles.

Estamos trabajando en ello intensamente, el planteamiento es para esta legislatura, e inicio en 2021.

P. En la región la tasa de suicidios está por debajo de la media nacional, con 5,17 casos por 100.000, frente a los 7,48 de media, ¿cómo se explica?

R. Históricamente la Comunidad de Madrid tiene una tasa de suicidios por debajo de la media nacional, situándose entre las más bajas y con frecuencia la más baja. El suicidio es un fenómeno complejo y multifactorial y hacer una inferencia causal y lineal sería un error, porque los precipitantes pueden ser diversos y la vulnerabilidad heterogénea. No obstante, en más del 90% de los suicidios subyace una enfermedad mental y el hecho de detectarla precozmente y tratarla de forma adecuada supone una de las acciones de prevención que ponen de relieve la importancia del papel del sistema sanitario.

Los determinantes sociales de la salud son sin duda la otra gran diana sobre la que hay que incidir, y potenciar el mejor factor protector conocido en la prevención del suicidio que es la red sociofamiliar efectiva. En este sentido la Comunidad de Madrid es una comunidad abierta, con un grado de desarrollo y cohesión social significativo y especial sensibilidad al riesgo de exclusión de todo tipo. Nadie en Madrid deja de ser acogido por ningún motivo.

En ningún caso se puede hacer una atribución causal única y es un conjunto de factores lo que puede estar propiciando que siga siendo la Comunidad de Madrid una de las comunidades con la tasa más baja de España.

En el conjunto internacional, España también es un país con una tasa baja con respecto a países del Norte de Europa, del Este o Japón, por poner solo algunos ejemplos.

P. ¿Cómo está evolucionando en la pandemia, según los indicios o la información que maneja la oficina?

R. Estamos haciendo una monitorización muy estrecha de las poblaciones especialmente afectadas por la pandemia y pusimos en marcha un plan de respuesta asistencial prioritario de salud mental para su abordaje hace un año. Este plan sigue vigente y se mantiene con la contratación de psicólogos clínicos, psiquiatras y la apertura de un hospital de día de adolescentes en el Hospital de La Paz, además de la apertura reciente de una unidad de hospitalización para adolescentes en el Hospital 12 de Octubre.

“Tanto el Plan de Prevención del Suicidio como el nuevo Plan de Salud Mental y Adicciones van a mantener la priorización de la atención de niños y adolescentes”

Los datos de los que disponemos en el Código ARSUIC, que es el código de citación precoz en intentos de suicidio, hablan de un incremento de entre el 10 y el 15 por ciento en los intentos. Este dato lo monitorizamos muy de cerca porque sabemos científicamente que la tentativa previa es un factor predictor, por eso hay que estar pendiente y la persona que realice un intento tiene que tener un tratamiento intensivo y una continuidad asistencial que reduzca el riesgo de que se pueda producir una repetición.

Hemos evaluado los programas de prevención que hemos puesto en marcha en este tiempo y los datos del Código ARSUIC y hemos comprobado que hay reducción del riesgo del 25 por ciento. Tenemos datos consistentes de utilidad de las actuaciones preventivas puestas en marcha que vamos a extender y a generalizar.

Los datos de que disponemos de suicidio consumado no apuntan, hoy por hoy, a que haya un incremento con respecto al tiempo previo a la pandemia. No obstante, estamos monitorizando, y muy atentos a estos datos y a su análisis, para poder identificar cualquier variable relevante de cara a orientar las acciones de prevención del suicidio.

P. ¿Cuáles van a ser las líneas básicas del plan?

R. Una de ellas es la intensificación de la detección del riesgo a todos los niveles. Se incide en la detección en Atención Primaria, urgencia hospitalaria y SUMMA, que son puertas de entrada al sistema para mejorar la detección e intervención en crisis y la derivación a salud mental.

“Los datos de que disponemos de suicidio consumado no apuntan, hoy por hoy, a que haya un incremento con respecto al tiempo previo a la pandemia”

Luego habrá medidas y actuaciones concretas más definidas, de las que se informará puntualmente. Se va a incidir también en el trabajo conjunto con educación, en población adolescente y joven, porque es especialmente importante su papel en la detección, concretamente el de los docentes, y en el afrontamiento de factores de riesgos específicos como el bullying. También con políticas sociales, entre otros agentes.

No quiero dejar de destacar la importancia en materia de prevención del suicidio que tiene el hecho de que la patología más prevalente es la depresión, seguida muy de cerca por la adicción. Estamos trabajando ya de forma conjunta desde esta oficina integrada tanto en la red asistencial de salud mental como en la de adicciones que han mantenido durante toda la pandemia atención intensiva y presencial y están siendo copartícipes de las acciones de prevención en marcha y las previstas para el futuro.

P. ¿Qué colectivos vulnerables están en el foco de estas acciones?

R. La identificación de poblaciones vulnerables como hemos comentado previamente tiene que ver, en gran parte, con la correcta detección de una enfermedad mental subyacente que incremente el riesgo. Ahí tanto la depresión como las adicciones son especialmente prevalentes, y en estas últimas particularmente el alcohol.

Hay otras poblaciones especialmente vulnerables. Estamos viendo una especial sensibilidad en problemas de salud mental en adolescentes y jóvenes en este momento pandémico.

Por supuesto, además, entre ellos están aquellos que de forma más directa han sufrido las consecuencias de la pandemia. Aquí están presentes las poblaciones por las que pusimos en marcha prioritariamente el plan de respuesta asistencial. Están incluidas personas que, desgraciadamente, perdieron a seres queridos por este motivo, así como personas que han experimentado la enfermedad de manera intensa y grave, por cuanto esa experiencia de vulnerabilidad tiene un potencial traumático mayor, y profesionales en primera línea. Qué duda cabe que son otra de las poblaciones en las que hemos trabajado en el plan de respuesta y seguiremos haciéndolo.

Estas poblaciones están siendo atendidas, han experimentado problemas de ansiedad, insomnio y sintomatología depresiva y lo han hecho en su mayoría con una intensidad leve o moderada. Afortunadamente la intensidad grave y el trastorno por estrés postraumático se ha producido en menor proporción en el conjunto de las personas atendidas dentro de este plan.

“Este plan también va a tener muy presente lo que llamamos postvención. Ya hemos realizado actuaciones en este sentido, pero vamos a seguir siendo especialmente cuidadosos con las personas que han perdido a un familiar por suicidio, a los supervivientes”

Otras poblaciones especialmente vulnerables son las que sufren soledad no deseada, aislamiento o el riesgo de exclusión, y aquí pueden situarse por ejemplo personas mayores y a veces población inmigrante cuando experimentan desarraigo. Son factores de riesgo conocidos de los que estamos especialmente pendientes.

Este plan también va a tener muy presente lo que llamamos postvención. Ya hemos realizado actuaciones en este sentido, pero vamos a seguir siendo especialmente cuidadosos con las personas que han perdido a un familiar por suicidio, a los supervivientes. Primero, porque requieren de nuestro cuidado específico y nuestro compromiso, y, segundo, porque su testimonio resulta un revulsivo en la lucha contra el tabú social, para lograr la prevención del suicidio entre todos.

P. ¿Es pronto para hablar de los recursos que se destinarán?

R. El Plan de Prevención del Suicidio, igual que el nuevo Plan de Salud Mental y Adicciones, están siendo elaborados en paralelo y la distribución de recursos se hará con especial atención a cubrir las necesidades identificadas en la evaluación del Plan de Salud Mental 2018-2020 y en el plan vigente de respuesta COVID. El Plan de Prevención incidirá en los aspectos más reorganizativos y el nuevo Plan de Salud Mental dará cobertura a las necesidades estructurales que se están identificando.

Además, van a mantener la priorización de la atención de niños y adolescentes, tal y como mencionó la presidenta en su discurso, en el que no solo habló del plan, sino de otras actuaciones en salud mental que son prioritarias para la Comunidad de Madrid.


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