El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha valorado este lunes el anuncio sobre la ley de listas de espera que se incluye en el texto del Acuerdo de coalición de Gobierno entre Sumar y PSOE. En primer lugar, el consejero ha valorado en positivo todas aquellas ideas “que sean para mejorar el sistema público”. “Es verdad que le tocará a las comunidades autónomas desarrollar esto. Pero no sabemos nada de lo que están pensando para el desarrollo de esa norma, si se va a hacer con autoabastecimiento o con ayuda de otros sistemas sanitarios. No nos han consultado”, ha reconocido Fernández Sanz durante un desayuno sociosanitario organizado por Europa Press.

“Por tanto, yo diría que, si eso tiene que ser así, supongo que viene con un camión de dinero detrás para que se lleve a cabo porque con lo que tenemos ya estamos nosotros haciendo la norma”, ha indicado.

Según el texto del acuerdo entre Sumar y PSOE, la idea es establecer por ley unos tiempos máximos de espera: 120 días para intervenciones quirúrgicas, 60 días para consultas externas especializadas y 30 días para pruebas complementarias, con independencia del lugar en el que se viva. “En el caso de la salud mental, la garantía de tiempo máximo de espera será de un máximo de 15 días para jóvenes, adolescentes y menores de 21 años”, indica el acuerdo.

Mejorar el sistema, las prestaciones y la estructura

El consejero también ha incidido en que los tres puntos que marcarán el futuro del sistema sanitario y que a la vez son vistos como un desafío tienen que ver con las mejoras que se pueden llevar a cabo dentro del sistema, con medidas que tengan por objeto “estar menos enfermos cuando seamos mayores” para así aumentar el bienestar de las personas. Esto pasa, según ha explicado, por “invertir en políticas preventivas”.

Fernández Sanz también ha incidido en la necesidad de reordenar la cartera sanitaria y mejorar sus infraestructuras. “Que los lugares no estén viejos. Que se pueda estar en un ambiente de calidad”, ha añadido.

Otro desafío que tiene y que tendrá por delante el Sistema Nacional de Salud será lograr que médicos especialistas quieran ir a trabajar al medio rural. “Es momento de hablar de la medicina de precisión o genómica, pero a la vez de hablar de que no tenemos médicos en el medio rural. Estar al máximo nivel con la IA, pero a la vez seguir hablando de cosas que no parecen tan importantes, como el hecho de que no tenemos médicos para pueblos de 100 habitantes”. Castilla-La Mancha es otra de las comunidades que, como Aragón, tiene una importante desigualdad de distribución de la población. Lugares como la serranía de Cuenca, Sigüenza o Molina de Aragón, ha enumera el propio consejero, son zonas en las que más dificultades existen para retener talento.

Finalmente, el consejero ha admitido que es momento de que Castilla-La Mancha replantee su Plan de Salud Mental antes de que concluya en 2025, con el objetivo de dar solución a dos asuntos que han empeorado en los últimos años: el suicido entre los jóvenes y las adicciones. “Antes del 2025 nos tocará reformular el plan porque, hoy en día, se está multiplicando el intento de suicidio entre personas jóvenes. Por otro lado, las adicciones, no solo de sustancias, han crecido exponencialmente. Creo que debemos prepararnos para esto”, ha concluido.


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