El Senado ha sido una vez más el lugar de acogida de la Ponencia sobre Salud Mental y la prevención del suicidio que se está llevando a cabo semanalmente en al Comisión de Sanidad en esta Cámara. Las comparecencias de esta semana llevadas a cabo por expertos de redes de Euskadi y Valencia, han coincidido en un par de ideas: es fundamental restringir el acceso a sustancias letales que pueden llevar al suicidio y, por otro lado, es básico prevenir el suicidio desde el ámbito educativo fomentando la salud mental desde un punto de vista positivo, no estigmatizado.
Estas comparecencias llevan celebrándose desde el comienzo del curso parlamentario en el Senado y están enriqueciendo esta Ponencia con un objetivo común: poner el foco en la salud mental y en la prevención del suicidio, una lacra que en nuestro país arroja cifras tan abrumadoras como la del año 2022 en que 4.227 personas se quitaron la vida, es decir 11 suicidios cada 24 horas. De esas cifras cabe destacar que 341 personas estaban en la franja de edad de 15 a 29 años.
“Europa es un ejemplo inspirador”
La directora gerente de la Red de Salud Mental de Gipuzkoa, la psiquiatra Andrea Gabilondo Cuéllar, ha sido la experta encargada de dar voz en esta Comisión de Sanidad a la salud mental. Gabilondo, primero ha hecho un repaso por las estrategias de salud mental en Europa, que según ha dicho es “un ejemplo inspirador en el que debemos fijarnos”. En concreto ha hablado de los casos de éxito de Finlandia y Reino Unido, que con medidas basadas en factores socioeconómicos y la restricción del acceso a sustancias potencialmente letales como el alcohol o ciertos medicamentos, han logrado reducir las tasas de suicidio, en el caso de Finlandia hasta en un 50%.
Estas medidas, por ejemplo, en Reino Unido han pasado por cambiar el formato de los opiáceos y benzodiacepinas de los botes al blíster y limitar su número, para evitar la sobredosis. En cuanto al alcohol, las medidas locales y regionales de prevención, para evitar el acceso universal a esta sustancia, “son medidas que han funcionado, reduciendo en mucho el número de suicidios e intentos en este país”, ha explicado Gabilondo.
Gabilondo, por otra parte, ha destacado el hecho de que sea necesario un Plan de Prevención del Suicidio a nivel nacional “plan que todavía no tenemos pero que parece que el año que viene se pondrá en marcha”, ha señalado. Pero ha reseñado que el hecho de que las CCAA tengan sus propios planes y estrategias es importante porque “el suicidio es un problema que tiene sus particularidades, enclavadas en el contexto en el que se produce”. La experta ha destacado además que aunque estas estrategias son importantes, porque recogen las necesidades a nivel local, es importante un Plan Nacional que sirva de paraguas para mejorar la coordinación y el trabajo que hacen las CCAA en sus propios sistemas de Salud. “Un Plan estatal serviría para aportar liderazgo y conocimiento en aquellas comunidades donde sus propios planes tengan lagunas y carencias”, ha concluido.
Gabilondo además ha destacado la importancia de la concienciación y la sensibilización públicas, de ahí la importancia de programas multinivel que ataquen el problema desde diferentes niveles, entre la población general, los grupos de riesgo, los ámbitos escolares y los comunitarios.
Para finalizar la experta ha hecho un repaso por la Estrategia de Salud Mental de Euskadi que lleva funcionando desde 20210, con 57 iniciativas en diferentes áreas y que “ha conseguido reducir las cifras de suicidio en los últimos años en la región, aunque aún no sabemos si se debe a la estrategia, tenemos que hacer un seguimiento más exhaustivo”, ha concluido.
“Hay que hacer planes de Salud Mental pero menos enfocados en el suicidio”
Por parte de la comunidad valenciana ha comparecido el psiquiatra y responsable de la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Comunitat Valenciana, Bartolomé Pérez Gálvez, que ha destacado un aspecto que pocos comparecientes han tenido en cuenta hasta ahora y es la cifra de personas ingresadas por lesiones autoinfligidas o intentos de suicidio, “y que llevan aumentando varios años”, ha explicado Pérez. En esta misma línea ha destacado la importancia de hacer el seguimiento de las personas que son dadas de alta hospitalaria y “no tienen otra cita con salud mental hasta dentro de un mes” ha señalado. “Estos pacientes de alto riesgo son los que tenemos que tener en cuenta a la hora de hacer vigilancia epidemiológica en salud mental”, ha subrayado el experto.
Además, y en línea con la comparecencia anterior, Pérez ha recordado que es importante seguir las recomendaciones de la OMS, que incluyen la limitación del acceso a medios de suicidio como los fármacos o el alcohol. También ha incidido en la importancia, otra recomendación de la OMS, de utilizar los medios de comunicación y las redes sociales “en beneficio de la prevención del suicidio entre los jóvenes, porque ellos reciben toda la información buena y mala por esos medios”.
Pérez, ha entroncado además su discurso con el de los comparecientes de la Comisión anterior, profesionales de la enfermería y la psiquiatría, recordando la necesidad de paliar el déficit de profesionales en salud mental. “Es un problema que va a empeorar en los próximos años, por eso pedimos entre otras cosas agilizar la homologación de profesionales latinoamericanos que son buenos y están a mano”, ha incidido.
Para finalizar, el experto ha pedido que cuando se hagan programas de salud mental, “estos no se centren solo en el tema del suicidio, sino que se hable de salud mental en general”. Y ha destacado la necesidad de mejorar y fortalecer los programas de prevención a nivel nacional, pero que sean programas “basados en evidencias científicas”, ha concluido.
También te puede interesar…