El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han publicado de forma conjunta el segundo informe ‘Vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos en Europa‘. El documento, que presenta datos de 2021, muestra los altos porcentajes de resistencia a los antibióticos de última línea, como los carbapenémicos, en varios países europeos.

El informe recoge los datos de vigilancia de resistencia antimicrobiana (RAM) presentados por los 53 Estados miembro de la región de la OMS en Europa y recopilados por la Red Europea de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (EARS-Net) y la Red de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos de Asia Central y Europa (CAESAR).

Resistencia a cefalosporinas y carbapenémicos

Según el informe, la resistencia a las cefalosporinas y carbapenémicos de tercera generación fue generalmente mayor en Klebsiella pneumoniae que en Escherichia coli. Si bien la resistencia a los carbapenémicos siguió siendo rara en E. coli en la mayoría de los países, el 33 por ciento de los Estados informaron de porcentajes de resistencia del 25 por ciento o más en K. pneumoniae. Además, la resistencia a los carbapenémicos también fue común en las especies de Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter, y en un porcentaje mayor que en K. pneumoniae

“Los patrones actuales, como el aumento de las especies de Acinetobacter resistentes a los carbapenémicos que son difíciles de erradicar una vez que son endémicas, subrayan la necesidad de mejorar aún más los esfuerzos para prevenir y detectar la resistencia”, afirma Danilo Lo Fo Wong, asesor regional de la OMS para el Control de la Resistencia a los Antimicrobianos.

En la misma línea se ha pronunciado Dominique Monnet, jefe de sección del ECDC para la resistencia a los antimicrobianos e infecciones asociadas a la atención de la salud. El experto apunta a la necesidad de “mejorar las prácticas de prevención y control de infecciones, reducir el uso innecesario de antimicrobianos, diseñar e implementar programas de administración de antimicrobianos y garantizar una capacidad microbiológica adecuada”.

Aunque la mayoría de los países de la Región de Europa han desarrollado planes de acción nacionales sobre la resistencia a los antimicrobianos, incluidos programas e intervenciones integrales sobre prevención y control de infecciones, administración y vigilancia de los antimicrobianos, el desafío que queda por delante es garantizar que estos cuenten con un apoyo de alto nivel y una financiación sólida para hacer frente a la amenaza de la RAM.

El perfil de España

El informe del ECDC y la OMS también incluye información específica de cada país para cada especie bacteriana, desglosada además por edad y sexo del paciente. En el caso de España, han participado en la recogida de datos el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Centro Nacional de Microbiología (CNM).

Según se muestra en el documento, las bacterias resistentes más comunes en España son E. coli, S. aureus y K. pneumoniae. Además, tal y como se observa en la gráfica, los hombres y los mayores de 65 años son los perfiles más afectados.


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