Ruperto González

Recientemente se ha celebrado el XX Encuentro Anual de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea (Sesoc), una importante cita que nos ha reunido a oftalmólogos y alergólogos con el objetivo de revisar las novedades más destacadas en conjuntivitis alérgica, una enfermedad de prevalencia creciente que afecta tanto a niños como a adultos y que provoca un importante deterioro de su calidad de vida y, en ocasiones, daños visuales irreversibles.

La conjuntivitis alérgica (CA) es una patología inflamatoria de la superficie ocular provocada por una reacción de hipersensibilidad inmediata mediada por IgE en respuesta a la exposición a uno o varios alérgenos. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva y los párpados. Su prevalencia es realmente epidémica: afecta al 15-20 por ciento de la población y hay estudios que la cifran en hasta un 40 por ciento.

Esta patología ocular se encuentra estrechamente relacionada con la rinitis alérgica (RA) en un porcentaje que supera el 65 por ciento. La rinoconjuntivitis alérgica (RCA) se produce por una inflamación de la mucosa nasal y conjuntival frente a alérgenos ambientales en aquellos pacientes genéticamente susceptibles. Se trata del primer motivo de consulta en España en alergología y, se encuentra entre las 10 primeras causas de consulta en Atención Primaria. El perfil del paciente suele ser joven, urbano, con prevalencia femenina, que cuenta con carga atópica familiar.

Tanto en la CA como en la RA el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son cruciales para evitar posibles complicaciones. Es indispensable una aproximación multidisciplinar entre alergólogos, oftalmólogos, otorrinos y Atención Primaria, donde se producen la mayor parte de las visitas médicas. Es necesario realizar un diagnóstico de precisión en términos de su etiología (causa), gravedad (incluyendo su impacto en la calidad de vida del paciente) y persistencia de los síntomas, así como la identificación de posibles comorbilidades asociadas, a efectos de determinar las mejores opciones terapéuticas disponibles.

Actualmente, los colirios antihistamínicos son opciones muy usadas en estas patologías. Los requerimientos de estos preparados son la esterilidad, la tolerancia y la permanencia, es decir, que las concentraciones terapéuticas del fármaco se mantengan durante el tiempo necesario en los tejidos diana. Las nuevas líneas de tratamiento en los colirios antihistamínicos presentadas en Sesoc persiguen el abordaje de las alergias oculares a través de diferentes formulaciones y principios activos que optimicen el alivio y reduzcan los efectos secundarios, con el foco en preservar la película lagrimal y reducir al máximo la deshidratación del ojo con elementos como la inclusión del ácido hialurónico.