Plan de vacunación: un escudo contra la inmunosenescencia y las infecciones en mayores

20966

En un esfuerzo sin precedentes por combatir la inmunosenescencia y prevenir infecciones en la población de mayor edad, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha presentado su guía de recomendaciones para la temporada 2023-2024, marcando un hito en la salud pública y la medicina preventiva. El envejecimiento poblacional en España avanza sin tregua; ell 29.4% de la población superará los 65 años para 2068. La inmunización emerge como una estrategia clave para asegurar un envejecimiento saludable y satisfactorio.

“Las recomendaciones de la SEGG cubren un espectro amplio de vacunas, cada una dirigida a prevenir enfermedades específicas que afectan desproporcionadamente a los adultos mayores”

La vacunación en adultos mayores es crucial no solo para proteger a esta población vulnerable de enfermedades potencialmente mortales, sino también para combatir la inmunosenescencia, el proceso natural de envejecimiento del sistema inmunológico. Las recomendaciones de la SEGG cubren un espectro amplio de vacunas, cada una dirigida a prevenir enfermedades específicas que afectan desproporcionadamente a los adultos mayores.

Gripe y Covid

Entre las vacunas destacadas se encuentra la antigripal, cuya importancia se recalca ante la tendencia descendente en las tasas de vacunación entre las personas de 65 años o más en España. La SEGG sugiere una captación activa de esta población, especialmente en residencias de mayores y entre el personal sanitario y sociosanitario, recomendando incluso la administración conjunta de vacunas contra la COVID-19 y la gripe para maximizar la protección.

El SARS-CoV-2 se incorpora como virus a tener presente. Se observa un incremeto en las hospitalizaciones por COVID19. No es un virus de temporada y deberia ser tenido en cuenta a lo largo de todo el año.

VRS

El virus respiratorio sincitial (VRS) muestra la necesidad de una necesaria adaptación de las estrategias de vacunación frente a patógenos reemergentes, especialmente en poblaciones vulnerables.

Entre 2016 y 2019, se identificó la glicoproteína F como el antígeno vacunal efectivo contra el VRS. Se ha avanzado en este descubrimiento con la vacuna Arexvy, que combina el antígeno RSVPreF y un adyuvante liposomal, fortaleciendo la respuesta inmune mediante anticuerpos neutralizantes y células T CD4+ específicas. Esta innovación representa un paso crucial en la lucha contra las infecciones respiratorias en adultos mayores, ofreciendo potencial para reducir significativamente el impacto médico y económico del VRS, al tiempo que mejora la calidad de vida en esta población vulnerable.

Neumococo

La vacunación antineumocócica es otra piedra angular en la lucha contra las enfermedades respiratorias, con la recomendación de la vacuna de polisacáridos VNP23 a partir de los 65 años y una pauta de vacunación seriada con la vacuna conjugada VNC13 para poblaciones de alto riesgo. Esta estrategia refleja un enfoque adaptado a las necesidades específicas de los mayores, donde la prevención de neumonía y enfermedad neumocócica invasiva cobra especial relevancia.

En el frente de la difteria y el tétanos, la SEGG promueve una pauta vacunal completa a lo largo de la vida, incluyendo dosis de recuerdo que son fundamentales para mantener la inmunidad en la vejez. Mientras tanto, la reemergencia de la tosferina ha llevado a la inclusión de esta vacuna como una medida preventiva esencial para adultos mayores, subrayando la importancia de desarrollar inmunidad de grupo y proteger a los más vulnerables.

Herpes zóster

El herpes zóster, una enfermedad que puede ser debilitante para los mayores, ve un avance significativo con la recomendación de la vacuna HZ/su, ofreciendo protección contra esta condición y la dolorosa neuralgia posherpética. Se trata de un compromiso de la SEGG con la incorporación de innovaciones vacunales en la atención geriátrica.

Las recomendaciones de la SEGG para la temporada 2023-2024 son una llamada a la acción para proteger a los adultos mayores a través de la vacunación, con indicaciones claras en la lucha contra la inmunosenescencia y las infecciones. Este enfoque integral refleja un compromiso profundo con la salud y el bienestar de la población de mayor edad, promoviendo un futuro en el que el envejecimiento pueda ser un proceso saludable y libre de enfermedades prevenibles.