Hospital Zendal: Acordarnos no sólo cuando truena

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Foto: Diego Sinova

El Instituto Cervantes se hace eco de un refrán verbal muy conocido en relación a Santa Bárbara. Dice el refrán que “nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena“. El refrán muestra tanto la ingratitud como el peligro que acecha. El Instituto Cervantes indica que el refrán “recrimina a quienes se olvidan de quien, una vez conseguido un beneficio, se olvida de quien lo ha hecho posible”.

Una referencia internacional

Si, el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal ha tenido críticas irracionales que no han contemplado a los 6.000 pacientes que han sido atendidos en este centro pionero. La calidad asistencial es compatible con sus particularidades.
Un centro levantado en tres meses, sin quirófanos y orientado a atender y aliviar la presión asistencial de la red madrileña de hospitales.

El Zendal es un hospital que apoya y da servicio a los hospitales de la Comunidad de Madrid. De esta forma se ha convertido en un referente de la asistencia sanitaria a pacientes con COVID-19, dentro y fuera de España, como lo demuestra su reciente Congreso.

“cuando se toma la decisión de su puesta en marcha, las vacunas (a punto de llegar) nos ofrecían una visión miope del fin de la pandemia”

Evitar intubar pacientes: UCRIs

Para evitar intubar a los pacientes, lo que incrementa de forma notable el riesgo de muerte, se crearon 96 puestos de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI). Estas unidades han evitado intubar a un 70% de pacientes.

Pero es cierto que, cuando se toma la decisión de su puesta en marcha, las vacunas a punto de llegar nos ofrecían una visión miope del fin “cercano” de la pandemia.

Una necesidad, aún sin la presión asistencial

Las vacunas han llegado y la presión asistencial ha disminuido, pero la pandemia continúa. Es el momento de tener en consideración lo que ha realizado el Zendal por los pacientes, sus familiares y por la asistencia sanitaria. Una vez conseguido el beneficio, sería una ingratitud olvidarse de lo que supuso. Puesto que la suerte favorece la mente preparada (como decía Albert Einstein) la sanidad madrileña está preparada para lo que venga. En esto, la mayoría de las CC.AA. han tomado buena nota y continúan estando en el día a día de la pandemia en curso.

Nuevos cometidos

Madrid contará con el Zendal en cometidos necesarios frente a la COVID-19, sin duda. Y seguirá ofreciendo soporte y una actividad y uso que su diseño mutifuncional permita. Desde las vacunaciones masivas hasta el almacén de materiales para su distribución, pasando por la sede de algunos organismos sanitarios.

En este sentido, será relevante su posible dedicación, entre otras cosas, para algo que aún es incipiente: las secuelas de la COVID-19. Poco estudiadas y con una complejidad y afectación multiorgánica, suponen otro reto más para un hospital que ha afrontado dichos retos desde su comienzo.

Lo que quiera que sea en un futuro el Zendal, los que lo han hecho posible contarán con el agradecimiento de nuestra sociedad por todos su beneficios. Y en especial a todos y todas las profesionales que han estado trabajando en él sin descanso, con entrega y con infinita generosidad.