La visión innovadora de trabajar para la supervivencia del paciente, pero también con el foco en su calidad de vida, recuperación funcional en, incluso, en su entorno, ha llevado al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau a hacerse con el Premio BiC 2023 al ‘Mejor Servicio de Urgencias’.
“En un momento en que las urgencias pensaban mucho en atender al paciente, pero no se ocupaban tanto de la experiencia de la calidad, del apoyo a la familia o de la humanización, nosotros ya estábamos trabajando en eso”, aseguró a GM la directora del servicio, Mireia Puig Campmany.
Es un galardón que les hace “mucha ilusión”, pues son “fans” de los Best in Class. “Siempre optamos a ellos; muchos años hemos quedado finalistas y este es el segundo año que ganamos”, aseguró Puig, quien considera que es un “reconocimiento muy grande que estimula mucho a los profesionales que forman el servicio“.
El premio fue entregado por Mercedes Hurtado, presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, y Sandra Pulido, redactora jefa de Gaceta Médica, y recogido por Míriam Mateo, directora de Unidad de Urgencias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, y Laia Casas, supervisora de la Unidad de Urgencias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
“Es el premio a todos los médicos que trabajamos en urgencias cada día de forma multidisciplinar para dar la mejor atención a nuestra población”, indicó Míriam Mateo durante la gala. “También es un reconocimiento a la adaptación continua que hacemos desde el Servicio, tanto estructural como profesional, como el trabajo que hacemos para adecuarnos a la evolución demográfica y al modelo sanitario siempre tratando a los pacientes desde la excelencia“, agregó.
El equipo, fundamental
El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau se trata de un centro “del máximo nivel” que atiende unas 170.000 urgencias al año, es decir, hay un gran volumen de actividad. “Tenemos urgencias de pediatría, de psiquiatría, de ginecología obstetricia, pero las urgencias del adulto son casi 120.000 o 125.000 de las asistencias anuales“, señaló la directora del Servicio.
Por tanto, detrás de todo ello hay un equipo de unos 75 médicos y unas 350 enfermeras. “Es un equipo muy grande. Por eso, conseguir trabajar con el paciente, siempre buscando obtener la mejor experiencia de paciente y los mejores resultados en salud, en un equipo tan grande, tiene todavía más valor“, afirmó Puig.
De hecho, apuntó que se trata de “un equipo altamente comprometido con el paciente”. En este sentido, Puig señaló que, aunque también existen demoras como en cualquier otro hospital, el equipo “hace todo lo posible por cuidar a los pacientes mientras esperan”.
El reto del envejecimiento
En los últimos 25 años o 30, este Hospital ha ido trabajando para hacer unas urgencias y emergencias “de excelencia, de altísima calidad”, incorporando toda la innovación científica y todos los avances científicos, pero “también para que el paciente más comunitario también esté atendido en su máximo valor”, tal y como recalcó Puig. Y es aquí donde entra la atención al paciente vulnerable con un proceso urgente.
Según Puig, su hospital se encuentra en un área de Barcelona con una población muy envejecida y es por eso empezaron pronto, en 2011, en el abordaje del reto del envejecimiento. “Así, 15 años después tenemos un programa de atención a la fragilidad muy desarrollado y que hemos constatado que es capaz de proporcionar los mejores resultados al paciente y además beneficia a la gestión de servicio”, indicó.
“Nos hemos preparado durante años para hacer las cosas bien y nos seguiremos preparando para continuar haciéndolo bien en años próximos, donde la población geriátrica aumentará”, expuso Puig. “La edad va a aumentar, la complejidad de las comorbilidades va a aumentar y también lo hará probablemente la pobreza y la soledad“, añadió. Por ello, resolver un proceso urgente será más complicado y en ello tiene puesto el foco el Servicio de Urgencias. Así, están trabajando en la ampliación de un área del hospital mediante la cual podrán adaptar la estancia del paciente anciano.
