El cáncer de pulmón causa 23.000 muertes cada año en España. Conseguir reducir esta cifra pasa por lograr mejoras en la detección precoz de esta patología a través de los cribados. Y ese es precisamente el objetivo de Cassandra, un proyecto piloto de cribados para detectar cáncer pulmonar que pretende reducir las altas tasas de mortalidad y promover la deshabituación al tabaco.

En este proyecto liderado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que se ha presentado este jueves en la sede de la Consejería de Sanidad de Madrid, van a participar 40 hospitales de toda España. La idea es que, en cinco años, se realicen entre 40.000 y 50.000 pruebas diagnósticas que se anticipen al resultado fatal de la enfermedad, que muchas veces se detecta tarde, ya que los síntomas en cáncer de pulmón suelen darse cuando ya existe metástasis o está localmente avanzado.

El cribado también pretende detectar otras enfermedades vinculadas al tabaco como EPOC, enfisema, calcio coronario elevado u osteoporosis, entre otras dolencias.

“Las cifras son sobrecogedoras”, ha lamentado Fátima Matute, consejera de Sanidad madrileña, en la víspera del Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón. “Muchas veces se hacen diagnósticos tardíos porque no existen síntomas iniciales. Estos cribados permiten detectar antes la enfermedad y, también, que la supervivencia sea mayor”, ha explicado. En paralelo, la Comunidad de Madrid va a iniciar un estudio piloto para evaluar la posibilidad de implantar un programa propio de cribado para la misma enfermedad.

Matute ha aprovechado la ocasión para reclamar al Gobierno de España que “implemente, tal y como recomienda la Unión Europea, este tipo de cribados como parte de la Estrategia Nacional de Cáncer” que, por el momento, todavía no está incluido.

Uno de los objetivos del proyecto Cassandra es optimizar el coste-beneficio en este tipo de cribado a través de una mejor selección de población riesgo, del uso de los avances tecnológicos disponibles y de la reducción de los falsos positivos. “Queremos demostrar la viabilidad de este proyecto a nivel nacional”, ha asegurado Luis Miguel Seijo, neumólogo y coordinador del Área de Oncología Torácica de SEPAR.

Seijo también ha explicado que los pacientes serán seleccionados desde la Atención Primaria y que tendrán prioridad las personas de entre 50 y 75 años con ciertas cargas tabáquicas.

Ángel Gayate Cara, coordinador del proyecto Cassandra y secretario general del Colegio Interamericano de Radiología (CIR), ha recordado que cada año se diagnostican en España 29.000 nuevos casos y que, hoy en día, el 70% de los casos de cáncer de pulmón se detectan demasiado tarde, cuando el paciente llega al médico ya con síntomas. Cassandra utilizará la tomografía computarizada con baja dosis de radiación, similar a la prueba que se realiza para la detección del cáncer de mama, según ha apuntado Gayate.

La supervivencia de estos pacientes es inferior al 15% a los 5 años del diagnóstico, pero el peor dato de todos es que la patología ha seguido y se espera que siga aumentando. “Es un proyecto ambicioso que puede aportar mucho. En España muere una persona cada 20 minutos por cáncer de pulmón. Y, además, es un dato que va aumentando”, ha lamentado Juan Carlos Trujillo, codirector del proyecto Cassandra, que ha informado de que, a finales de 2028, esperan haber demostrado que este cribado de cáncer de pulmón reduce definitivamente las tasas de mortalidad.


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