El cambio climático es una realidad sobradamente demostrada por la evidencia científica, y un desafío de primer orden en el sector salud, lo que lo convierte en uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI. De hecho, cada año provoca 250.000 muertes en el mundo, con especial influencia en las enfermedades respiratorias. Esta estimación del impacto se calcula por múltiples vías, de las cuales la más conocida es la infecciosa, derivada del desplazamiento de vectores debido al calentamiento global. Consecuencia del mismo, de hecho, se producen brotes de malaria, hantavirus, dengue, zika o chikungunya.

“Asimismo, el aumento de lluvias torrenciales aumenta el agua estancada, junto al aumento de las temperaturas, lo que ocasiona brotes de enfermedades diarreicas. Pero el impacto va más allá y también las enfermedades alérgicas, las psiquiátricas, la desnutrición y las migraciones, que conllevan un impacto en la salud, son otras consecuencias nocivas asociadas al cambio climático,” expone Carlos Andrés Jimenez-Ruiz, neumólogo y presidente de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Además, el cambio climático es una amenaza directa a la salud respiratoria, ya sea agravando enfermedades crónicas o facilitando su aparición. Según señala Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del Año Separ 2020-2021 por la calidad del aire, cambio climático y salud, “los cambios bruscos en la temperatura están directamente relacionados con la morbilidad y la mortalidad en enfermedades respiratorias tan comunes como el asma o la EPOC“. “No solo el frío es responsable del aumento de mortalidad, sino que los días con calor extremo están también relacionados con la mortalidad respiratoria por neumonía o EPOC”, añade.

“Los cambios bruscos en la temperatura están directamente relacionados con la morbilidad y la mortalidad en enfermedades respiratorias tan comunes como el asma o la EPOC”

Isabel Urrutia, coordinadora del Año Separ 2020-2021 por la calidad del aire, cambio climático y salud

La polución del aire es también otro de los factores que se ve agravado por el cambio climático. Está bien demostrado que la exposición a material particulado influenciado por el cambio climático se asocia a síntomas respiratorios, peor función pulmonar, empeoramiento del asma y desarrollo de bronquitis crónica e, incluso, puede aumentar el riesgo de sensibilización atópica o exacerbar los síntomas de los ya atópicos,” prosigue Urrutia.

Paso a la acción

En este sentido, desde Separ apuntan que la lucha contra el cambio climático comprende el paso a la acción en la toma de medidas medioambientales que puedan reducir la huella de carbono. Este paso a la acción comprende adoptar medidas en el ámbito profesional, político y personal. Así, en el primero de ello, se recomienda fomentar la concienciación a los enfermos en las consultas con el consejo médico, animar a los mismos a la economía circular y estimular el reciclaje de dispositivos.

En los ámbitos social y político, Separ asume su papel de liderazgo en la concienciación y divulgación a la sociedad general sobre los perjuicios del cambio climático y también para concienciar a la administración sanitaria de la importancia de pasar a la acción. En el ámbito personal, la sociedad científica se compromete a animar a sus socios a utilizar medios de transporte con bajas emisiones en carbono o ser conscientes de los costes medioambientales que suponen las reuniones y congresos.

El papel de los especialistas

Según Jiménez-Ruiz, los especialistas en respiratorio tienen tanta responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global. Fruto de ello, Separ cuenta con el área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental, desde la que ha impulsado multitud de iniciativas a favor de un planeta más sostenible y en contra de la contaminación ambiental.

Aun así, “debemos redoblar nuestros esfuerzos en esta dirección. Prueba de ello es la iniciativa Año SEPAR por la Calidad del Aire. Cambio Climático y Salud, que está sirviendo para incrementar la sensibilidad de la población general española en este tema,” expone el experto.

Así las cosas, se han tomado diferentes acercamientos para la concienciación de la ciudadanía con relación a la polución y al cambio climático, desde cursos específicos a ponencias y actividades divulgativas.


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