Regina Gironés, coordinadora de la Sección de Oncogeriatría de SEOM, analiza el impacto de la pandemia en los mayores con cáncer.

Pregunta. Los mayores han sufrido de forma especial el impacto de la pandemia, ¿qué peso ha tenido toda esta situación en los pacientes mayores con cáncer?

Respuesta La pandemia ha supuesto un impacto en la población general, pero especialmente en la población anciana y si además tenían una neoplasia. Los ha puesto en situación de riesgo por considerarse vulnerables a los efectos del virus, pero también los ha puesto en situación de riesgo por la dificultad de acceso al sistema sanitario que ha supuesto la irrupción del COVID en el día a día de la asistencia sanitaria.

P. ¿Habéis detectado alguna necesidad no cubierta que haya sido más evidente con esta situación?

R. La necesidad principal ha sido el contacto con su ambiente familiar y soporte social. Son población que precisa acompañamiento y la limitación inicial que supuso el confinamiento afectó especialmente a esta población.

“Los retrasos diagnósticos y sobre todo los retrasos en los accesos a los tratamientos activos, a los cuidados paliativos precoces, impactan de forma negativa en esta población”

Afortunadamente, el sistema supo adpatarse a las nuevas circunstancias. Se pusieron en marcha métodos de visita remota, de envío de medicación a domiclio, de mantenimiento de tratamiento activo y seguimiento en la población que se consideró necesario

P. Se habla del retraso diagnóstico como consecuencia de los retrasos en las consultas, los problemas de acceso a pruebas, etc., ¿qué es el tiempo para un paciente geriátrico con cáncer?

R. La población anciana con cáncer tiene una expectativa de vida limitada, de por sí por el propio envejecimiento, puesto que cabe recordar que somos personas finitas.

En esta población, los objetivos de los tratamientos no buscan prolongar supervivencia en general. Fundamentalmente buscan mejorar la calidad de vida, controlar síntomas, evitar deterioro y evitar dependencia.

Los retrasos diagnósticos y sobre todo los retrasos en los accesos a los tratamientos activos, a los cuidados paliativos precoces, impactan de forma negativa en esta población.

P. ¿Se ha priorizado su atención de algún modo a lo largo de estos dos años?

R. Hemos detectado que, en general, el paciente con cáncer, y el paciente anciano con cáncer, es población muy concienciada de los riesgos que pueden sufrir si se infectan.

“Desde la asistencia oncológica se ha priorizado el acceso al cuidador, la asistencia a las consultas acompañados por las familias cumpliendo todos los protocolos para evitar contagios”

Ha sido una población que ha respetado las normas y los protocolos y que ha evitado al máximo el contacto social y los posibles focos de infección.

Esta pérdida del contacto social ha sido lo que más ha perjudicado a esta población.

Desde la asistencia oncológica se ha priorizado el acceso al cuidador, la asistencia a las consultas acompañados por las familias cumpliendo todos los protocolos para evitar contagios.

P. En la atención oncológica se pone siempre el acento en el abordaje multidisciplinar, ¿cuál es el vínculo de los oncólogos con los especialistas en geriatría? ¿Existen unidades o dispositivos asistenciales para dar respuesta a las necesidades de estos pacientes en el ámbito hospitalario?

R. Afortunadamente la Sección SEOM de Oncogeriatría ha conseguido visualizar esta necesidad colaborando con las sociedades científicas de Geriatría. Se han establecido contactos en cada una de las comunidades autónomas y cada uno de los servicios.

El vínculo oncología-geriatría en nuestro país está arraigado y bien establecido, si bien, cada servicio ha diseñado un modelo asistencial que se ajustara a su situación real.

La mayoría de los grandes hospitales cuentan con Servicios de Geriatría que han establecido contacto con los Servicios de Oncología y se han diseñado protocolos asistenciales. Por ejemplo, en algunos casos, los geriatras se han incluido como personal activo en los comités de tumores, en otros casos se han establecido criterios de derivación entre Servicios mediante escalas de cribado, etc.

P. Hay alguna figura de enlace, por ejemplo, en la atención a estos pacientes cuando están fuera de su casa, por ejemplo, en residencias?

R. La principal figura de enlace en nuestro sistema asitencial la cubre la disciplina de enfermería, mediante la figura de las gestoras de casos.

También las unidades de asistencia a domiclio están en contacto directo con los hospitales y los Servicios de Oncología y Geriatría y asisten a la población en residencias.