El tratamiento de los cánceres gastrointestinales está avanzando y alcanzando a otras áreas de la oncología, ofreciendo a los pacientes mejores perspectivas de supervivencia y calidad de vida. Sin embargo, el aumento significativo de casos de inicio temprano está planteando nuevas preguntas sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento eficaces. Este fue el tema principal de la conferencia de prensa, moderada por Ángela Lamarca del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz en Madrid, España, durante el Congreso de Cánceres Gastrointestinales de la ESMO 2024, que tuvo lugar en Múnich, Alemania.

Las neoplasias malignas gastrointestinales representan uno de cada cuatro casos de cáncer y una de cada tres muertes relacionadas con el cáncer en todo el mundo. El cáncer colorrectal es uno de los tres tipos de tumores más comunes y causa más de 900.000 muertes cada año.

Aunque la incidencia general del cáncer colorrectal se ha mantenido estable o ha disminuido en los países de ingresos altos, los nuevos casos anuales de enfermedad de inicio temprano, es decir, en personas menores de 50 años, han aumentado en un 51 por ciento en estas regiones desde la década de 1990. Si esta tendencia continúa, aparentemente asociada con un peor pronóstico en comparación con la enfermedad de inicio tardío, el cáncer colorrectal podría convertirse en el cáncer más mortal en el grupo demográfico de 20 a 49 años para 2030.

Cánceres gastrointestinales de inicio temprano

Las investigaciones presentadas en Múnich confirman que los pacientes jóvenes con cáncer gastrointestinal tienen más probabilidades de ser diagnosticados en una etapa avanzada, lo que podría explicar los peores resultados observados en este grupo de edad.

De manera similar, un estudio encontró que el cáncer de páncreas muestra un comportamiento más agresivo en personas jóvenes, resultando en peores resultados. Por el contrario, en el ámbito de los cánceres de las vías biliares, los pacientes jóvenes con metástasis parecían tener un mejor pronóstico que sus homólogos de mayor edad, ya que tienen más probabilidades de presentar alteraciones genéticas tratables en sus tumores, lo que los hacía aptos para recibir terapias personalizadas.

Con casi 455.000 nuevos casos de cáncer colorrectal diagnosticados en Europa en 2022, incluyendo 20.000 pacientes de entre 18 y 49 años, el presidente de la ESMO, Andrés Cervantes, destacó la importancia de conocer mejor las características de este grupo demográfico joven, así como los factores de riesgo a los que están expuestos, para ayudar a diseñar estrategias eficaces de prevención y detección precoz.

Los riesgos hereditarios de cáncer, como el síndrome de Lynch, aumentan la probabilidad de aparición temprana de la enfermedad, pero solo representan una minoría de los casos diagnosticados. A medida que se observa el cambio de edad para diferentes cánceres gastrointestinales en los países de altos ingresos de todo el mundo, hay buenas razones para sospechar que factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta occidental, la baja actividad física o el uso de antibióticos, están desempeñando un papel, aunque estas hipótesis aún deben confirmarse científicamente.

De la prevención al diagnóstico precoz

Como un grupo diverso de enfermedades, los cánceres gastrointestinales continúan siendo un área con una gran necesidad insatisfecha, donde el diagnóstico tardío sigue siendo un problema común que resulta en malos resultados. “Tenemos un problema con la prevención y el cribado en el ámbito gastrointestinal, donde la tasa de cumplimiento de las invitaciones para someterse a pruebas de heces o colonoscopias es inferior al 30 por ciento en toda Europa, en comparación con una adherencia al cribado del cáncer de mama que es dos o tres veces mayor”, destacó Cervantes. El experto hizo un llamado a esfuerzos educativos y a la colaboración con los médicos de atención primaria para mejorar la concienciación y la participación en estas pruebas.

Según Florian Lordick, de la Universidad de Leipzig y editor en jefe de la revista ‘ESMO Gastrointestinal Oncology’, otra cuestión apremiante es que los programas de cribado actualmente se centran en las poblaciones de mayor edad. “Estamos viendo a muchos pacientes jóvenes con cánceres colorrectales y de páncreas avanzados en nuestras clínicas, y será importante tener un intercambio intensivo sobre qué hacer al respecto en términos de cribado”, señaló. Lordick también enfatizó la importancia de concienciar a los médicos generales y a la población sobre los antecedentes familiares de cáncer y sus implicaciones, para asegurar que las personas de alto riesgo sean identificadas y monitorizadas a tiempo.


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