Las patologías urológicas son habituales en la población española. Se estima que una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y uno de cada cuatro hombres a partir de los 40 han experimentado pérdidas de orina, según la Asociación Española de Urología (AEU). Estos datos muestran que la incontinencia urinaria, con una prevalencia global del 15 por ciento, supera en número de afectados a otras patologías mucho más conocidas. Sin embargo, los urólogos son uno de los grandes desconocidos a pesar de que su especialidad es históricamente innovadora, pionera y siempre a la vanguardia. En los últimos años esta viviendo una “auténtica revolución” en muchas de sus áreas.

La uróloga Carmen González Enguita.

Los urólogos atienden toda la patología médico y quirúrgica de la vía urinaria en ambos sexos y del aparato genital masculino, sin limite de edad, desde la prevención hasta el tratamiento de múltiples afecciones motivadas por padecimientos oncológicos, infecciosos, metabólicos, funcionales, traumáticos, malformativos…”. Es una especialidad muy amplia, muy diversa y que tiene una enorme dimensión”, señala Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Hospitales de Asistencia Pública QuirónSalud. La experta aclara que son muchas las patologías urológicas frecuentes que pueden afectar a la población. En términos generales “posiblemente sean la infección urinaria, los problemas relacionados con la HBP (Hiperplasia Benigna de próstata), la incontinencia urinaria, la litiasis y los tumores urológicos, así como los problemas de andrología, la sexualidad masculina, la patología del suelo pélvico, el trasplante renal, etc.”.

Una especialidad ‘desconocida que vive una revolución

Desde la especialidad consideran que en el imaginario de la ciudadanía, el urólogo es un especialista enfocado a tratar problemas masculinos relacionados, principalmente, con la próstata.En esta idea coincide González Enguita incidiendo en que sus estudiantes a veces tienen una idea equivocada, puesto que “es una especialidad muy desconocida que como mucho la relacionan con la próstata y con problemas genito-sexuales del hombre. Y quizá con problemas como la incontinencia urinaria”. La experta destaca además que el urólogo se ha convertido en los últimos años en “un descubrimiento para la población femenina”. Así, González Enguita manifiesta que s habitual que las mujeres consulten con el ginecólogo, en sus revisiones periódicas, los problemas que puedan afectar a la micción y al suelo pélvico pero subraya que es todo un descubrimiento para ellas “ver que el urólogo atiende tanto a hombres como a mujeres, dando respuesta a todos los problemas renales y de la vía urinaria que pueden producirse por múltiples circunstancias desde enfermedades oncológicas hasta infecciosas”.

“A pesar del desconocimiento de la especialidad por parte de la población, en los últimos años la Urología ha experimentado una gran revolución a todos los niveles”

Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Hospitales de Asistencia Pública QuirónSalud

A pesar del desconocimiento de la especialidad por parte de la población general “en los últimos años ha habido una gran revolución a todos los niveles”, señala la uróloga. Esta va desde la prevención, con campañas de concienciación y con herramientas puestas en marcha para la detección precoz de enfermedades, pasando por la nueva metodología en muchos diagnósticos y la realización de novedosos tratamientos médicos, farmacológicos y quirúrgicos. “Empezamos a tener marcadores para el cáncer de vejiga, nuevos elementos de diagnóstico para el cáncer de próstata mucho más eficientes como la RNM (Resonancia Nuclear Multiparamétrica) y la biopsia fusión, que haciendo coincidir las imágenes de la resonancia con la ecografía en el diagnóstico, dirigen la biopsia en la glándula prostática”, explica. A estos avances se suma la robótica que ayuda a los urólogos a ser más precisos en la cirugía o la terapia focal permitiendo que las intervenciones sean menos invasivas.

Técnicas y tratamientos revolucionarios

González Enguita explica que las nuevas técnicas permiten abordar las patologías genitourinarias con mayor detalle y con menos morbilidad. “Podemos acceder a enfermedades de una forma más concreta, como puede ser la terapia focal en el cáncer de próstata. También podemos realizar cirugías mucho más sofisticadas, con abordajes robóticos como podría ser la sustitución vesical (neovejiga) en el caso de la cistectomía del cáncer de vejiga”, desarrolla la experta.

Además otros campos como la radioterapia y la farmacología para los tumores urológicos también han experimentado un importante impulso en los últimos años. “Ha habido una gran revolución en el desarrollo de nuevos medicamentos para la enfermedad avanzada del cáncer de próstata y de la vejiga; en concreto, en los últimos años se han desarrollado muchos fármacos para el cáncer de próstata”, explica la uróloga. Estos tratamientos están enfocados principalmente al tratamiento de la enfermedad en fase avanzada y metastásica. Señala además González Enguita que es preciso conocer que la mayoría de los tumores urológicos (riñón, vejiga, próstata, testículo, pene), “se pueden diagnosticar en fases tempranas, debido a actuaciones urológicas precoces”. “Alrededor del 93-95 por ciento, hablando del cáncer de próstata, es órgano-confinado, es decir está localizado en el interior de la glándula. Es en estas fases de la enfermedad, cuando la estrategia terapéutica que utilizamos, ofrece y obtiene las mayores tasas de curación. Los nuevos fármacos extraordinariamente desarrollados en los últimos años están dirigidos a los momentos de la enfermedad avanzada y extendida”, añade.

De todo esto se desprende que, tanto a nivel tecnológico, farmacológico o molecular, la investigación en urología avanza por buen camino, en busca de una medicina de precisión e individualizada.

Pioneros en muchas tecnologías

“Los avances en el diagnóstico y el tratamiento van a la par, como los desarrollos en el tratamiento médico-quirúrgico o instrumental en nuestra especialidad”, explica la especialista. Aquí se refiere a que, desde los años 80 (s.XX) se han ido sucediendo una serie de avances significativos comoseñala que fue en su momento “la LEOC (Litotricia Extracorpórea por Ondas de Choque) que vino a revolucionar el tratamiento de la litiasis. Hoy en día esta patología se trata con LEOC o con técnicas endourológicas como es la cirugía intrarrenal (RIRS), o percutánea. Somos capaces de meternos en el interior de la vía urinaria mediante aparataje de mínimo tamaño y de invasión mínima para llegar a los últimos rincones de la vía urinaria, al final de los cálices renales, identificar el cálculo, extraerlo o romperlo para que luego sea eliminado”.

Las tecnologías y los procedimientos utilizados en Urología son, por tanto, diversos, altamente eficaces y de mínima invasión. Hoy en día casi toda la patología urológica se aborda por vía endourológica o laparoscópica, y mucha de ésta es asistida por robot, sin olvidar los abordajes de cirugía abierta convencional, la LEOC, la terapia focal en el cáncer de próstata, y la más moderna y emergente tecnología de la HBP (Hiperplasia Benigna de Próstata) con múltiples energías. “Podemos ofrecer al paciente una gran dimensión y diversidad de procedimientos, técnicas y fármacos para tratar todos los problemas benignos y malignos del aparato urinario y genital masculino, además de mucha de la patología del suelo pélvico femenino”.

Actualmente la gran mayoría de las tecnologías y procedimientos llevados a cabo son mínimamente invasivos al emplear herramientas de muy pequeño calibre, como la mini/microperc (cirugía renal percutánea con acceso mínimo). “El advenimiento, hace ya un tiempo, de la cirugía laparoscópica fue una gran revolución habiéndose visto engrandecida por la robótica en los últimos años. En la actualidad se puede abordar por vía laparoscópica abdominal o retroperitoneal prácticamente todo el sistema urinario, siendo laparoscopia asistida por robot en muchos casos”, precisa la especialista.

El futuro es “prometedor y muy apasionante” comenta González Enguita. “Con la Medicina Regenerativa comenzamos a tener experiencias de implantes de células madre, o plasma rico en plaquetas (PRP) en áreas como la incontinencia urinaria, el síndrome de vejiga dolorosa, o la disfunción eréctil. Con los avances genéticos, asumimos la atención precisa del paciente con cáncer de próstata hereditario. Y con la mirada de la Medicina Integradora y la toma de decisiones compartidas con el paciente, necesitamos aportar valor a todo aquello que realmente más le importa en el cuidado de su salud, sumándose a lo mejor de la ciencia, la tecnología y la investigación”.


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