La pandemia de COVID-19 ha dado una visibilidad sin precedentes a la importancia de la investigación biomédica. Una de las mesas de debate de la Jornada Innovación de IDIS sobre las claves del nuevo modelo sanitario, celebrada recientemente, puso en valor su aportación como palanca para la salud y la competitividad en España. En el centro del debate, la importancia de impulsar la colaboración público-privada para desarrollar todo su potencial.

“La pandemia nos ha enseñado que la investigación biomédica supone una gran oportunidad para nuestro país. España ha perdido muchos trenes, pero puede ser un protagonista en este terreno, que pasa por la colaboración de todos los que participan en este ámbito”, apuntó Humberto Arnés, director general de Farmaindustria y moderador de la misma.

Según sus palabras, “hay un gran consenso en considerar que junto con la digitalización y la transición ecológica la investigación biomédica será el tercer vector que se plasmará en el futuro de las sociedades”.

Participar en el diseño de los ensayos clínicos

En la misma línea, Jesús García-Foncillas, director de la Cátedra UAM-Merck en Medicina Individualizada Molecular y director del Departamento de Oncología del Hospital Universitario “Fundación Jiménez Díaz”- Universidad Autónoma de Madrid, abordó los avances en este terreno.

“Claramente tenemos una oportunidad como país. Si ponemos la participación de los grupos de investigación a nivel internacional en ensayos clínicos desde fase 1, fase 3, la participación comparativa dentro del espectro europeo e internacional, ahora mismo ocupamos puntos de máximo reclutamiento”, indicó.

Además, el experto añadió que “es fundamental no solo contribuir, sino participar en el diseño de los ensayos clínicos”.

Según su visión, en esa posición destacada a nivel europeo “ha contribuido muchísimo que hayamos puesto en común la investigación básica traslacional con la clínica”, lo que supone “un gran avance”.

A modo de ejemplo, expuso la puesta en marcha en algunos centros de mecanismos para evaluar fármacos nuevos en investigación preclínica con los grandes headquarters de las compañías farmacéuticas. Es importante ver, añadió, “cómo podemos sacar información sobre en qué tipo de tumores puede funcionar y con esa información plantearnos en una reunión como sería el diseño de ese primer ensayo en humanos. Eso ha permitido que con centros que llevaban la batuta en ese tipo de investigación en fases tan precoces participen ahora centros españoles”.

En primera línea a nivel internacional

Foncillas recordó que también participan “en los grandes consorcios que están desarrollando nuevas dianas para nuevas moléculas”. “De alguna forma y con mucho esfuerzo y con falta de financiación que haría falta, estamos posicionando la investigación biomédica en la primera línea a nivel internacional”, apostilló.

En este contexto, el oncólogo subrayó que el valor de la colaboración público-privada es insoslayable. “No hay un solo fármaco que utilicemos en la clínica que no venga del ámbito de la empresa privada. Los avances vienen del desarrollo a nivel de empresa farmacéutica y la conexión con el entorno es importante porque alumbra por qué vías podemos enriquecer ese efecto terapéutico”, expuso.

“Necesitamos entender que todo forma parte de un mismo objetivo que es el paciente. Hay que buscar beneficio del paciente en el menor tiempo posible. Para ello, hay que incrustar la colaboración en el día a día como algo de rutina”.

Jesús García-Foncillas (Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz)

El especialista añadió que “sin la molécula todo lo demás huelga”. “Necesitamos entender que todo forma parte de un mismo objetivo que es el paciente. Hay que buscar beneficio del paciente en el menor tiempo posible”, aseveró. Para ello, recalcó que es necesario “incrustar la colaboración en el día a día como algo de rutina”.

Otro ejemplo del valor de la colaboración público-privada se observa en el análisis de biomarcadores, que determina qué tipo de tratamiento se ofrece a un paciente. “Muy poco a poco va apareciendo en la cartera de servicios y sigue siendo mayoritariamente aportado por la industria farmacéutica”, apuntó.

“Estamos haciendo una investigación básica buena, fallamos en la traslación. Tenemos que mejorarlo y seguramente pasará por más colaboración público-privada”

Ángel Carracedo (Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela).

Por su parte, Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela, analizó el papel que juega la medicina de precisión en el terreno de la investigación biomédica. “La medicina de precisión me parece el presente y el futuro de la medicina. Estamos haciendo una investigación básica buena, fallamos en la traslación. Tenemos que mejorarlo y seguramente pasará por más colaboración público-privada”, recalcó también.

Según su análisis, las cifras de producción científica son buenas. “Vamos mejorando, aunque tampoco tenemos la más puntera para un país como España. Fallamos en traslación y es donde hay que hacer un esfuerzo importante”, advirtió.

En este sentido, “la colaboración es vital”. El experto reconoció que “se desaprovecha mucho conocimiento del sector académico y hay una oportunidad si hay una conexión en ambas partes. Hay que hacer divulgación, comunicación, educación”. Asimismo, aseguró que sí ve “la necesidad absoluta de colaboración público privada. No se puede desaprovechar ese potencial”.

Para  Begonya Nafría, patient Engagement in Research Area del Institut de Recerca Sant Joan de Déu, en el momento actual la investigación biomédica supone una oportunidad para nuestro país. “Venimos de una etapa en la que los ensayos clínicos en pediatría no eran una prioridad”, recordó. La especialista admite que “la nueva regulación dio un impulso y han confluido varias cosas que nos hacen ver un futuro esperanzador”.

“En pediatría la participación del paciente no ha sido una práctica común. Aunar la experiencia va a hacer que a nivel de país haya directivas y premisas para involucrar al paciente desde las primeras fases hasta que se diseminan los resultados”

Begonya Nafría (Sant Joan de Déu)

Nafría recordó que en la actualidad “disponemos de una red de ensayos clínicos pediátricos RECLIP que va a hacer que los procesos sean mucho más ágiles, y eso es importante porque es clave para los pacientes”.

Por otra parte, detalló que a nivel europeo la red Connect for Children de la cual forma parte RECLIP, “promueve un nuevo entorno en el cual todos los agentes participan para hacer ensayos clínicos más adaptados a las necesidades de los niños”. “Hay un futuro lleno de oportunidades que esperamos que mejore la situación en la que se encontraba”, insistió.

Además, la experta avanzó que el próximo 14 de octubre se presenta una guía promovida por Farmaindustria para ayudar a todos a involucrar al paciente en los ensayos clínicos. “En pediatría la participación del paciente no ha sido una práctica común. Aunar la experiencia va a hacer que a nivel de país haya directivas y premisas para involucrar al paciente desde las primeras fases hasta que se diseminan los resultados”, expuso.

Según su análisis, el contexto de la pandemia ha cambiado el conocimiento general de lo que son los ensayos clínicos. “Pese a eso, nos encontramos resistencias, por ejemplo en el ámbito de las vacunas que sigue teniendo reticencia en según qué colectivos y franjas de edad”, concluyó.