Las limitaciones del uso de biopsia líquida en clínica ha sido uno de los temas que más calado han tenido durante el VIII Simposio de Biopsia Líquida. En una de las mesas, Enriqueta Felip, presidenta de SEOM, y Noelia Tarazona, de la Fundación para la Investigación del Hospital Clínico de la Comunidad Valenciana (Incliva) han debatido sobre las implementaciones más prácticas de la biopsia líquida y los retos a los que se enfrenta. 

“En estos momentos, la biopsia líquida en pacientes oncológicos ya tiene un papel, analizar y establecer una determinación de marcadores y podemos utilizar este resultado para tratar a los pacientes”, ha afirmado Felip, quien ha añadido que también se puede utilizar para “detectar mecanismos de resistencia”.

También se han mencionado los distintos escenarios futuros de la biopsia líquida y entre las conclusiones que se han extraído se encuentra la aplicación de la biopsia líquida en línea circulante en aquellos pacientes tratados con un tratamiento quirúrgico radical para conocer las posibilidades de progresión del tumor.

En referencia a los retos que hay por el camino, la presidenta de SEOM ha mencionado la necesidad de tener técnicas con una alta sensibilidad, ya que, no todas las biopsias líquidas son iguales. Felip ha remarcado la importancia de conocer cuáles son las características de cada una de estas herramientas y la necesidad de tener acceso a estas tecnologías de biopsia líquida, que son “más rápidas y fáciles para el paciente”. Como retos finales, ha recordado el análisis de la heterogeneidad tumoral.

Sensibilidad de las pruebas

Para hablar sobre cuán lejos está la biopsia líquida del diagnóstico precoz, Tarazona ha recalcado la necesidad de mejora de la sensibilidad en las pruebas que los profesionales utilizan para monitorizar el ADN tumoral circulante, ya que estas “tiene una sensibilidad baja, un 55 por ciento”, y se necesita obtener una sensibilidad del 95 por ciento. “Aún tenemos mucho por mejorar”, ha asegurado. 

Para Tarazona, la biopsia líquida, en concreto en ADN tumoral circulante, permite detectar en los pacientes la enfermedad mínima residual, además de identificar a aquellos pacientes con alto riesgo de recaída. “Es necesario integrar otras ómicas para predecir qué pacientes van a sufrir una recaída”, ha señalado.

En referencia al papel de la biopsia líquida en el cáncer avanzado, la investigadora ha afirmado que los ensayos clínicos que están en marcha parecen indicar que los cambios tempranos en los niveles de ADN tumoral circulante durante la monitorización del paciente pueden indicar quienes van a responder a la terapia y cuáles son resistentes al tratamiento.

Para concluir, Tarazona ha explicado que lo que realmente interesaría es que las compañías de diagnóstico se armonizarán para tener resultados “más estandarizados”.

Acceso a pruebas de biopsia líquida

Para hablar sobre el acceso a pruebas de biopsia líquida, han estado presentes Carlos Camps, jefe de Oncología médica en el Hospital General Universitario de Valencia, y Federico Rojo, especialista en patología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

Como punto clave de su intervención, Camps ha señalado que se necesita “mucho más arrojo” por parte de los profesionales al afirmar que la biopsia liquida es un arma de la que “no se puede prescindir”.

Por su parte, Rojo ha mencionado lo “sorprendente” que es que sólo el 50 por ciento de los hospitales españoles tengan acceso a biopsia líquida. “No tenemos una situación de acceso fácil ni una financiación real de los biomarcadores, y esto hace que nuestro recorrido sea pequeño”, ha concluido el especialista.


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