El cáncer colorrectal seguirá siendo un año más el tumor más común entre la población española, y superaría los 43.600 nuevos casos en 2021, según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

En el Día Mundial Contra el Cáncer de Colon, dos expertas recuerdan a GACETA MÉDICA que el dolor es el síntoma de mayor impacto en el paciente con cáncer colorrectal.

“El buen estado del paciente con esta enfermedad hace pensar que el dolor es menos frecuente en el cáncer de colon. Nada más lejos de la realidad. Hay que recordar que el cáncer de colon metastásico tiende a metastatizar con mucha frecuencia en el hígado, que es tremendamente doloroso”, explica Elena Élez Fernández, facultativo especialista del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’ Hebrón.

“Es nuestra responsabilidad hacer un escrutinio acerca del potencial dolor que pueden sufrir los enfermos”

Elena Élez Fernández, facultativo especialista del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’ Hebrón

El perfil del paciente con cáncer de colon hace que concurran en él diferentes tipos de dolor. Una de las formas de dolor más difíciles de controlar en estos pacientes es el dolor irruptivo oncológico (DIO). Se trata de una exacerbación transitoria del dolor que aparece sobre la base de un dolor persistente estable, y que se caracteriza por su elevada intensidad, rapidez de instauración (generalmente súbita) y corta duración (usualmente inferior a unos 20-30 minutos). “Es nuestra responsabilidad hacer un escrutinio acerca del potencial dolor que pueden sufrir los enfermos”, añade la especialista.

A su vez, la calidad de vida de estos pacientes se ve mermada debido a que el DIO constituye un síntoma incapacitante e invalidante. Los pacientes pueden presentar varios episodios a lo largo del día, 3 o 4 como media, y cuyas características pueden modificarse.

“El dolor es el síntoma más incapacitante y que más merma anímicamente a una persona en cualquier enfermedad”

Ana Fernández Montes, facultativo especialista del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO)

Con respecto a esto, Ana Fernández Montes, facultativo especialista del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), señala que “el dolor es el síntoma más incapacitante y que más merma anímicamente a una persona en cualquier enfermedad. Junto con la ansiedad, y otros síntomas incapacitantes como el insomnio y la hiporexia, son los síntomas en los que tenemos que poner el foco”.

“Hay que pensar en el DIO como algo recurrente que puede aparecer durante el día y que condiciona el desarrollo de las actividades básicas de la vida como el trabajo”, puntualiza Élez Fernández.

“A menudo, nuestros pacientes presentar un dolor mixto con un componente somático y neuropático que es de difícil manejo”

Elena Élez Fernández,  facultativo especialista del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’ Hebrón

El diagnóstico 

En el cáncer colorrectal los mecanismos del dolor incluyen la infiltración tumoral de los nervios, la obstrucción intestinal, la neuropatía inducida por el tratamiento y la distensión capsular hepática, entre otros.

“Es importante preguntar por el tipo de dolor y las características de este. A menudo, nuestros pacientes presentar un dolor mixto con un componente somático y neuropático que es de difícil manejo”, continua la especialista del Vall d’ Hebrón.

“Es fundamental conocer los picos de DIO del paciente, la duración y establecer estrategias dirigidas. Están disponibles alternativas terapéuticas muy eficaces y con baja toxicidad”, añade Fernández Montes.

La evolución del tratamiento

Dos de cada tres pacientes con dolor oncológico crónico sufren con cierta frecuencia exacerbaciones puntuales del mismo, apunta la especialista del CHUO.

Con el paso de los años se han incorporado herramientas terapéuticas muy importantes para el abordaje de este problema. “La llegada en 2009 de los fentanilos de acción rápida han permitido abordar de una forma más rápida el DIO en los pacientes”, subraya Fernández Montes.

En este sentido, Élez Fernández incide en lo importante que han sido todas las estrategias terapéuticas diseñadas para que sean de fácil aplicación y de absorción rápida. “Hemos tenido el privilegio de vivir en primera persona esta evolución y observar como el control del DIO es rápido, eficaz y con poca toxicidad”.

Las especialistas coinciden en que los pacientes deben entender como prioritario el control de su dolor y “deben quejarse” y no “minimizar” los síntomas.

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