Se estima que 1 de cada 7 españoles, padece algún grado de Enfermedad Renal Crónica (ERC). Esta prevalencia es aún más alarmante entre los pacientes diabéticos. Un tercio de ellos desarrolla algún tipo de enfermedad renal a lo largo de su vida. La ERC no solo reduce significativamente la esperanza de vida, sino que también impone un gran estrés emocional y psicológico, especialmente en las etapas avanzadas que requieren terapia renal sustitutiva. Por lo que, un abordaje multidisciplinar es crucial en el tratamiento del paciente. Al ser una enfermedad tan transversal se requiere de un abordaje coordinado entre especialistas para dotar al paciente de la mejor terapia posible y la mejor calidad de vida.

Además, el impacto económico de la ERC en el sistema de salud es considerable. Se estima que el coste anual por paciente en la fase más avanzada de la enfermedad supera los 16.000 euros, debido principalmente a la necesidad de hospitalizaciones frecuentes y diálisis. Este coste se ve incrementado en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2), quienes ya enfrentan un riesgo elevado de complicaciones cardiovasculares.

Enfoque integral

El tratamiento de la ERC, especialmente en pacientes con DM2, requiere un enfoque integral y multidisciplinar. La complejidad de esta enfermedad, que afecta tanto al riñón como al sistema cardiovascular, implica que su manejo no puede ser abordado eficazmente desde una única especialidad médica. En este contexto, la introducción de este fármaco de Bayer, finerenona (Kerendia), no solo ofrece una nueva opción terapéutica, sino que subraya la necesidad de un enfoque coordinado y multidisciplinar para maximizar los beneficios de los pacientes.

Este medicamento representa una innovación significativa en el tratamiento de la ERC asociada a la DM2. Finerenona es un antagonista no esteroideo y altamente selectivo del receptor de mineralocorticoides (RM). Este receptor, cuando está sobreactivado, contribuye a la progresión de la ERC y al daño cardiovascular, impulsado por factores metabólicos, hemodinámicos, inflamatorios y fibróticos.

Esta nueva terapia ha demostrado su eficacia en el estudio FIDELIO-DKD de Fase III, obteniendo la autorización de comercialización de la Comisión Europea en febrero de 2022 y desde marzo esta aprobada su financiación en nuestro país. Actualmente, el programa de estudios de Fase III con finerenona incluye investigaciones como FIGARO-DKD, FINEARTS-HF, FIND-CKD y FIONA, así como el estudio de Fase II CONFIDENCE.

Multidisciplinariedad

Por otro lado, José Luis Górriz, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, destaca la importancia de la colaboración entre diferentes especialidades: “Finerenona puede suponer un importante cambio en el pronóstico de la enfermedad renal crónica asociada a DM2. Es un gran avance, porque no solo retrasa la enfermedad sino que mejora su pronóstico”. Además, añade que se trata de una nueva herramienta terapéutica que ha demostrado beneficio renal y cardiovascular en pacientes diabéticos con buen control metabólico y de hipertensión arterial y que contribuye a reducir el riesgo residual. No obstante, recalca que para lograr estos beneficios, es esencial una coordinación estrecha entre nefrología, cardiología y endocrinología.

José Luis Górriz, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia

Ana Cebrián, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, enfatiza la necesidad de una detección precoz y un tratamiento temprano de la ERC en pacientes diabéticos: “Para el manejo de la ERC asociada a la DM2 es primordial activar en todas las dimensiones sanitarias la detección precoz, mediante la implementación masiva de la prueba del cociente albúmina creatinina en orina en todos los pacientes diabéticos desde el diagnóstico”. Además, subraya que la medicina de familia debe animarse a tratar a este paciente de manera temprana para evitar su progresión a estadios más avanzados y de mayor riesgo cardio-renal”.

Actuación precoz

Por su parte, Alfonso Soto, médico adjunto en el servicio de Endocrinología del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, remarca la importancia de un manejo integral y temprano de los pacientes con ERC y DM2. Por ello, apuesta por un manejo integral del paciente para actuar precozmente desde la perspectiva cardiovascular y renal con una aproximación multidisciplinar. La reducción de eventos cardiovasculares en estos pacientes debe convertirse en una prioridad, pues suele ser la principal causa de mortalidad. “Finerenona podría ser una herramienta terapéutica clave para el manejo cardio-renal de nuestros pacientes”, asevera Soto.

En definitiva, la introducción de esta terapia en el mercado español representa un avance significativo en la lucha contra la ERC en pacientes con DM2, ofreciendo una nueva esperanza para mejorar su calidad de vida y reducir las complicaciones asociadas a esta combinación de enfermedades. Este tratamiento también destaca la necesidad de un enfoque multidisciplinar en el tratamiento de la ERC, donde la colaboración entre diferentes especialidades médicas es clave para abordar de manera efectiva las complejidades de esta enfermedad. Con una estrategia de detección precoz, tratamiento temprano y manejo integral del paciente, es posible mejorar significativamente los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes con ERC y DM2.


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