El 79 por ciento de las personas con dermatitis atópica (DA) ve afectadas las actividades de su vida cotidiana a causa de esta enfermedad sistémica y crónica de la piel, y el 44 por ciento de los encuestados ha necesitado apoyo psicológico debido esta patología.

Estos son algunos de los resultados de una encuesta sobre calidad de vida llevada a cabo por la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA), que cuenta con el apoyo de la Fundación Piel Sana (perteneciente a la Academia Española de Dermatología y Venereología, AEDV), y que se presenta en el marco del Día Nacional de la Dermatitis Atópica, que se celebra  cada 27 de noviembre.

En la citada encuesta han participado 341 pacientes con la enfermedad residentes en España y en países de Sudamérica, con el objetivo de conocer el impacto de esta patología en la calidad  de vida de quienes la padecen.

“La DA ha sido catalogada durante mucho tiempo como una enfermedad cutánea superficial sin importancia, pero la realidad es que esta patología va más allá de la piel. Su naturaleza crónica y recurrente afecta en gran medida al bienestar y la calidad de vida de quienes la padecen, especialmente en su forma más grave, por eso es fundamental evitar su banalización y darla a  conocer socialmente” ha destacado Belén Delgado, vicepresidenta de AADA.

Impacto laboral

Aunque, debido al desconocimiento, la dermatitis atópica siempre se ha asociado a niños, lo cierto es que en nuestro país se calcula que la sufren más de un millón de adultos. De hecho, el 86 por ciento de los encuestados refleja que la enfermedad ha sido causa de su pérdida de productividad, con una media de 17 días de pérdida de días de trabajo/estudios por este motivo.

“A esto hay  que sumar, el impacto en la calidad del sueño, que afecta a 9 de cada 10 pacientes, y que tienen  una alta implicación en la pérdida de nuestros niveles de concentración”, explica Belén Delgado. 

Además, el 82 por ciento de los encuestados referían tener mucho dolor o picor, algo que impacta directamente a la calidad de vida. De hecho, según los datos de esta encuesta, el hecho de padecer DA afecta mucho en la vida diaria de quienes la padecen, tanto es así que el 73 por ciento comenta que la enfermedad ha influido mucho (44 por ciento) o bastante (29 por ciento) en la ropa que utiliza.

Huella en salud mental

Este trabajo refleja también que la dermatitis no solo tiene un impacto físico en los pacientes, sino que genera una huella profunda en su salud mental.

Las manifestaciones visibles de la enfermedad también repercuten en aspectos relacionados con la autoestima y la afectación psicológica.

Concretamente, el 87 por ciento de los encuestados manifiesta problemas con su apariencia y 8 de cada 10 reporta problemas de concentración, mayores ganas de llorar y la imposibilidad de realizar cosas que querrían hacer debido a esta patología.

“La DA impacta en todos los ámbitos de nuestra vida, nos condiciona la ropa que utilizamos si tenemos mucha afectación cutánea, merma la autoestima, interfiere en nuestra vida social y actividades de ocio”, apunta Belén Delgado. Tanto es así, que el 66 por ciento de los encuestados se siente avergonzado o cohibido por el estado de su piel. 

Satisfacción con el tratamiento

Entre las conclusiones se destaca también que, para conseguir un mejor control de la DA y una mejora de la calidad de vida, es necesario que los pacientes tengan un acceso equitativo a todas las terapias disponibles, así como la visibilización y la no banalización de la enfermedad.

Aunque el 43 por ciento de los pacientes indica que está poco o muy poco satisfecho con su tratamiento, cabe destacar que 6 de cada 10 pacientes encuestados en tratamiento con terapias avanzadas muestran tener un alto grado de satisfacción. 


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