En virtud de las medidas y potestades contempladas en el real decreto que articula el estado de alarma en España por la crisis del coronavirus, el Ministerio de Defensa ha encargado a la Farmacia Militar la elaboración de productos y genéricos de uso en la contención y/o tratamiento del coronavirus.

Entre ellos, geles desinfectantes y ciertos medicamentos genéricos (paracetamol, etc.). El objetivo es adelantarse a posibles desbastecimientos y asegurar las existencias de estos productos que han visto incrementar sobremanera su uso, y demanda, en estas semanas.

El área de almacén cuenta con 5.000 m2 con capacidad para 4.500 palets. Foto GM

Estos productos serán fabricados en el Centro Militar de Farmacia de Defensa ubicado en la Base Logística de San Pedro, en Colmenar Viejo (Madrid), que fue objeto de un reportaje audiovisual de GM que puedes visualizar aquí. Este centro fue inaugurado en 2015 y con él se unificaron en una única instalación la producción de fármacos de uso militar o para situaciones de emergencia que hasta entonces se realizaba de forma dispersa entre otros centros militares de Madrid, Córdoba y Burgos.

Área de producción

El área de producción consta de 1.500 m2 están destinados a fabricar todo lo necesario para dar cobertura a los militares, sus familiares, y la sociedad, en casos como esta crisis de salud pública. La zona producción se distribuye en 3 módulos: el de medicamentos estériles, donde se fabrican ampollas, sueros, jeringas prellenadas, autoinyectables y colirios. El módulo de sistemas, donde se producen las pomadas y cremas. Finalmente, el modulo de fabricación de formas orales sólidas; esto es, comprimidos y cápsulas.

El por entonces Ministro de Defensa, Pedro Morenés, inauguró en 2015 el nuevo Centro Militar de Defensa

Mientras, la zona de almacén alberga el depósito de los productos y las reservas de medicamentos estratégicos. Son más de 5.000 mcon capacidad para 4.500 palets europeos, climatizado y con una humedad controlada al 45 por ciento. Todas las zonas están compartimentadas para garantizar que no coincida el flujo de entrada con el de salida de productos.

La experiencia de la Gripe A

No es la primera vez que, en la época reciente, la Farmacia Militar debe hacer frente a una crisis de Salud Pública.

El Centro Militar de Farmacia de la Defensa, por entonces situado en Burgos, jugó un importante papel cuando en 2009 saltó la alarma de la gripe A. En concreto, este centro militar se encargó de encapsular los antivirales del virus H1N1.

Un año antes, en febrero de 2008, los Ministerios de Defensa y Sanidad, dirigidos por entonces por Carmen Chacón y Trinidad Jimenez, firmaron un protocolo que establecía la creación de una cadena de producción de antivirales y otros medicamentos también en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Burgos contra posibles pandemias en España —como ocurre ahora con el coronavirus—o en países del tercer mundo donde se produzcan emergencias sanitarias.