CATALUÑA/ El COMB y el Grupo Riva y García crean un fondo de capital riesgo
br
Boi Ruiz aplaude la iniciativa, mientras anuncia despidos de personal interino
El Colegio de Barcelona reclama acuerdos que permitan la suficiencia financiera
Redacción
Madrid
El Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) y el Grupo Financiero Riva y García han puesto en marcha Healthequity, un ambicioso proyecto que prevé la creación de una entidad de capital riesgo con el que el colegio de médicos y la firma financiera pretenden dinamizar el sector sanitario. Para lograrlo cuentan con la participación financiera del Instituto Catalán de Finanzas, que aportará 4 millones de euros. Además, el proyecto nace también con el compromiso de compañías farmacéuticas como Abbott, Grupo Ferrer y Esteve.
De entrada, esperan que la iniciativa mueva 20 millones de euros en inversiones de compañías del sector sanitario, fundamentalmente especializadas en medical devices, servicios médicos y algunas firmas biotecnológicas de nueva creación. Las inversiones previstas serán de entre medio millón y 2,5 millones de euros, para llegar a lograr una cartera de 10 compañías.
Este proyecto pretende hacer aflorar ideas al sector y contribuir a que lleguen al mercado, haciendo posible su crecimiento, con el consiguiente efecto de creación de nuevos lugares de trabajo especializados. De este modo, el proyecto enlaza con el programa “El médico emprendedor”, puesto en marcha por el colegio de médicos barcelonés hace más de cinco años para dar soporte a la innovación a través de acuerdos de colaboración con hospitales, así como escuelas de negocio y fundaciones de investigación.
La gestión del fondo, avanzará de la mano del Grupo Riva y García, que posee una trayectoria de 20 años. Actualmente gestiona fondos y sociedades con un volumen de 160 millones de euros.
Repercusiones del recorte
Durante el acto de presentación, el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, destacó la iniciativa público-privada y la importancia del papel de los inversores en los “tiempos que corren”. Precisamente, tras el mismo acto, el consejero exponía las repercusiones más inmediatas de algunas de las medidas que harán posible el recorte de 1.000 millones de euros.
De entrada, Ruiz asumió despidos a partir de esta misma semana de personal interino y de sustituciones en algunos centros sanitarios, en línea con la directriz de la administración pública, más allá de la sanidad, que no contempla la suplencia de plazas ni la cobertura del 50 por ciento de las vacantes de jubilados.
“Todo lo que se pueda hacer con plantillas fijas de los centros se hará con plantillas fijas de los centros”, aseguró el consejero, que explicó que el recorte de sueldo es insuficiente y es preciso realizar un esfuerzo complementario por parte de los trabajadores, la industria farmacéutica y el resto de los agentes del sector.
El conseller destimintió que el recorte hospitalario suponga una reducción del 10 por ciento en cada centro. Si fuera así, aseguró, “yo también estaría preocupado”. Sólo la mitad del ahorro corresponderá a la parte asistencial hospitalaria y de primaria, sociosanitaria y salud mental.
Según explicó Ruiz, no existe una fecha cerrada para la aplicación de estas medidas. Cada hospital aprobará su plan de choque sobre la marcha.
Esa misma tarde, la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos de Barcelona remitía una nota de prensa recalcando su inquitud por las repercusiones de la crisis económica sobre el sistema sanitario público y la calidad asistencial.
El colegio reclama un acuerdo entre los partidos políticos para preservar un marco presupuestario estable que permita mantener la suficiencia financiera del sistema sanitario. La organización insiste en que el control del gasto se vincule a la reducción de la burocracia y las estructuras, con la exigencia de que no repercuta en las actividades asistenciales que interfieren en la relación médico paciente.