AHORRO/ La desaparición de 132 marcas de 31 principios activos se hará en dos fases

br

El presidente de los médicos de C-LM, Ramón Garrido, cree que es razonable

Los facultativos podrán recetar el fármaco original en papel “sin penalización”

| 2011-04-01T17:50:00+02:00 h |

ESTHER MARTÍN DEL CAMPO

Madrid

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha decidido dar una pequeña tregua a las farmacias de la región. Son, a juzgar por la postura de los médicos, las principales perjudicadas por la retirada del sistema de prescripción electrónico de un total de 132 marcas de 31 principios activos (en lugar de las 147 marcas que se barajaban al principio, según los listados que el Sescam ha hecho llegar a los colegios de farmacéuticos), de los que, los médicos del Sescam solo podrán prescribir genéricos.

Aunque inicialmente la medida entraba en vigor el 28 de marzo (ver GM nº 371) , el Sescam retrasó hasta el uno de abril la primera fase de su implantación, que afectará a medicamentos de ocho principios activos. Las marcas comerciales del resto de principios seguirán en el sistema informático hasta el 21 de abril.

Para Ramón Garrido, presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real y del Consejo Autonómico de Castilla-La Mancha, la medida no interfiere en la actividad del facultativo: “No creo que se limite la libertad de prescripción del médico, ya que siempre podemos recetar el principio activo que consideremos oportuno, y en último extremo, tenemos la capacidad de recetar el medicamento original en receta de papel sin ningún tipo de penalización por parte del Sescam como así se comprometió en su día”, advierte.

Es más, el presidente del consejo castellano-manchego defiende que hay que adoptar medidas para reducir el gasto y cree que “recetar por principio activo es una de las más razonables”, más aún “si hay evidencia científica de la calidad y la eficacia de los medicamientos genéricos”. Sin embargo, admite que no estaría tan de acuerdo con otras medidas “menos oportunas”, como la reducción de plantillas, “que sí irían en detrimento del paciente”, puntualiza.

Garrido cree las anunciadas hasta ahora son “realmente necesarias para la sostenibilidad de la sanidad en la región, siempre que se garantice la salud del paciente”, considera que esta última ”supone un importante ahorro” y entiende que son “más que razonables” en estos tiempos.

En cualquier caso, el presidente de los médicos de Castilla-La Mancha encuentra algunas objeciones. La principal es que la retirada de la prescripción médica de estas marcas quizás adolezca, “como en ocasiones precedentes, de poca información para los ciudadanos”, de manera que son los médicos quienes deben asumir ante los pacientes la decisión de estos cambios. De ahí que Garrido proponga una camapaña de mensajes publicitarios a la población para que se implique en el control del gasto.

Además, el presidente del consejo no cree que los médicos de Castilla-La Mancha estén en desventaja con respecto a otras comunidades. Cada autonomía, insiste, debe emprender las medidas necesarias para favorecer el ahorro y garantizar la asistencia sanitaria y de calidad.

El discurso contrasta con la postura de los farmacéuticos de Castilla-La Mancha. El vicepresidente del consejo regional, Julián Creis, sí cree que la medida limitará la capacidad de prescripción de los médicos y no oculta su “disgusto”.

La desaparición del sistema de prescripción de analgésicos populares como Nolotil, Dalsy o Espidifen creará, en su opinión, muchas confusiones entre los pacientes y dará más trabajo a los farmacéuticos, que tratarán de resolver las dudas de los pacientes para minimizar los efectos negativos de los cambios, más preocupantes si cabe en mayores polimedicados.

Por su parte, Farmaindustria estudia medidas legales contra la iniciativa del Sescam. En una nota de prensa, asegura que excluirlos de la prescripción electrónica es una utilización perversa de las nuevas tecnologías, que “se utiliza como barrera para rebajar los derechos de los pacientes y limitar la capacidad de prescripción de los médicos”, aunque los facultativos no lo vean así.