BARTOLOMÉ BELTRÁN,
Jefe de los servicios
médicos de A3media
| miércoles, 23 de marzo de 2016 h |

El objetivo central
de toda innovación debe ser
aportar más valor a la salud
de las personas

Todo el mundo reflexiona sobre el sistema sanitario y su futuro. Y siempre aparecen palabras como, innovación, solvencia o la gran palabra, la que más se repite, que no es otra que la sostenibilidad.

Tuvo lugar la presentación del documento propiciado por la Fundación Gaspar Casal y Celgene, que dirige en España Jordi Martí Pi-Figueras.

El documento aborda de forma holística y exhaustiva uno de los retos a los que nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), al igual que el resto de Sistemas de Salud de otros países, tendrá que hacer frente en los próximos años: la incorporación de la innovación y su necesaria compatibilización con la solvencia y sostenibilidad del propio sistema. Matiz que precisa Álvaro Hidalgo en el prefacio para concluir que “este escrito se convertirá en un referente para centrar el debate”.

Los autores son Juan E. del Llano Señarís, Guillem López-Casasnovas, Carlos Lens Cabrera, Mireia Alabart i Abós, César Vicente Sánchez, Pedro Serrano Aguilar, Joaquín Montalar Salcedo, Alejandra Giménez Ortiz, Miguel Ángel Calleja Hernández y Mª Dolores Navarro Rubio.

Después de leer todos los textos resulta una cuestión imposible transmitir todo el conocimiento que atesoran las distintas presentaciones, elijo, por tanto, las “ideas-fuerza”, que aporta el ilustre menorquín Guillem López-Casasnovas.

Innovar requiere inteligencia. Pero mejor inteligencia en su aceptación inglesa: cleverness más que intelligence. Ello pasa por diligencia en ver oportunidades, valentía ante el reto, sin aversión al riesgo, asumiendo liderazgo, transformando en lugar de consolidar el Estatus quo, de modo selectivo pero radical.

El objetivo central de toda innovación debe ser aportar más valor a la salud de las personas. Y ello pasa más calidad, mejor percepción del paciente, menos costes. Además, la mejora de procesos es la inversión más coste eficiente para la innovación: mejoras en los procesos, análisis de datos, gestión de episodios y nuevos modelos de pago.

T. Whicher, fundador de una empresa de gestión de citas online, da cinco consejos a los innovadores para llevar adelante sus proyectos dentro del NHS británico.

El primero es empezar pequeño y repetir. Hay que experimentar, probar, simular los productos para sacarle riesgo. Hay que validad funcionalidades con pacientes reales y medir qué hacen. Quedarse con el que funciona y tirar el resto. Repetir.

El segundo es, utilizar los datos para tomar decisiones. Medir lo que los usuarios (pacientes, médicos, gestores y personal de administración) hacen, puede aportar información inesperada. Desarrollar métricas del proyecto desde un principio y usarlas para tomar decisiones basadas en datos de lo que funciona.

El tercer consejo que nos da es diseñar algo mejor que funcione en el contexto. Para algunas personas, la innovación es lo que nunca se ha hecho antes. La innovación necesita resolver un reto.

Como cuarto punto hay que escuchar a los pacientes. Escuchar a los pacientes aporta nuevas perspectivas. Hay que pasar tiempo en las consultas, los quirófanos, o en cualquier otro lugar donde se entienda el día a día de un hospital.

Y por último hay que ser constante utilizando productos robustos y evidencia. El NHS es adverso al riego. Como innovador, hay que anticiparse y encontrar solucione a los obstáculos. Disponer de evidencia que demuestre que tu producto es seguro y puede funcionar. Compartir la evidencia lo más ampliamente posible. Seguro.