br
Con la administración oral de inhibidores de la metiltransferasa también se consiguen desmetilar las células de los pacientes
Agentes hipometilantes, como la azacitidina, reducen el riesgo de progresar a leucemia aguda de pacientes con SMD de alto riesgo
Una de las nuevas potenciales dianas epigenéticas es la vía Wnt, con el horizonte de poder implantar un tratamiento desde el punto de vista terapéutico. Tal y como explica el doctor Miguel Ángel Sanz, jefe del Servicio de Hematología del Hospital La Fe, “en nuestro centro nos hemos centrado en ver cómo la vía Wnt (una de las rutas que conectan la membrana con el núcleo celular) está implicada en el desarrollo y diferenciación de tejidos y órganos en embriones, en los mecanismos de autorrenovación, diferenciación y proliferación de las células madre hematopoyéticas”. Basándose en estas premisas él y su equipo están realizando un estudio con la hipótesis de que también podría tener implicación en los mecanismos de autorrenovación de las células leucémicas. “Hemos analizado el papel de la metilación de unos determinados genes de la vía Wnt en la leucemia mieloide aguda (LMA). La esencia es que observamos que los genes antagonistas de la vía Wnt están metilados en 64 por ciento de los pacientes con LMA, lo que puede influir en la activación”, señaló el doctor Sanz. El hematólogo espera trasladar pronto estos nuevos conocimientos biológicos a la clínica.
La metilación de los genes puede activar la vía Wnt
Toni Martínez
Valencia
“La terapia epigenética es ya capaz de alterar de forma favorable la historia natural de los pacientes con síndromes mielodisplásicos (SMD), y en este sentido la azacitidina se ha demostrado como una actuación de primera línea en SMD de alto riesgo”. Con estas palabras el doctor Guillermo Sanz, jefe de sección de Hematología Clínica del Hospital La Fe de Valencia, quiso dejar claro la importancia del manejo de los nuevos fármacos epigenéticos y de su combinación con quimioterapia y con otros agentes biológicos de manera eficaz y segura para tratar estas enfermedades.
Así, resaltó que “lo importante del tratamiento epigenético es precisamente el concepto de que esos cambios epigenéticos —a diferencia de los que ocurren en la secuencia del ADN que únicamente se modifican con terapia génica— son modificables potencialmente por tratamientos que ya disponemos en la actualidad como son los inhibidores de la metiltransferasa del ADN”.
La importancia que representa la metilación del ADN en los SMD no ha sido evidente hasta hace muy poco tiempo, cuando algunos trabajos científicos han demostrado que el patrón de metilación, es decir, la cantidad de genes metilados de un paciente con SMD, determina cuál va a ser su supervivencia o la posibilidad que tiene de desarrollar una enfermedad como la leucemia aguda.
El grupo del doctor Sanz, por ejemplo, estudió 40 pacientes en un subtipo de pacientes SMD, con anemia refractaria con sideroblastos en anillo, en los que pudieron comprobar esta tendencia. “Los pacientes que tienen genes metilados tienen peor supervivencia que los que no presentan metilación, y eso se puede ver especialmente con p15. Es más, los pacientes que presentan ADN hipermetilado responden peor al tratamiento con quimioterapia que era el que utilizábamos en los pacientes que podían recibirla. Con esta evidencia está claro que la desmetilación del ADN podría llegar a restaurar la expresión de genes inactivos, supresores de tumores en los SMD, y de alguna manera, potencialmente influir en el curso de esta enfermedad”, aseguró el hematólogo.
Para él, los avances recientes en el conocimiento de los mecanismos genéticos y epigenéticos que están implicados en el desarrollo y progresión de los SMD alteran de forma sustancial el manejo clínico de estos procesos. “En la actualidad, ya hemos visto resultados con un claro beneficio en términos de supervivencia y de calidad de vida para los enfermos, ahora confiamos en que la profundización en estos conocimientos, la disponibilidad de nuevos fármacos y su uso combinado pueda ser potencialmente curativo”, indicó.
Futuro de la epigenética
Por su parte, César Nombela, catedrático de Microbiología de la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, señaló que la epigenética es un fundamento de nuevas terapias y “lo será mucho más en el futuro, siendo un ámbito de conocimiento básico que se trasladará a la clínica ya que cada día conocemos más de las bases médicas de los procesos patológicos”.
En este sentido, resaltó que “lo que ya está demostrado es que la corrección de alteraciones epigenéticas puede revertir el comportamiento de células cancerosas, esto está demostrado a través de inhibidores de la metilación del ADN o de las desacetilasas de histonas como forma de facilitar la expresión de genes no expresados en cáncer”. En conclusión, para el experto “la relevancia de la epigenética es tan creciente que abre un camino cada vez más interesante y más productivo de posibles nuevos desarrollos para manejar mejor esas enfermedades”.